La UE se pone seria con el ecodiseño y crea un pasaporte para los productos
"En la fase de diseño se determinan el 80% de los impactos ambientales de un producto o servicio", analizan en las redes.
Desde la cuenta @todos_somos_reciclaje de TIkTok se han hecho eco de un importante debate que está teniendo lugar en el seno comunitario. En un vídeo de un minuto, el creador de contenido pone el foco en una de las propuestas de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (ENVI) del Parlamento Europeo en materia de ecodiseño "para hacer los productos más circulares, eficientes y respetuosos con el medioambiente en todo su ciclo de vida".
Desde dicha publicación señalan que "estas medidas permitirían a los consumidores ahorrar energía, facilitar las reparaciones y tomar decisiones ecológicas inteligentes cuando compren, ahorrándose dinero a largo plazo", al tiempo que recuerdan que "está previsto que el informe se apruebe durante la sesión plenaria de julio de 2023 y constituirá la posición negociadora del Parlamento con los gobiernos de la UE sobre la forma final de la legislación".
¿En qué consiste la propuesta?, ¿cómo funcionaría el pasaporte de productos comunitarios?
Pero, ¿de qué va todo esto? La Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo ha aprobado hace dos semanas un informe que prohíbe la obsolescencia programada para evitar que los fabricantes limiten la vida útil de un producto a través de características de diseño, al tiempo que les obliga a ofrecer actualizaciones de software, consumibles, repuestos y accesorios durante un periodo adecuado.
Los eurodiputados han adoptado (con 68 votos a favor, 12 en contra y 8 abstenciones) su posición sobre la revisión del marco de diseño ecológico de la UE para productos sostenibles, que establece que los productos solo pueden venderse si van acompañados de un pasaporte, que contenga información precisa y actualizada.
Este pasaporte permitirá a los consumidores y las empresas tomar decisiones informadas al comprar productos, facilitar las reparaciones y el reciclaje y aumentar la transparencia sobre el impacto ambiental de lo que están comprando.
Los productos también deben ser fáciles de reparar y los consumidores deben tener acceso a las pautas de reparación, mientras que los operadores económicos que destruyen bienes no vendidos tendrán que informar el número anual y el porcentaje de productos que descartaron y esgrimir razones.