Cèlia Masagué, veterinaria: "Dejar las mascotas al cuidado de personas mayores puede ser peligroso"
El cambio de hábitos o un exceso de permisividad pueden provocar en estos animales desde estrés a falta de ganas de comer o tristeza.

Cuando llegan las vacaciones o los días festivos, muchas familias optan por dejar a su mascota a los abuelos, igual que hacen con los niños. Pero, en el caso de los animales, estos cambios les pueden suponer un estrés que puede ser arriesgado para su salud. Muchos expertos insisten en la importancia de tener en cuenta estos riesgos a la hora de tomar decisiones precipitadas que pueden afectar a nuestras mascotas
Entre ellos está la veterinaria Cèlia Masagué, de la clínica Vetmedicine de Barcelona quien ha advertido de que “dejar a las mascotas al cuidado de nuestros mayores suele ser una combinación peligrosa”, según ha contado en La Vanguardia. Esta doctora desaconseja, siempre que sea posible, tomar esta decisión, salvo que sea de forma excepcional, como en esos casos en los que la mascota está ya muy familiarizada con la persona que le va a cuidar.
El principal problema es que estos cuidadores esporádicos no suelen estar familiarizados con las necesidades de la mascota, especialmente en los casos, que son muy numerosos, en los que necesidad algún tipo de cuidados especiales, dietas o pautas de conducta concretas. Y muchas personas mayores que, en un principio manifiestan que están encantadas de quedarse con el perrito de sus nietos unos días, al final pueden acabar viviendo una situación complicada o incluso de pesadilla y la mascota no logra adaptarse a ellos y viceversa, resaltan también los expertos.
Otro de los riesgos que resalta la veterinaria Masagué hace referencia a la “permisividad”, es decir a no poner la falta de límites que muchas personas mayores suelen tener con estas mascotas. Esto hace que las “malcríen en exceso”, dice la veterinaria, bien a través del alimento o permitiendo conductas que no serían aceptables en casa de los dueños.
Además, la atención a los perros, en concreto, también puede requerir exigencias física, especialmente en el caso de los perros, como el realizar con ellos paseos regulares y juegos, “tareas que pueden llegar a resultar agotadoras para algunas personas mayores, menos acostumbradas a la movilidad”, realta esta veterinaria.
El principal consejo de Masagué en estas ocasiones es que los mayores es "si la mascota muestra signos de falta de alegría, timidez o pierde las ganas de comer”, y, en concreto, en el caso de los perros, en las que se pueden detectar de forma más fácil. También resalta que se debe transmitir al familiar que se queda con nuestra mascota todas las rutinas del animal para que intente seguirlas igual que en su casa.
En este mismo sentido, no conviene, según los veterinarios, que estos cuidadores esporádicos "improvisen" o "vayan por libre" creando hábitos nuevos en los animales, relacionados con la alimentación, con los hábitos de salir a pasear, por ejemplo, o con lo que puede o no hacer en la casa. Otro aspecto que hay que tener en cuenta son las palabras con las que esté más familiarizado el animal, el transmitírselas a los cuidadores para que sean las que usen ellos también.
Además, la cuestión es que, en general, “los animales domésticos no suelen llevar demasiado bien el cambio de rutinas y les cuesta acostumbrarse”, advierte Masagué. Por so, recomienda que, en la medida de lo posible, se deje mejor las mascotas en manos de un profesional, que, idealmente, sea el que conozca o trate a ese animal periódicamente.
