Gran revés a la venta de armas de EEUU después del gran movimiento de Trump sobre la ayuda militar a Ucrania
"La reciente posición de Estados Unidos, en el contexto de la OTAN y en el plano geoestratégico internacional, nos tiene que hacer pensar en las mejores opciones".

Las ventas de armas de EEUU han sufrido un golpe significativo después de que Portugal decidiera no adquirir aviones de combate F-35, fabricados por Lockheed Martin, para reemplazar sus F-16. En una entrevista con Público, el ministro de Defensa portugués, Nuno Melo, explica que el país buscaría alternativas europeas debido a las políticas "volubles" de Washington.
"La reciente posición de Estados Unidos, en el contexto de la OTAN y en el plano geoestratégico internacional, nos tiene que hacer pensar en las mejores opciones, porque la previsibilidad de nuestros aliados es un activo mayor a tener en cuenta. Tenemos que creer que, en todas las circunstancias, estos aliados estarán de nuestro lado", explica.
"Hay varias opciones que deben considerarse, especialmente en el contexto de la producción europea y también teniendo en cuenta el retorno que estas opciones pueden tener para la economía portuguesa", añade. Esta decisión refleja la creciente preocupación que hay en Europa por la fiabilidad de Estados Unidos como proveedor de defensa, especialmente después de que el expresidente Donald Trump detuviera la provisión de ayuda militar a Ucrania.
El mercado estadounidense es uno de los más recrridos por los países europeos, según un informe del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) que estima que, entre 2020 y 2024, el 35% de las exportaciones de armas de Estados Unidos fueron destinadas a Europa.
Sin embargo, el aumento de las exportaciones de armas y la incertidumbre generada por las decisiones de política exterior de Washington pueden poner en peligro la seguridad de Europa, especialmente ante la amenaza de una posible agresión de Rusia. La falta de previsibilidad de su principal aliado militar podría hacer a los países europeos más vulnerables en un contexto geopolítico volátil.
Portugal no es el único país europeo que reconsidera su relación con EEUU en términos de defensa. Polonia, por ejemplo, ha expresado sus inquietudes sobre la confiabilidad de los sistemas de armas suministrados por Washington. Por ello, se ha protegido mediante contratos directos con empresas privadas estadounidenses, lo que le otorga control total sobre sus operaciones de armamento.
Por su parte, la Comisión Europea explora también la posibilidad de que se realicen compras de armas colectivas entre los estados miembros de la UE, buscando reducir la dependencia de un socio cuya política de defensa parece cada vez más impredecible.