Rusia dice que ya controla toda la región de Lugansk, la primera de las cuatro que le quiere quitar a Ucrania
El reconocimiento de su autonomía, junto a la de Donetsk, fue el primer paso de esta guerra, vieja de más de tres años.

Las tropas rusas se han hecho con el control de todo el territorio de la región ucraniana de Lugansk, anexionada por Moscú en 2022, informaron anoche las autoridades locales designadas por Rusia.
"Hace dos días recibí un informe de que todo el territorio de la república popular de Lugansk ha sido liberado, el 100 %", dijo el gobernador de Lugansk, Leonid Pásechnik, a la televisión pública rusa.
Lugansk se convierte de esa manera en la primera de cuatro regiones anexionadas en septiembre de 2022 que Rusia controla en totalidad. En marzo pasado, Rusia aseguró controlar el 99 % de Lugansk y más del 70 % de las regiones de Donetsk, Jersón y Zaporiyia. Un porcentaje que Kiev rebaja habitualmente, aunque aún no se ha pronunciado sobre este nuevo anuncio.
El Kremlin ha dicho en las negociaciones de paz impulsadas por Estados Unidos que quiere quedarse con estas cuatro regiones por completo, incluso la parte que aún no ha sido conquistada.
Por qué es importante
Lugansk y Donetsk conforman la zona conocida como el Donbás, fronteriza con Rusia y ribereña del Mar de Azov, que comunica con el mar Negro. Su importancia geopolítica para Rusia, la existencia de minorías rusas y el incumplimiento de los Acuerdos de Minsk son algunas de las claves que Moscú ha dado siempre para justificar ir a por ellas.
Para Ucrania, el interés es claro: se trata de un buen pedazo de su territorio y de la defensa de su integridad territorial y su soberanía. Sin el Donbás, pierde el control de una parte de la frontera con su poderoso vecino y una región industrial rica en carbón.
Para Rusia, se trata de extender su control más allá de sus fronteras hacia el Oeste y establecer una zona tapón o escudo protector que salvaguarde su centro. Un conflicto congelado en el Donbás le permite además condicionar la política ucraniana y dificultar su hipotética entrada en la OTAN.
El conflicto en el Donbás comenzó tras las protestas del Euromaidán, que provocaron la caída del gobierno de Víktor Yanukovich en 2014. Ante el temor a un acercamiento a la Unión Europea y la OTAN, Rusia anexionó unilateralmente la península de Crimea, históricamente parte de Rusia y sede de su flota del mar Negro. A continuación, las provincias de Lugansk y Donetsk celebraron sendos referendos, declararon unilateralmente su independencia y comenzaron los enfrentamientos.
