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Científicos descubren el agradable aroma que desprenden las momias del Antiguo Egipto después de 5.000 años en un sarcófago

Científicos descubren el agradable aroma que desprenden las momias del Antiguo Egipto después de 5.000 años en un sarcófago

Planean recrearlos para una experiencia sensorial única en los museos.

Científicos descubren el agradable aroma que desprenden las momias del Antiguo Egipto después de 5.000 años en un sarcófago

Planean recrearlos para una experiencia sensorial única en los museos.

Científicos descubren el agradable aroma que desprenden las momias del Antiguo Egipto después de 5.000 años en un sarcófago

Planean recrearlos para una experiencia sensorial única en los museos.

Científicos descubren el agradable aroma que desprenden las momias del Antiguo Egipto después de 5.000 años en un sarcófago

Planean recrearlos para una experiencia sensorial única en los museos.

Científicos descubren el agradable aroma que desprenden las momias del Antiguo Egipto después de 5.000 años en un sarcófago

Planean recrearlos para una experiencia sensorial única en los museos.

GIZA, EGIPTO - AGOSTO DE 2005: El sarcófago de un rico comerciante yace en un sitio arqueológico en agosto de 2005 en Giza, Egipto.Marc Deville

Las momias del Antiguo Egipto no solo continúan despertando misterio y fascinación, sino que ahora, 5.000 años más tarde, también asombran por su aroma. Después de haber sido embalsamadas, algunas de ellas aún desprenden un olor que ha sorprendido a los científicos no solo por su intensidad, sino por lo inesperadamente agradable de su fragancia.

Un equipo de investigadores de la University College de Londres y la Universidad de Ljubljana, en Eslovenia, ha analizado los olores que proceden de nueve momias y ha concluido que sus fragancias son “amaderadas, especiadas y dulces”.

“Nos sorprendió lo agradables que resultaban. En las películas y los libros, a quienes huelen momias les pasan cosas terribles”, comentó con humor la investigadora Cecilia Bembibre a la BBC. Ahora, su equipo trabaja en recrear químicamente ese aroma para que los visitantes del Museo Egipcio de El Cairo puedan olerlo y, de paso, viajar al pasado a través de la nariz.

Momias perfumadas

Durante el proceso de momificación, los egipcios no solo buscaban preservar el cuerpo, sino preparar el espíritu para el más allá con fragancias agradables. Por eso, los cuerpos eran tratados con aceites aromáticos, ceras, bálsamos y otras sustancias de lujo, especialmente si pertenecían a la realeza o a la élite social.

El olor que hoy puede captarse es el resultado de esta práctica milenaria. Gracias a una técnica de análisis no destructiva, que consiste en un pequeño tubo insertado cuidadosamente en el sarcófago, los científicos pudieron recoger muestras del aire interior sin perturbar los restos.

Mediante cromatografía de gases, se separaron los compuestos que forman el aroma de las momias, permitiendo así no solo su estudio, sino su posible reconstrucción sensorial para el público.

Experimentar la historia

"Utilizar la nariz produce una fuerte reacción emocional y física", asegura Ally Louks, experta en literatura y cultura olfativa de la Universidad de Cambridge. "Sabemos que los olores eran esenciales para las prácticas sociales, religiosas y personales", añadió.

De hecho, se espera que este avance transforme la experiencia de los museos, al permitir a los visitantes percibir los aromas originales de las prácticas religiosas y funerarias del antiguo Egipto.

Además, los investigadores creen que los olores pueden servir para determinar la clase social de las momias, ya que la calidad y variedad de las fragancias empleadas en el embalsamamiento eran indicativos del estatus del difunto.

Las momias del Antiguo Egipto no solo continúan despertando misterio y fascinación, sino que ahora, 5.000 años más tarde, también asombran por su aroma. Después de haber sido embalsamadas, algunas de ellas aún desprenden un olor que ha sorprendido a los científicos no solo por su intensidad, sino por lo inesperadamente agradable de su fragancia.

Un equipo de investigadores de la University College de Londres y la Universidad de Ljubljana, en Eslovenia, ha analizado los olores que proceden de nueve momias y ha concluido que sus fragancias son “amaderadas, especiadas y dulces”.

“Nos sorprendió lo agradables que resultaban. En las películas y los libros, a quienes huelen momias les pasan cosas terribles”, comentó con humor la investigadora Cecilia Bembibre a la BBC. Ahora, su equipo trabaja en recrear químicamente ese aroma para que los visitantes del Museo Egipcio de El Cairo puedan olerlo y, de paso, viajar al pasado a través de la nariz.

