Algunas razas de perros son más propensas a vincularse con una persona concreta de la familia en la que viven, mientras que otras suelen hacerlo con menor probabilidad. Entre las siguientes razas de perros están algunas que son particularmente conocidas por apegarse mucho a una persona, incluso excluyendo a otras del grupo, por ejemplo, los akita, chihuahua, beagle, perro tejonero, oastor alemán y caballero.

Pero, como ha explica a la veterinaria Page Mader en la revista Reader’s Digest, “la persona favorita de un perro suele ser su cuidador”, quizás algo que ya muchos nos imaginábamos o incluso hemos comprobado alguna vez. La razón, según Mader, es que "es persona no sólo le proporciona cuidados diarios, sino que también le da cariño y se asegura de que esté cómodo, y enriquece su vínculo al hacerlo más seguro”.

Otro aspecto a tener en cuenta es que la personalidad y el temperamento tanto de los animales como de las personas que viven con ellos también pueden influir en su elección. Por ejemplo, un perro tímido y temeroso puede sentirse atraído por el miembro más tranquilo de la casa, mientras que un amigo de cuatro patas seguro y enérgico puede preferir al miembro extrovertido de la familia.

En cuanto a las reacciones de un perro ante su persona preferida suele ser que presta atención rápidamente a sus señales, mueve la cola cuando la ve, quiere estar todo el rato cerca de ella, le gusta acurrucarse a su lado, incluso sentir su contacto y mantiene contacto visual siempre con ella.

Pero, ¿puede un perro cambiar de persona favorita? Pues, según Mader, sí puede ocurrir. "La mayoría de las veces, esto se debe a un cambio en la dinámica del hogar, por ejemplo, si el propietario se muda a otra ciudad por estudios, donde no puede llevar consigo a su amigo de cuatro patas", explica.

Esta experta, además, destaca que si el estado mental de una persona favorita cambia, el perro puede variar su preferencia hacia alguien cuyo comportamiento sea más estable. De hecho, un estudio reciente descubrió que el estrés humano tiene un efecto negativo en los perros, volviéndolos pesimistas, afirma esta veterinaria.