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Adiós para siempre a los mosquitos: el ingenioso truco que se hace con el producto que tenemos todos en el baño

Adiós para siempre a los mosquitos: el ingenioso truco que se hace con el producto que tenemos todos en el baño

Un sencillo método en el que intervienen el algodón y los aceites esenciales se ha revelado como una alternativa eficaz a los sprays químicos y a los repelentes caros.

Una mujer se rasca el brazo tras una picadura de mosquito, una de las molestias más comunes del verano.
Una mujer se rasca el brazo tras una picadura de mosquito, una de las molestias más comunes del verano.Viktoriya Skorikova

Los días largos y calurosos del verano traen consigo una pesadilla natural e inevitable: los mosquitos. Ni las casas ni los jardines se libran de su presencia, y lo habitual es recurrir a los aerosoles o a los enchufes eléctricos que, además de resultar caros, liberan productos químicos que muchos prefieren evitar. Sin embargo, existe un remedio casero, barato y accesible, que está ganando muchos adeptos: un sencillo algodón impregnado con los aceites esenciales adecuados. Según la web Ruhr24, este método funciona como una auténtica barrera natural contra los insectos.

La fórmula no requiere más que un producto habitual en cualquier baño: un disco o una bola de algodón. Sobre él se vierten cuatro o cinco gotas de aceite de lavanda y de aceite de menta, dos aromas agradables para las personas pero que funcionan como repelentes para los mosquitos y las moscas. El algodón se coloca en una pequeña bandeja cerca de la ventana, en la mesa del jardín y de la terraza o en cualquier punto en el que se quiera ahuyentar a los insectos. Cuando el aroma empieza a perder intensidad, basta con añadir unas gotas más para mantener el efecto.

La clave está en la mezcla. Investigaciones recientes señalan que la unión del linalool y del linalilacetato, presentes en el aceite de lavanda, potencia su efecto repelente. La menta, por su parte, aporta el mentol y la mentona, que multiplican la eficacia del conjunto. Otro de sus componentes, el menthofurano, también reduce incluso la probabilidad de que los mosquitos se posen sobre la piel.

Aunque la mezcla de la lavanda y la menta resulta especialmente efectiva, no son las únicas opciones. Los aceites de citronela, de eucalipto, de limón, de cedro, de romero, de clavo o de melisa también interfieren en el sistema olfativo de los insectos, desorientándolos y evitando que localicen a las personas por el olor corporal o la respiración. La lavanda, en particular, ofrece una ventaja añadida: además de repeler a los mosquitos y a las moscas, actúa contra las polillas y otros insectos domésticos.

Este método sencillo y natural se perfila así como una alternativa práctica frente a los repelentes industriales. Con apenas un algodón y unas gotas de los aceites esenciales, se puede mantener a raya a los mosquitos durante todo el verano.