Momias perfumadas

Durante el proceso de momificación, los egipcios no solo buscaban preservar el cuerpo, sino preparar el espíritu para el más allá con fragancias agradables. Por eso, los cuerpos eran tratados con aceites aromáticos, ceras, bálsamos y otras sustancias de lujo, especialmente si pertenecían a la realeza o a la élite social.

El olor que hoy puede captarse es el resultado de esta práctica milenaria. Gracias a una técnica de análisis no destructiva, que consiste en un pequeño tubo insertado cuidadosamente en el sarcófago, los científicos pudieron recoger muestras del aire interior sin perturbar los restos.

Mediante cromatografía de gases, se separaron los compuestos que forman el aroma de las momias, permitiendo así no solo su estudio, sino su posible reconstrucción sensorial para el público.

Experimentar la historia

"Utilizar la nariz produce una fuerte reacción emocional y física", asegura Ally Louks, experta en literatura y cultura olfativa de la Universidad de Cambridge. "Sabemos que los olores eran esenciales para las prácticas sociales, religiosas y personales", añadió.

De hecho, se espera que este avance transforme la experiencia de los museos, al permitir a los visitantes percibir los aromas originales de las prácticas religiosas y funerarias del antiguo Egipto.

Además, los investigadores creen que los olores pueden servir para determinar la clase social de las momias, ya que la calidad y variedad de las fragancias empleadas en el embalsamamiento eran indicativos del estatus del difunto.

Las momias del Antiguo Egipto no solo continúan despertando misterio y fascinación, sino que ahora, 5.000 años más tarde, también asombran por su aroma. Después de haber sido embalsamadas, algunas de ellas aún desprenden un olor que ha sorprendido a los científicos no solo por su intensidad, sino por lo inesperadamente agradable de su fragancia.

Un equipo de investigadores de la University College de Londres y la Universidad de Ljubljana, en Eslovenia, ha analizado los olores que proceden de nueve momias y ha concluido que sus fragancias son “amaderadas, especiadas y dulces”.

“Nos sorprendió lo agradables que resultaban. En las películas y los libros, a quienes huelen momias les pasan cosas terribles”, comentó con humor la investigadora Cecilia Bembibre a la BBC. Ahora, su equipo trabaja en recrear químicamente ese aroma para que los visitantes del Museo Egipcio de El Cairo puedan olerlo y, de paso, viajar al pasado a través de la nariz.

Momias perfumadas

Durante el proceso de momificación, los egipcios no solo buscaban preservar el cuerpo, sino preparar el espíritu para el más allá con fragancias agradables. Por eso, los cuerpos eran tratados con aceites aromáticos, ceras, bálsamos y otras sustancias de lujo, especialmente si pertenecían a la realeza o a la élite social.

El olor que hoy puede captarse es el resultado de esta práctica milenaria. Gracias a una técnica de análisis no destructiva, que consiste en un pequeño tubo insertado cuidadosamente en el sarcófago, los científicos pudieron recoger muestras del aire interior sin perturbar los restos.

Mediante cromatografía de gases, se separaron los compuestos que forman el aroma de las momias, permitiendo así no solo su estudio, sino su posible reconstrucción sensorial para el público.

Experimentar la historia

"Utilizar la nariz produce una fuerte reacción emocional y física", asegura Ally Louks, experta en literatura y cultura olfativa de la Universidad de Cambridge. "Sabemos que los olores eran esenciales para las prácticas sociales, religiosas y personales", añadió.

De hecho, se espera que este avance transforme la experiencia de los museos, al permitir a los visitantes percibir los aromas originales de las prácticas religiosas y funerarias del antiguo Egipto.

Además, los investigadores creen que los olores pueden servir para determinar la clase social de las momias, ya que la calidad y variedad de las fragancias empleadas en el embalsamamiento eran indicativos del estatus del difunto.

Las momias del Antiguo Egipto no solo continúan despertando misterio y fascinación, sino que ahora, 5.000 años más tarde, también asombran por su aroma. Después de haber sido embalsamadas, algunas de ellas aún desprenden un olor que ha sorprendido a los científicos no solo por su intensidad, sino por lo inesperadamente agradable de su fragancia.

