Los reyes de la patata tienen el remedio para evitar los brotes

Los reyes de la patata tienen el remedio para evitar los brotes

Se trata de un truco fácil y sencillo.  

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Los reyes de la patata tienen el remedio para evitar los brotes

Se trata de un truco fácil y sencillo.  

Los reyes de la patata tienen el remedio para evitar los brotes

Se trata de un truco fácil y sencillo.  

Closeup of seedlings of potatoes with sprouts in a plastic bag, prepared for planting on a wooden table.Getty Images/iStockphoto

La patata es uno de los alimentos más consumidos a nivel mundial. Es una excelente fuente de energía que proporciona una buena cantidad de vitaminas y minerales. Además, es un ingrediente fundamental en la cocina debido a la gran variedad de recetas que se pueden elaborar con este tubérculo.

Muchas veces las podemos dejar almacenadas durante un largo periodo de tiempo y como consecuencia, la patata tiende a germinar. Si no se hace correctamente, pueden empezar a brotar y cambiar de color. Los expertos no dan una respuesta clara sobre si su consumo es apto o no en estas circunstancias, sin embargo, han compartido la manera idónea para guardarlas y evitar que esto ocurra.

Cuando las patatas empiezan a brotar, generan sustancias perjudiciales para los seres humanos. Se trata de ciertos tipos de glicoalcaloides que pueden afectar negativamente nuestra salud. De hecho, cuanto más grandes sean las cantidades, el riesgo es mayor. Esto ocurre porque la patata altera su composición química para favorecer el crecimiento de los brotes.

Los pasos a seguir

Si los brotes son pequeños, basta con cortarlos con algo de margen para eliminar los compuestos tóxicos. La situación empeora si las patatas se vuelven verdes, en cuyo caso es mejor evitar su consumo. No obstante, estos procesos pueden ralentizarse si las patatas se almacenan en condiciones favorables.

El método más habitual consiste en colocar una manzana en una bolsa junto con las patatas. Esto funciona porque dicha fruta emite etileno, lo que frena el crecimiento de los brotes. Asimismo, las castañas tienen un efecto similar. Basta con recoger algunas y ponerlas junto a las patatas almacenadas. Es importante conservar todo a baja temperatura, preferiblemente en un sótano, donde la temperatura sea inferior a 15 grados centígrados.

Sin embargo, la cebolla hace el efecto contrario. Si los mantienes juntos se influyen mutuamente, acelerando la germinación. Por lo que es mejor guardarlos en espacios separados.

La patata es uno de los alimentos más consumidos a nivel mundial. Es una excelente fuente de energía que proporciona una buena cantidad de vitaminas y minerales. Además, es un ingrediente fundamental en la cocina debido a la gran variedad de recetas que se pueden elaborar con este tubérculo.

Muchas veces las podemos dejar almacenadas durante un largo periodo de tiempo y como consecuencia, la patata tiende a germinar. Si no se hace correctamente, pueden empezar a brotar y cambiar de color. Los expertos no dan una respuesta clara sobre si su consumo es apto o no en estas circunstancias, sin embargo, han compartido la manera idónea para guardarlas y evitar que esto ocurra.

Cuando las patatas empiezan a brotar, generan sustancias perjudiciales para los seres humanos. Se trata de ciertos tipos de glicoalcaloides que pueden afectar negativamente nuestra salud. De hecho, cuanto más grandes sean las cantidades, el riesgo es mayor. Esto ocurre porque la patata altera su composición química para favorecer el crecimiento de los brotes.

Los pasos a seguir

Si los brotes son pequeños, basta con cortarlos con algo de margen para eliminar los compuestos tóxicos. La situación empeora si las patatas se vuelven verdes, en cuyo caso es mejor evitar su consumo. No obstante, estos procesos pueden ralentizarse si las patatas se almacenan en condiciones favorables.

El método más habitual consiste en colocar una manzana en una bolsa junto con las patatas. Esto funciona porque dicha fruta emite etileno, lo que frena el crecimiento de los brotes. Asimismo, las castañas tienen un efecto similar. Basta con recoger algunas y ponerlas junto a las patatas almacenadas. Es importante conservar todo a baja temperatura, preferiblemente en un sótano, donde la temperatura sea inferior a 15 grados centígrados.

Sin embargo, la cebolla hace el efecto contrario. Si los mantienes juntos se influyen mutuamente, acelerando la germinación. Por lo que es mejor guardarlos en espacios separados.

La patata es uno de los alimentos más consumidos a nivel mundial. Es una excelente fuente de energía que proporciona una buena cantidad de vitaminas y minerales. Además, es un ingrediente fundamental en la cocina debido a la gran variedad de recetas que se pueden elaborar con este tubérculo.

Muchas veces las podemos dejar almacenadas durante un largo periodo de tiempo y como consecuencia, la patata tiende a germinar. Si no se hace correctamente, pueden empezar a brotar y cambiar de color. Los expertos no dan una respuesta clara sobre si su consumo es apto o no en estas circunstancias, sin embargo, han compartido la manera idónea para guardarlas y evitar que esto ocurra.

Cuando las patatas empiezan a brotar, generan sustancias perjudiciales para los seres humanos. Se trata de ciertos tipos de glicoalcaloides que pueden afectar negativamente nuestra salud. De hecho, cuanto más grandes sean las cantidades, el riesgo es mayor. Esto ocurre porque la patata altera su composición química para favorecer el crecimiento de los brotes.

