Papá primerizo motorizado: ¿Nuevo o usado?

Papá primerizo motorizado: ¿Nuevo o usado?

Con las prisas y las emociones se cometen muchos errores, pero por eso mismo conviene fijar a fuego el presupuesto y las necesidades, no vayamos a llegar a casa con un biplaza descapotable de 50.000 € cuando lo que queríamos y necesitábamos era un cuatro plazas de 20.000 €.

  5c8b3d603b000072066d49ce

Está claro que siempre es más chulo estrenar el coche en el concesionario, pero...

¿Nuevo o usado? Esa es la gran cuestión. Comprarse un coche es algo que no hacemos todos los días (o al menos no deberíamos, aunque algunos estemos tan trastornados por esto de las cuatro ruedas que acabemos haciéndolo demasiado a menudo). Y cuando llega el momento muchas son las dudas que nos asaltan la cabeza.

Hay quienes te argumentarán que comprar nuevo siempre es algo con más garantías, y algo más especial, porque te permite coger ese olor a nuevo, especificar tu coche a tus gustos exactos, tener el gustazo de estrenarlo sacándolo del concesionario, y disfrutar de ventajas en garantías, mantenimiento y financiación.

Pero la realidad es que comprar un coche nuevo del todo es quemar dinero en muchos casos. Déjame explicarme: Un coche nuevo tiende a perder un 40% de su valor en sus doce primeros meses de vida. Nada menos. Mientras que en el resto de su vida útil rebajará su devaluación anual a algo así como un 19%.

Comprar un coche ya matriculado, dentro de sus primeros dos años de vida, es una manera de frenar nuestra pérdida económica, ya que nos protegeremos ante la devaluación instantánea de ese 20% de más que se sufre al comprar algo nuevo, sin matricular.

Vamos, que si nuestro presupuesto de compra son 25.000 € para el coche, irnos al mercado de segunda mano puede ahorrarnos 10.000 para un coche equivalente, pero ya con unos 18 meses (15.000 €), o poder acceder a un coche más equipado, motorizado o de segmento superior, usado, con el mismo presupuesto de 25.000 €.

Pero sí, hay varios puntos peligrosos a tener en cuenta, y que vamos a tratar de recordarte.

Para empezar, hablando de nuevos, conviene que no descartes comprar un coche nuevo hasta haberte pasado por todos los concesionarios que te interesen a pedir presupuestos. En la situación comercial actual, los precios de tarifa oficial están muy lejos de ser un reflejo real del precio de venta de los coches. Todas las marcas y todas las concesiones acaban ofreciendo jugosos descuentos, o cuentan con coches ya matriculados a tarifas competitivas que pueden convencerte de optar por algo nuevo, aunque sólo esté matriculado. Claro que en este sentido hay que tener la cabeza dura y no dejarse llevar por el comercial ventajista de turno.

Y es que los comerciales te venden lo que tienen, no lo que necesitas. Ese es un mandamiento muy importante a tener en cuenta. Si has decidido un presupuesto, un tipo de coche, un color, un motor y un equipamiento, atrinchérate psicológicamente ahí, y no dejes que el comercial te mueva, porque él tiene intereses económicos para hacerlo, y su estrategia va a ser intentar colarte lo que a él le convenga.

Pero si cambiamos el chip a usados, el tema es completamente distinto. Mi primer consejo para comprar un coche usado es que hagas tu lista mental de lo que buscas y quieres, lo mismo que con un coche nuevo. No mires el mercado para ver lo que hay. Sé crítico y busca lo que te interese, porque si no puedes caer en el error de acabar comprando cualquier cosa.

El segundo consejo, dado que estamos hablando de un coche familiar, un coche que te tiene que durar mucho tiempo y resultar fiable, es que compres coches con bajos kilometrajes, dentro de sus dos o tres primeros años de vida, pues te protegerás de la gran devaluación de comprar un coche nuevo, pero también mantendrás en muchos casos la garantía oficial del vehículo, al tiempo que este tendrá más posibilidades de estar en buen estado.

¿Comprar a particulares o a profesionales?

Esta es otra gran duda para el que compra usado. El mercado entre particulares tiene la ventaja de ofrecer siempre precios mucho mejores tanto para vendedor como para comprador, y contar con una mayor oferta.

El problema está en verificar el estado del vehículo. Si no eres un buen técnico, para juzgar el estado del coche, el mejor consejo que te podemos dar es que gastes dinero en ir a un taller oficial de la marca del coche en cuestión, y realizar una inspección a fondo del vehículo, en busca de certificar el estado de los órganos mecánicos, del tren de rodaje, descartar accidentes, problemas electrónicos y demás. Con esta revisión te quedarás más tranquilo sobre el futuro del coche. Si el vendedor se niega, algo tiene que ocultar, mal asunto.

Comprar, en cambio, a un profesional te dará la tranquilidad de contar con una garantía de 12 meses, aunque no por tener una garantía esto será una mejor compra a la fuerza. Con la experiencia de años en la mano te puedo decir que muchos compra-venta venden coches en estados lamentables, aún con la garantía en vigor. Coches con golpes, desalineados, o con fallos mecánicos. No, no todos los compraventa son iguales, pero tienes que tirar de tu sexto sentido y aprender de quién puedes y de quién no puedes fiarte.

Movilidad es la clave

Otra gran pega para muchos compradores potenciales, sobre todo de usado, es dedicarse y limitarse a comprar coches en su provincia de residencia. Con internet en la mano, y con un mercado cada vez más global, los mejores precios y oportunidades se encuentran abriendo la mente a viajar, a comprar coches lejos de casa.

Mi consejo, en este sentido, es que tu radio de compra sea de al menos 350 kilómetros alrededor de tu ciudad de residencia. Esto ampliará en mucho la bolsa de ofertas en usado que puedes tener ante ti.

Comprar un coche lejos de tu casa no es necesariamente complicado, y puede que la oferta que necesites esté justo a dos horas en coche de tu casa.

¿Pero me decido ya por usado o nuevo?

La semana pasada ya fijamos presupuesto y tipología de coche, si recuerdas. Creo que esta semana no podemos hablar de fijar ya si quieres nuevo o usado. Creo que lo ideal es ir mirando en paralelo el mercado de nuevos y usados, y tomar la decisión final ya con las ofertas concretas en la mano.

En nuestro caso, en las próximas entregas ya vamos a pasar a crear dos listas de posibles. Una será de combinaciones de vehículos usados, y otra de coches nuevos, antes de pasar a probarlos y valorarlos uno a uno de cara a decidir con cuál nos quedamos.

Y esa decisión final la tomaremos ya con todas las cartas en la mesa. Lo único que te recuerdo que es importante es: saber lo que quieres, y saber lo que quieres pagar. Con las prisas y las emociones se cometen muchos errores, pero por eso mismo conviene fijar a fuego el presupuesto y las necesidades, no vayamos a llegar a casa con un biplaza descapotable de 50.000 € cuando lo que queríamos y necesitábamos era un cuatro plazas de 20.000 € (sí, estas cosas son las que me suelen pasar a mí...).