Arranca el plan velado de los supermercados y grandes tiendas para recuperar las cocinas del pueblo de tus abuelos
Una fórmula que mezcla estética, nostalgia y sostenibilidad.

En un mercado donde las emociones pesan casi tanto como el producto, la nostalgia se ha convertido en una poderosa herramienta comercial. Esto es algo que las marcas tienen muy presente: basta con evocar un recuerdo cálido, como la omnipresente vajilla Duralex que muchos vimos en casa de nuestros abuelos, para activar un vínculo inmediato con el consumidor. Ese regreso a lo familiar está redefiniendo las estrategias de las grandes superficies.
Sin ir más lejos, Zara Home, IKEA o Carrefour, entre otros, están lanzando colecciones y lineales pensados para reproducir la atmósfera de las cocinas rurales de antaño. Platos, fuentes y vajillas de estética “de la abuela” ocupan cada vez más espacio en catálogos y estanterías, y no es casualidad: detrás hay una fórmula que mezcla tendencia estética, sostenibilidad y una jugosa oportunidad comercial.
¿Por qué ahora? El auge del consumo más responsable y la búsqueda de piezas con “historia” ha hecho que lo retro deje de ser nicho para convertirse en una corriente dominante. Además, el mercado de artículos de segunda mano y la recuperación de objetos vintage ha crecido, lo que refuerza la demanda tanto de piezas originales como de reinterpretaciones modernas.
Para los supermercados y las grandes superficies la oportunidad es doble: por un lado capturan a consumidores jóvenes atraídos por la estética nostálgica y, por el otro, ofrecen alternativas nuevas que evitan los costes y la incertidumbre del vintage auténtico. El resultado es una oferta que promete “lo de antes” con garantía moderna y precios accesibles.
IKEA: Vajilla de la colección HAVSGÄDDA
El gran gigante sueco ha colocado en su gama reciente piezas de vidrio templado con formas y colores que remiten a lo tradicional (rayas, tonos grises y rosas suaves) bajo nombres de colección modernos pero con un claro guiño retro. Estas referencias aparecen promocionadas como piezas prácticas, apilables y aptas para lavavajillas, que “recuerdan” a la vajilla de siempre pero adaptada al consumo actual.
Zara Home: Vajilla floral azul
En la misma dirección, la oferta de cadenas de decoración ha recuperado estampados florales y motivos que evocan porcelanas clásicas. Zara Home, por ejemplo, comercializa juegos y piezas sueltas con decorados florales en azul que remiten a clásicos de alta gama del pasado, como la mítica vajilla de La Cartuja. Además de los tres tipos de platos, también se incluye la tradicional sopera, esa pieza que, para muchas familias, era signo de mesa “de fiesta”.
Carrefour: Vajilla Alfares de Santa Clara
Los grandes supermercados no se quedan atrás: en sus secciones de hogar y menaje se suceden lanzamientos de vajillas de fabricación nacional, con diseños inspirados en modelos populares de los hogares rurales. Concretamente, Carrefour ofrece líneas como la colección Alfares de Santa Clara, una vajilla de porcelana que recupera formas y acabados que muchos reconocen por haber visto en las cocinas de sus abuelos, y que se presenta como una alternativa asequible y duradera para uso diario.