Los pasos a seguir

Si los brotes son pequeños, basta con cortarlos con algo de margen para eliminar los compuestos tóxicos. La situación empeora si las patatas se vuelven verdes, en cuyo caso es mejor evitar su consumo. No obstante, estos procesos pueden ralentizarse si las patatas se almacenan en condiciones favorables.

El método más habitual consiste en colocar una manzana en una bolsa junto con las patatas. Esto funciona porque dicha fruta emite etileno, lo que frena el crecimiento de los brotes. Asimismo, las castañas tienen un efecto similar. Basta con recoger algunas y ponerlas junto a las patatas almacenadas. Es importante conservar todo a baja temperatura, preferiblemente en un sótano, donde la temperatura sea inferior a 15 grados centígrados.

Sin embargo, la cebolla hace el efecto contrario. Si los mantienes juntos se influyen mutuamente, acelerando la germinación. Por lo que es mejor guardarlos en espacios separados.

La patata es uno de los alimentos más consumidos a nivel mundial. Es una excelente fuente de energía que proporciona una buena cantidad de vitaminas y minerales. Además, es un ingrediente fundamental en la cocina debido a la gran variedad de recetas que se pueden elaborar con este tubérculo.

Muchas veces las podemos dejar almacenadas durante un largo periodo de tiempo y como consecuencia, la patata tiende a germinar. Si no se hace correctamente, pueden empezar a brotar y cambiar de color. Los expertos no dan una respuesta clara sobre si su consumo es apto o no en estas circunstancias, sin embargo, han compartido la manera idónea para guardarlas y evitar que esto ocurra.

Cuando las patatas empiezan a brotar, generan sustancias perjudiciales para los seres humanos. Se trata de ciertos tipos de glicoalcaloides que pueden afectar negativamente nuestra salud. De hecho, cuanto más grandes sean las cantidades, el riesgo es mayor. Esto ocurre porque la patata altera su composición química para favorecer el crecimiento de los brotes.

Los pasos a seguir

Si los brotes son pequeños, basta con cortarlos con algo de margen para eliminar los compuestos tóxicos. La situación empeora si las patatas se vuelven verdes, en cuyo caso es mejor evitar su consumo. No obstante, estos procesos pueden ralentizarse si las patatas se almacenan en condiciones favorables.

El método más habitual consiste en colocar una manzana en una bolsa junto con las patatas. Esto funciona porque dicha fruta emite etileno, lo que frena el crecimiento de los brotes. Asimismo, las castañas tienen un efecto similar. Basta con recoger algunas y ponerlas junto a las patatas almacenadas. Es importante conservar todo a baja temperatura, preferiblemente en un sótano, donde la temperatura sea inferior a 15 grados centígrados.

Sin embargo, la cebolla hace el efecto contrario. Si los mantienes juntos se influyen mutuamente, acelerando la germinación. Por lo que es mejor guardarlos en espacios separados.

La patata es uno de los alimentos más consumidos a nivel mundial. Es una excelente fuente de energía que proporciona una buena cantidad de vitaminas y minerales. Además, es un ingrediente fundamental en la cocina debido a la gran variedad de recetas que se pueden elaborar con este tubérculo.

Muchas veces las podemos dejar almacenadas durante un largo periodo de tiempo y como consecuencia, la patata tiende a germinar. Si no se hace correctamente, pueden empezar a brotar y cambiar de color. Los expertos no dan una respuesta clara sobre si su consumo es apto o no en estas circunstancias, sin embargo, han compartido la manera idónea para guardarlas y evitar que esto ocurra.

Cuando las patatas empiezan a brotar, generan sustancias perjudiciales para los seres humanos. Se trata de ciertos tipos de glicoalcaloides que pueden afectar negativamente nuestra salud. De hecho, cuanto más grandes sean las cantidades, el riesgo es mayor. Esto ocurre porque la patata altera su composición química para favorecer el crecimiento de los brotes.

Los pasos a seguir

Si los brotes son pequeños, basta con cortarlos con algo de margen para eliminar los compuestos tóxicos. La situación empeora si las patatas se vuelven verdes, en cuyo caso es mejor evitar su consumo. No obstante, estos procesos pueden ralentizarse si las patatas se almacenan en condiciones favorables.

El método más habitual consiste en colocar una manzana en una bolsa junto con las patatas. Esto funciona porque dicha fruta emite etileno, lo que frena el crecimiento de los brotes. Asimismo, las castañas tienen un efecto similar. Basta con recoger algunas y ponerlas junto a las patatas almacenadas. Es importante conservar todo a baja temperatura, preferiblemente en un sótano, donde la temperatura sea inferior a 15 grados centígrados.

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

Sobre qué temas escribo

Tengo el privilegio de escribir sobre una amplia variedad de temas, con un enfoque que abarca tanto actualidad como estilo de vida. Escribo con la intención de contarte historias que te interesen y ofrecerte información que hagan tu vida un poco más fácil.


Te ayudo a no caer en estafas, te doy consejos de salud y cuidado personal, además de recomendaciones de destinos para tu próximo viaje.


Mis artículos son un surtido de historias curiosas, viajes, cultura, estilo de vida, naturaleza, ¡y mucho más! Mi objetivo es despertar tu curiosidad y acompañarte con lecturas útiles y entretenidas.

  

Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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