La tienda paquistaní de Barcelona que oculta una coctelería muy innovadora
Una lugar donde la excelencia culinaria y el buen ambiente van unidos.
Barcelona es una ciudad que vibra con energía las 24 horas del día. Su vida nocturna es famosa por ser diversa y emocionante, ofreciendo opciones para todos los gustos. Entre sus rincones más fascinantes se encuentran los bares clandestinos, lugares ocultos que ofrecen experiencias exclusivas. Se trata de una tendencia en auge que cada vez cautiva a un mayor número de gente y se consolida como una de las experiencias más excitantes de la ciudad.
Uno de los más recientes y fascinantes ejemplos de este fenómeno es Bar Monk, situado en Carrer dels Abaixadors, 10, en el barrio de Ciutat Vella. A primera vista, este local parece una simple tienda paquistaní, con estanterías llenas de productos y una decoración modesta. Pero detrás de esta fachada común se esconde una coctelería innovadora que ha llamado la atención de los noctámbulos de la ciudad.
En su carta podemos encontrar una gran variedad de cócteles de autor y una selección de platillos venezolanos. Cada bebida está inspirada en un artista musical, creando una experiencia inmersiva y artística que atrae a sus instalaciones a los más melómanos. A su vez, los bármanes son auténticos alquimistas, ya que juegan con texturas, sabores y presentaciones inesperadas convirtiendo cada cóctel en una experiencia multisensorial.
Expertos en mixología
Este local está construido dentro de una finca de finales del siglo XVIII, algo que se puede apreciar en los arcos y bóvedas góticos que adornan su interior. Abrió sus puertas como bar clandestino el pasado 2022 y desde entonces se ha consolidado como uno de los bares nocturnos de mayor reputación en la zona. Los clientes destacan el excelente servicio y el ambiente único que convierte a Monk en una parada obligatoria en la noche de Barcelona.
Aunque este lugar no solo destaca por sus cócteles, sino también por su rica gastronomía. Cuenta con un apartado de comida caribeña a cargo de una chef venezolana que aporta su toque más personal a los platos, como los nigiris tropicales hechos con arroz al vinagre frito, atún picante y envueltos en una hoja de shisho morado. Eso sí, los cócteles no se quedan atrás ni mucho menos, sino que estos son elaborados con ingredientes de calidad y servidos en copas elegantes, haciendo de cada bebida una obra de arte.
Visitar Monk es más que disfrutar de un buen trago. Es vivir una experiencia completa donde la excelencia culinaria y el buen ambiente van de la mano. Todo ello en un ambiente que mezcla lo ecléctico con lo acogedor, creando un espacio que invita tanto a la conversación como a la contemplación de lo inesperado. Un bar graduado en mixología que ofrece una de las mejores experiencias nocturnas en un lugar escondido que no deja indiferente a nadie.