Un vecino de Burgos se ha llevado una gran sorpresa al ver cómo un inmenso nido de cigüeñas ha hecho estragos en un inmueble de su propiedad situado entre las localidades burgalesas de Quintanilla del Agua y Lerma.

En declaraciones a El País, el dueño de la construcción, el agricultor Nicolás Serna, ha destacado que "cuando compré la finca en 2015, la construcción estaba recta, pero al segundo año se comenzó a torcer".

Y el motivo no es otro que el titánico nido que han construido las cigüeñas en el tejado. El mismo, en estos momentos mide aproximadamente dos metros de altura y pesa casi una tonelada.

En colaboración con el Ayuntamiento de Lerma, el agricultor ha explicado que "decidimos poner un cable para sujetarlo, pero como vimos que se continuaba torciendo, también echamos tres cisternas de hormigón, pero no sabemos cuánto aguantará porque la edificación es de ladrillo".

Nicolás Serna se ha mostrado sorprendido de que el nido no se caiga. En ese sentido, ha señalado que las cigüeñas "parece que son ingenieras porque saben cómo equilibrar el nido a pesar de lo torcida que está la torre".

Por su parte, Blas Molina, biólogo y técnico de la ONG ornitológica SEO/BirdLife, ha detallado a El País que ese nido gigante se trata en realidad de tres nidos superpuestos que han sido amontonando con el paso del tiempo.

"Todas las temporadas, las cigüeñas aportan material e incluso regresan al mismo nido y si el proceso se repite año tras año llega un momento que pasa lo que vemos en ese nido", ha apuntado al respecto el experto.

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