Semana clave para saber si el desplome del precio del aceite de oliva va en serio

Se avecina la gran prueba de fuego a una tendencia económica que la población está deseosa de confirmar de una vez por todas. El consumidor español sigue oteando en busca de las certezas que permitan asegurar que se ha dado la vuelta a la tortilla de unos últimos años con el precio del aceite de oliva, totalmente disparado.

Tras una última campaña con mejores datos debido a cierta recuperación de los olivares castigados por un lustro de sequía y estrés hídrico, los precios han caído, pero continúan por encima de lo habitual. Según recoge el portal especializado Olimerca en un análisis, estamos ante un momento crucial en este sentido.

Se está a la espera de conocer los datos de salidas de aceite de oliva del pasado febrero, unos indicadores clave a la hora de poder determinar cuáles serán los escenarios económicos que marcarán a un sector todavía cauteloso en este materia.

La clave: el volumen de lluvias y las salidas

Según el análisis de Olimerca, se contemplan dos vías con el precio del aceite de oliva. En el primer escenario, que comprendería unas bajadas de precios de una horquilla de entre 500 y 800 euros, solo podría llegarse si la campaña 2024-25 cierra cercana a las 1.450.000 toneladas (Tn). Eso en el plano de la recolección, puesto que también serían necesarias una precipitaciones en este mes de marzo de 100 litros y unas salidas medias que no superen las 110.000 Tn al mes.

En el caso contrario, es decir el segundo escenario, si no se alcanzase ese volumen de lluvias y las salidas netas excedan ese tope de las 110.000 Tn mensuales los precios continuarían tensionados, sin grandes variaciones con lo que ahora nos encontramos en el estante del supermercado.