Rusia tiene al enemigo en casa
El Servicio Federal de Seguridad ruso dio la voz de alarma.
Las autoridades de Rusia han anunciado este martes la detención de dos antiguos trabajadores de una empresa dedicada a la industria de defensa por supuesta colaboración con los servicios de Inteligencia de Ucrania y por preparar ataques en las regiones de Kursk y Belgorod, situadas en la frontera común.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) ha indicado que las fuerzas "han detenido las actividades ilegales" de los detenidos, sospechosos de "entregar documentación técnica a servicios de Inteligencia extranjeros" y "muestras de productos militares utilizados para la creación de armas y equipamiento militar usado por las Fuerzas Aeroespaciales".
Asimismo, ha apuntado que los detenidos son sospechosos de "preparar la ejecución de explosiones para dañar instalaciones de infraestructura" en ambas provincias, concretamente contra redes ferroviarias "usadas para dar suministros a las unidades de las Fuerzas Armadas que participan en la operación militar especial en Ucrania".
El FSB ha reseñado que las fuerzas de seguridad han incautado más de cuatro kilogramos de explosivo plástico, cuatro detonadores, documentación y productos militares, así como 150.000 dólares (cerca de 140.000 euros) en posesión de los detenidos, según ha informado la agencia rusa de noticias Interfax.