Un equipo de investigadores de la University College de Londres y la Universidad de Ljubljana, en Eslovenia, ha analizado los olores que proceden de nueve momias y ha concluido que sus fragancias son “amaderadas, especiadas y dulces”.

“Nos sorprendió lo agradables que resultaban. En las películas y los libros, a quienes huelen momias les pasan cosas terribles”, comentó con humor la investigadora Cecilia Bembibre a la BBC. Ahora, su equipo trabaja en recrear químicamente ese aroma para que los visitantes del Museo Egipcio de El Cairo puedan olerlo y, de paso, viajar al pasado a través de la nariz.

Momias perfumadas

Durante el proceso de momificación, los egipcios no solo buscaban preservar el cuerpo, sino preparar el espíritu para el más allá con fragancias agradables. Por eso, los cuerpos eran tratados con aceites aromáticos, ceras, bálsamos y otras sustancias de lujo, especialmente si pertenecían a la realeza o a la élite social.

El olor que hoy puede captarse es el resultado de esta práctica milenaria. Gracias a una técnica de análisis no destructiva, que consiste en un pequeño tubo insertado cuidadosamente en el sarcófago, los científicos pudieron recoger muestras del aire interior sin perturbar los restos.

Mediante cromatografía de gases, se separaron los compuestos que forman el aroma de las momias, permitiendo así no solo su estudio, sino su posible reconstrucción sensorial para el público.

Experimentar la historia

"Utilizar la nariz produce una fuerte reacción emocional y física", asegura Ally Louks, experta en literatura y cultura olfativa de la Universidad de Cambridge. "Sabemos que los olores eran esenciales para las prácticas sociales, religiosas y personales", añadió.

De hecho, se espera que este avance transforme la experiencia de los museos, al permitir a los visitantes percibir los aromas originales de las prácticas religiosas y funerarias del antiguo Egipto.

Además, los investigadores creen que los olores pueden servir para determinar la clase social de las momias, ya que la calidad y variedad de las fragancias empleadas en el embalsamamiento eran indicativos del estatus del difunto.

Las momias del Antiguo Egipto no solo continúan despertando misterio y fascinación, sino que ahora, 5.000 años más tarde, también asombran por su aroma. Después de haber sido embalsamadas, algunas de ellas aún desprenden un olor que ha sorprendido a los científicos no solo por su intensidad, sino por lo inesperadamente agradable de su fragancia.

Un equipo de investigadores de la University College de Londres y la Universidad de Ljubljana, en Eslovenia, ha analizado los olores que proceden de nueve momias y ha concluido que sus fragancias son “amaderadas, especiadas y dulces”.

“Nos sorprendió lo agradables que resultaban. En las películas y los libros, a quienes huelen momias les pasan cosas terribles”, comentó con humor la investigadora Cecilia Bembibre a la BBC. Ahora, su equipo trabaja en recrear químicamente ese aroma para que los visitantes del Museo Egipcio de El Cairo puedan olerlo y, de paso, viajar al pasado a través de la nariz.

Momias perfumadas

Durante el proceso de momificación, los egipcios no solo buscaban preservar el cuerpo, sino preparar el espíritu para el más allá con fragancias agradables. Por eso, los cuerpos eran tratados con aceites aromáticos, ceras, bálsamos y otras sustancias de lujo, especialmente si pertenecían a la realeza o a la élite social.

El olor que hoy puede captarse es el resultado de esta práctica milenaria. Gracias a una técnica de análisis no destructiva, que consiste en un pequeño tubo insertado cuidadosamente en el sarcófago, los científicos pudieron recoger muestras del aire interior sin perturbar los restos.

Mediante cromatografía de gases, se separaron los compuestos que forman el aroma de las momias, permitiendo así no solo su estudio, sino su posible reconstrucción sensorial para el público.

Experimentar la historia

"Utilizar la nariz produce una fuerte reacción emocional y física", asegura Ally Louks, experta en literatura y cultura olfativa de la Universidad de Cambridge. "Sabemos que los olores eran esenciales para las prácticas sociales, religiosas y personales", añadió.

De hecho, se espera que este avance transforme la experiencia de los museos, al permitir a los visitantes percibir los aromas originales de las prácticas religiosas y funerarias del antiguo Egipto.

Además, los investigadores creen que los olores pueden servir para determinar la clase social de las momias, ya que la calidad y variedad de las fragancias empleadas en el embalsamamiento eran indicativos del estatus del difunto.

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

Sobre qué temas escribo

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Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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