A cortar la calle, que no pase nadie...

A cortar la calle, que no pase nadie...

Todo comenzó en el pasado mes de febrero cuando falleció una vecina, en el choque frontal contra un camión. Fue la gota que colmó el vaso, ya que en los últimos años, en ese tramo se produjeron 15 víctimas mortales. Desde entonces, los convecinos, con el apoyo del alcalde, Luis Lloret, han estado cortando el tránsito por la carretera, dos veces al día, hasta prohibir la circulación de vehículos pesados.

Los medios de comunicación han informado días pasados que la Generalitat ha prohibido el paso por un tramo de la Nacional II a los camiones de más de 4 ejes, obligándoles a transitar por la autopista de peaje AP7.

Este tramo cortado al tránsito de camiones comporta 90 kilómetros y atraviesa el municipio de Bàscara, en la provincia de Girona, de algo menos de 1.000 habitantes. Todo comenzó en el pasado mes de febrero cuando falleció una vecina, en el choque frontal contra un camión. Fue la gota que colmó el vaso, ya que en los últimos años, en ese tramo se produjeron 15 víctimas mortales. Desde entonces, los convecinos, con el apoyo del alcalde, Luis Lloret, han estado cortando el tránsito por la carretera, dos veces al día, hasta que han visto cumplido sus deseos de prohibir la circulación de vehículos pesados.

Lo primero que nos llama la atención es que sea la Generalitat la que ha tomado la decisión, cuando nuestra Carta Magna en su Artículo 148, apartado 5º dice que "Las Comunidades Autónomas podrán asumir competencias en las siguientes materias: 5.ª Los ferrocarriles y carreteras cuyo itinerario se desarrolle íntegramente en el territorio de la Comunidad Autónoma y, en los mismos términos, el transporte desarrollado por estos medios o por cable", algo que es evidente que no ocurre con la N-II, que une Madrid con la frontera francesa, atravesando las Comunidades de Madrid, Castilla-León, Aragón y Catalunya. Tendría por tanto que ser el Ministerio de Fomento quien tomase la decisión de cortar una carretera de ámbito nacional, incluso a su paso por una Comunidad Autónoma.

Con ser grave esta decisión incompetente, más grave me parece que unos ciudadanos consigan sus objetivos reivindicativos llevando a cabo una grave infracción. Pero está muy claro que en este país, todo vale. ¿Alguien me puede decir dónde se publica la lista de las normas que pueden no cumplirse?

No conozco el caso concreto de Bàscara, pero en general, en España, las carreteras no atraviesan los pueblos, sino que son los pueblos los que han crecido al borde de las carreteras. En su gran mayoría, las flamantes carreteras de circunvalación se han visto en pocos años convertidas en solares para la especulación inmobiliaria. Y sus habitantes, con alguna lógica, protestaban por el ruido y el tráfico. El caso más flagrante que recuerdo se dio en la localidad de San Sebastián de los Reyes, en los alrededores de Madrid. En las proximidades del Circuito del Jarama se construyó una urbanización de chalets y sus propietarios estuvieron muchos meses cortando la carretera para protestar por el ruido del circuito, construido 15 años antes. Lo cierto es que consiguieron que se levantara una barrera sónica para reducir las molestias.

Recuerdo aquella canción infantil que nos animaba a "cortar la calle para que no pase nadie". Es lo que han venido haciendo estos vecinos de Bàscara, pero alcanzando un objetivo mucho más sólido: cortar la principal vía de tránsito entre España y Europa, obligando a los camiones a utilizar una vía de peaje.

Es verdad que la Generalitat ha realizado las gestiones oportunas para que este peaje sea reducido en un 50 por ciento, pero no más. Quien utilice la N-II por ese municipio será denunciado y multado con 500 euros. Ya la Federación de Transportistas ha protestado, exigiendo que el peaje sea gratuito. Bien está esta demanda, pero lo que tenía que hacer FANADISMER era exigir que fuese abolida esta prohibición.

Un país no puede funcionar sin transporte de mercancías y su regulación no puede estar condicionada por un grupo de vecinos, con su alcalde al frente.

Es incuestionable que estos tramos de excepcional peligrosidad tienen que ser analizados, mejorados o suprimidos. Y mientras eso no suceda, el tráfico debe ser regulado en la velocidad y en los horarios. Técnicos tiene Fomento (y la Generalitat) para tomar las medidas oportunas. Pero lo que choca contra todas las normas es la prohibición del tránsito en una vía preferente; y más inconcebible aun, que sean los movimientos vecinales quienes decidan dónde y cómo se regula la circulación... por muy cargados de razón que estén, que en eso no entro.