Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
Un experto en misiles sabe por qué la superarma mortífera de Putin todavía no está en funcionamiento y mira a Ucrania

Un experto en misiles sabe por qué la superarma mortífera de Putin todavía no está en funcionamiento y mira a Ucrania

El Sarmat está diseñado para reemplazar al R-36 de la era soviética, al que la OTAN llama SS-18 "Satanás".

El misil RS-28 Sarmat, conocido por la OTAN como Satán II, en una base militar rusa.Ministerio de Defensa de Rusia

El experto en misiles del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, Timothy Wright, ha afirmado que las dificultades de Rusia para poner en funcionamiento su nuevo misil balístico intercontinental (ICBM) con capacidad nuclear RS-28 Sarmat (OTAN: SS-X-29/30 Satan II) se deben a que la anexión de Crimea y partes del Donbass por parte de Rusia en 2014 resultó en la pérdida de la experiencia ucraniana de la que dependía.

Así se desprende de un informe que publica Business Insider en el que cita al experto. Este señaló que, históricamente, gran parte de las instalaciones y el personal de diseño y fabricación de misiles balísticos intercontinentales se encontraban en Ucrania, en particular los relacionados con los sistemas de combustible líquido. 

Durante más de 20 años tras su independencia, la industria de defensa ucraniana trabajó con y junto a la de Rusia, que llegó a depender de la tecnología nuclear y de misiles de Kiev, según apunta el medio Kyiv Post.

El Sarmat está diseñado para reemplazar al R-36 de la era soviética, al que la OTAN llama SS-18 "Satanás". Su primera versión entró en servicio por primera vez en la década de 1970 y ha sido modificada desde entonces. La empresa que lo diseñó y lo mantuvo, Pivdenmash, conocida como Yuzhmash en Rusia, estaba en lo que hoy es Ucrania. De hecho, se dijo en noviembre que Rusia podría haber atacado la planta de Pivdenmash, dato no confirmado independientemente.

Después de 2014, cesó toda la cooperación militar entre los dos países y el trabajo en el RS-28 pasó al Centro Estatal de Misiles Makeyev, que también recibió la responsabilidad del mantenimiento de los misiles R-36. Pero esto no funcionó, según Maxim Starchak en una evaluación de 2023 para el Carnegie Endowmenten la que dijo que los lanzamientos de prueba habían cesado y que serían reemplazados por controles anuales de seguridad de los misiles y ojivas R-36.

Wright afirmó que debería haber sido obvio que Rusia no tenía experiencia con motores de combustible líquido, ni en la oficina de Makeyev ni en el Instituto de Tecnología Térmica de Moscú, que, antes de 2014, se dedicaban principalmente al diseño de motores de cohetes sólidos para misiles balísticos intercontinentales. 

Por ello, Wright apuntó que la elección del combustible líquido para el Sarmat era "muy extraña", y añadió que "es lo que los ucranianos hacían antes por ellos [los rusos]. Esa es una de las razones por las que están teniendo muchos problemas [con el nuevo misil]".

El desarrollo del Sarmat se ha visto afectado por retrasos constantes. Las pruebas iniciales estaban previstas para 2015, pero se retrasaron dos años. Además, el único lanzamiento de prueba exitoso se realizó en 2022. En 2018, el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo a la Asamblea Federal en su discurso anual que Sarmat superaría a todos los sistemas de defensa aérea y que "no hay análogos en el mundo y no los habrá durante mucho tiempo".