Rechazan la liberación de una activista acusada de "atentado contra la región" por llevar una camiseta que ponía "Alá es lesbiana"
La mujer había pedido su libertad provisional debido a su mal estado de salud, pues según argumenta su defensa "tiene cáncer".
La activista feminista Ibtisame Lachgar, quien fue acusada de "atentado contra la religión islámica" tras publicar una foto en las redes sociales donde aparecía con una camiseta donde se podía leer "Alá es lesbiana", acompañada de un texto que describía el islam como "fascista, misógino y falocrático", ha recibido el rechazo del tribunal de Marruecos para su liberación provisional.
La defensa de la mujer, quien tiene 50 años, había realizado dicha solicitud alegando su mal estado de salud, pues según comenta, la activista "tiene cáncer" y "necesita atención médica y psicológica", tal y como recoge el diario Hespress, que agrega que su liberación provisional era necesaria para someterle a una operación urgente en su mano izquierda, donde padece una amputación parcial.
La mujer, fundadora del Movimiento Alternativo para las Libertades Individuales (MALI), fue detenida el pasado once de agosto después de desatar una oleada de críticas en la red social donde publicó la imagen, donde algunas personas llegaron a pedir incluso su lapidación. Actualmente, la activista se encuentra en aislamiento en una prisión que se encuentra cerca de la capital, Rabat, donde fue internada hace dos semanas.
Cabe destacar que, aunque Marruecos no recoge como delito las críticas al islam, el Código Penal sí que sanciona las ofensas a los símbolos religiosos a través de la difamación. Además, en el supuesto de que dicha ofensa haya sido recogida y difundida por los medios de comunicación, la condena puede elevarse.
Desde la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, tal y como recoge el diario El País, han defendido que el rechazo de la Fiscalía a la libertad provisional se ha realizado "a pesar de la pertinencia de las razones médicas y jurídicas que avalan la petición de defensa". "Esta decisión muestra un espíritu de venganza que prima sobre la garantía de los derechos de la acusada", sentencia la dirigente de la organización, Jadiya Ryadi.