Voluntarios españoles al rescate de Turquía: "Aceptamos los riesgos", "sabemos lo que nos vamos a encontrar"

Voluntarios españoles al rescate de Turquía: "Aceptamos los riesgos", "sabemos lo que nos vamos a encontrar"

Los responsables de dos equipos que se han desplazado a Turquía para ayudar en la búsqueda de supervivientes explican a 'El HuffPost' cómo es su trabajo y los detalles de unos días extremos.

Dos operarios de emergencias se abrazan durante las labores de rescate en TurquíaAnadolu Agency via Getty Images

Cada minuto cuenta, literalmente. Con "cientos o miles" de personas aún bajo los escombros del espantoso terremoto múltiple en Turquía y Siria, el tiempo juega en contra de las esperanzas de encontrar supervivientes. Hasta ahora, el rápido trabajo de las emergencias ha obrado el "milagro" de salvar a más de 8.000 personas, pero el balance de muerte no para. Ya son más de 7.200, con 35.000 heridos cuando la tragedia se encamina a las 48 horas y el frío de la noche aprieta.

Los acontecimientos obligan a ser ágiles. A los operarios y también a los países. A la carrera, más de 60 naciones se han organizado, con la ONU como eje central, para coordinar la llegada de miles de voluntarios, especialmente al sureste turco. La situación es tal que hasta Israel, en guerra con Siria, se ha ofrecido a ayudar al país árabe (previa petición rusa)

En ese maremágnum de banderas, se ve mucho la española. España ha desplazado numerosas unidades militares, entre ellas a la UME, y decenas de bomberos, sanitarios y guías caninos con sus correspondientes perros de salvamento. Todos están ya en suelo turco. 

Desde aquí se siguen muy de cerca sus trabajos y evolución en un panorama crítico, porque a las miles de muertes ya conocidas se suma el riesgo de que nuevas réplicas multipliquen los daños. Los teléfonos no paran. Bien lo saben Sergio Belloch, bombero y coordinador de la oenegé Intervención, Ayuda y Emergencia, y Susana Izquierdo, presidenta de la Escuela Española de Salvamento y Detección con Perros. Ambos han atendido la llamada de El HuffPost para explicar los detalles del operativo de salvamento del que ambos participan.

La entidad Intervención Ayuda y Emergencia ha gestionado un grupo de 12 voluntarios y dos perros de rescate, "directamente a través de la ONU". "Una vez llegó el aviso de Turquía nos pusimos en contacto con ellos y con Naciones Unidas y cuando tuvimos su ok empezamos a reservar los billetes. Nos registramos en el servicio de emergencias de la ONU como equipo de apoyo de emergencias y es la propia entidad la que se ha encargado de la gestión y distribución", detalla Belloch.

Tal es la situación que a su unidad le tocó intervenir nada más llegar al aeropuerto de Adana, que sirve de centro de recepción y que se ha colapsado con cerca de 2.000 aterrizajes humanitarios en 24 horas. "Esta mañana estaban en el aeropuerto y les han ido a buscar con los perros para que buscasen supervivientes en un edificio que colapsó allí cerca. No han podido encontrar a nadie". Horas después han completado su camino, con la meta en más al este, en Adiyaman, donde trabajarán los próximos días.

En trabajos de localización de personas no pasaremos más de 6-7 días porque es muy poco probable encontrar a alguien vivo a esas alturas
Sergio Belloch, bombero y coordinador de la oenegé Intervención, Ayuda y Emergencia

Desde Madrid, salió otro contingente con destino Turquía. Entre los presentes, los miembros de la Escuela Española de Salvamento y Detección con Perros, una entidad integrada en el operativo movilizado por el Servicio de Emergencia y Respuesta Inmediata de Madrid, el ERICAM. Bajo esas siglas se mueven los dos guías con sus perros y el auxiliar técnico veterinario, listos para “lo que haga falta”, como expone la presidenta.

Ese lo que haga falta conlleva arriesgar la propia vida. El suelo turco y sirio sigue temblando y así continuará "días, semanas y hasta meses", explicaban el lunes varios expertos a este medio. ¿Qué hacer y cómo actuar si una réplica sorprende en mitad de un operativo? "Pues en ese momento salir de la zona de escombro y en cuanto pase, volver a la zona; estos son los riesgos de ir a ayudar. Los sabemos y los aceptamos", responde contundente Sergio Belloch.

Ya llevamos 30 años a cuestas y sabemos lo que nos vamos a encontrar en estos casos; esta es una situación muy similar a los terremotos dramáticos de 1999
Susana Izquierdo, presidenta de la Escuela Española de Salvamento y Detección con Perros

Son días duros, asumen con entereza los entrevistados. Sobre el ánimo de sus integrantes, Susana Izquierdo confiesa que están acostumbrados a situaciones así. De hecho, ni siquiera el escenario de una Turquía rota por los terremotos les es nuevo. “Ya llevamos 30 años a cuestas y sabemos lo que nos vamos a encontrar en estos casos; esta es una situación similar a los terremotos dramáticos de 1999”, rememora.

La presidenta de la Escuela detalla la aventura que ha sido el propio vuelo. Su grupo “salió ayer (lunes) desde la base de Torrejón a las 20:00, pero han tenido muchos problemas para aterrizar por el caos que hay”. Añade que primero fueron derivados a otro aeropuerto lejano, porque no había pista libre entre los daños en la zona de Adana y la cantidad de otros vuelos de ayuda que se solapaban con el suyo. “Después de pasar la noche lejos, al fin esta mañana han conseguido aterrizar en la zona”, prosigue

La tarde ha dado para “instalar el campamento y ponerse manos a la obra”. Apunta que el contacto es muy difícil y los whatsapp por ahora son escasos con los miembros del equipo. Únicamente, para saber que “ya están sobre el terreno”. Una vez instalados, ahora viene lo duro.

Ambos responsables estiman que sus unidades trabajarán durante una semana. "Es el plazo habitual porque se asume que a partir de las 72 horas disminuyen mucho las posibilidades de supervivencia de una persona bajo los escombros”, explica Izquierdo. Coincide Belloch, indicando que "en trabajos de localización de personas no pasaremos más de 6-7 días porque es muy poco probable encontrar a alguien vivo a esas alturas".

Nos llega un mensaje de destrucción, nuestros compañeros transmiten toda esa devastación
Sergio Belloch

No obstante, el bombero añade que "en cualquier caso, salimos con supervivencia para diez días con comida y agua para garantizar poder estar operativos ese plazo".

Una semana de máximo estrés y riesgo con el único refugio de un "campamento base" en la zona, donde dormirán y retomarán fuerzas en los pocos ratos de descanso que tengan. Los turnos de trabajo aún no están claros, pero nadie duda de que serán labores a destajo. Un grupo de coordinación en cada área de rescate trata de organizar la particular Torre de Babel de idiomas y nacionalidades, una labor logística compleja, especialmente en una zona tan destrozada y en condiciones climatológicas de frío extremo.

"A nosotros nos llega un mensaje de destrucción, nuestros compañeros transmiten toda esa devastación. Cuentan que desde el aeropuerto mismo se sentía el estrés, la penumbra. De hecho han sentido literalmente los destrozos desde el primer momento, como en el edificio que han tenido que revisar", remata Belloch, sabedor de que sus miembros y el resto de voluntarios lo darán "todo". 

Porque cada minuto cuenta para salvar vidas.

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos.