En la República Checa, el uso de tarjetas de crédito y débito ha superado ampliamente al efectivo como método de pago preferido. Según una reciente encuesta, el 75% de los checos prefiere pagar con tarjeta, y más de la mitad de la población utiliza tarjetas en sus teléfonos móviles para realizar pagos. 

Esta dinámica ha chocado de pleno con una conocida cadena de supermercados alemana, Lidl, según recoge el portal checo Techsvet. A pesar de la tendencia hacia los pagos digitales, todavía hay personas que prefieren pagar con efectivo y se sienten frustradas cuando no pueden hacerlo.

Un ejemplo de esto es la situación en las cajas de autoservicio de Lidl, donde solo se aceptan pagos con tarjeta de crédito o tarjeta de regalo. Muchos clientes no están al tanto de esta restricción y se enteran solo cuando intentan pagar sus compras, lo que puede generar situaciones incómodas y frustrantes.

El incidente con una anciana

Un incidente en Lidl, compartido en Facebook y recogido en la mencionada información, ilustra esta problemática. Una anciana, después de marcar toda su compra, descubrió que no podía pagar en efectivo en la caja de autoservicio. Enfadada, abandonó la tienda dejando toda la mercancía en el mostrador, lo que puso la caja fuera de servicio para otros clientes.

Las cajas de autoservicio, aunque populares por su rapidez y eficiencia, no permiten pagos en efectivo, lo que puede ser un inconveniente para algunos clientes. La tendencia de permitir únicamente pagos con tarjeta surgió durante la pandemia del coronavirus, cuando se recomendaban pagos sin contacto por razones de seguridad.

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