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Claves de Eurovisión 2025, edición con espinas y rosas: del huracán Melody a las turbulencias por la participación de Israel

Claves de Eurovisión 2025, edición con espinas y rosas: del huracán Melody a las turbulencias por la participación de Israel

La sevillana luchará por el micrófono de cristal con 'Esa Diva' en la final que acoge Basilea esta noche.

Melody, en la primera semifinal de Eurovisión 2025.EFE

A estas alturas, pocos españoles quedan que no hayan cantado, voluntaria o involuntariamente el pegadizo ‘una diva es valientee, poderosaaa’ con el que en febrero Melody conquistó el Benidorm Fest a golpe de coleta y que directamente la convirtió en la representante española en Eurovisión 2025.

Esta noche defenderá Esa Diva desde Basilea, en Suiza, país que acoge por tercera vez en la historia la final del certamen. El país fue escenario de la primera edición de Eurovisión, celebrada en 1956; de la de 1989 tras la victoria que le dio Céline Dion y tripite tras la de Nemo del año pasado.

Desde allí, con su carisma de folclórica, su chorro de voz y su arriesgada voltereta, Melody intentará meterse al jurado y al público europeo en el bolsillo, con el reto de al menos mejorar el resultado de Nebulossa del año pasado, puesto que el dúo quedó en el 22 de 25 con su Zorra.

No tendrá fácil alzar el micrófono de cristal por fuertes rivales como Suecia, Austria o Francia, que parten como favoritas, en una edición marcada, al igual que el año pasado, por la participación de Israel que, recordemos, quedó quinta en la final de 2024, siendo segunda en el televoto. En esta ocasión participa con Yuval Raphael, superviviente del 7-O, que interpretará New Day Will Rise.

Este mismo sábado, el certamen ha amenazado a RTVE con "multas punitivas" si sus comentaristas, Tony Aguilar y Julia Varela, vuelven a hacer referencia al conflicto en Gaza, como hicieron en la segunda semifinal. El jueves los locutores recordaron que RTVE había pedido a Eurovisión un debate sobre la participación de Israel y mencionaron que "las víctimas de los ataques israelíes en Gaza superan ya las 50.000", entre ellas "más de 15.000 niños y niñas según Naciones Unidas".

Con más fuerza que un huracán

Melody actuará en sexta posición en la gala, tras Lituania y antes de Ucrania. Su puesta en escena comienza con un juego de luces, en el que su angulosa silueta, con sombrero cordobés y vestido de volantes y bata de cola, del diseñador ilicitano Gustavo Adolfo Tarí.

De esa cola, a modo de metáfora, emergen sus cinco bailarines (Álex Bullón, Vicky Gómez, Marc Montojo, Ana Acosta e Iván Matías Urquiag), que toman el escenario que se transforma en una alfombra roja. Tras la caída del telón, llega el esperado dancebreak, que culmina con ella subida a una plataforma con escaleras.

El colofón, tras lucir voz, llega cuando ejecuta una arriesgada voltereta –en la primera semifinal estuvo a punto de acabar en susto- que pone el broche de oro a una actuación intensa y que ella defiende manteniendo la energía de principio a fin. Lo que no hay, o al menos no se ha visto, es su característico helicóptero con la melena, que lleva suelta y extremadamente larga.

El miedo a una posible victoria de Israel

El festival, por segundo año consecutivo, ha quedado condicionado por la participación de Israel, que la Unión Europea de Radiodifusión (UER) justifica bajo el argumento de que concurren televisiones, no países, y que la israelí KAN no ha vulnerado ninguna norma para vetarla –Rusia sí fue expulsada tras invadir Ucrania-.

Si el año pasado ya hubo tensión entre los artistas, abucheos a la representante y amenazas de boicot, en esta edición se están viviendo situaciones similares. A esa amenaza de multas si los comentaristas españoles vuelven a hacer mención, se suman hechos anteriores como que cerca de 70 exconcursantes han firmado una carta para pedir la expulsión de Israel y se llegó al punto de que no se han propiciado ruedas de prensa con los artistas para evitar que puedan ser preguntados por este asunto.

Tampoco podrán lucir banderas que no sea la de su país; es decir, no podrán esgrimir la de Palestina, pero tampoco ninguna del colectivo LGTBIQ+. Sí puede llevarlas el público, pero en uno de los ensayos seis espectadores fueron expulsados por abuchear a Israel.

El no descartable escenario de su victoria hace temer a muchos, puesto que abriría la puerta a la renuncia de varios países de cara al año que viene y a que muchos artistas dieran la espalda a un certamen con casi 70 años de historia y cuyo lema es Unidos por la música.

¿Volverá el festival a Suecia?

Todo está abierto en la final de esta noche, pero expertos y apuestas sitúan a Suecia como una de las grandes favoritas. El país, que ya acogió el festival el año pasado tras la victoria de Loreen, presenta Sauna, una canción del trío KAJ cantada en un dialecto sueco y con una puesta en escena en la que tira de humor.

Dos baladas se sitúan como duras competidoras: la de Austria, Wasted Love de JJ, y la de Francia, Maman de Louane.

También suenan con fuerza Países Bajos –su representante fue expulsado el año pasado-, con C’est La Vie de claude o Finlandia, que defenderá Ich Komme, de Erika Vikman.

Para no perder de vista

Gane quien gane, lo que es seguro es que la noche dará para muchas anécdotas y momentos para no perderse. Por ejemplo, la actuación del mítico del dance Gabry Ponte, que representa a San Marino.

También dará mucho juego el momento en el que cada país da sus puntos. Los de España los anunciará Chanel, representante de España en 2022. Los nostálgicos tienen que estar atentos cuando los dé Italia: los leerá el ratoncito Topo Gigio.

Todo se podrá seguir a partir de las 21:00 en La 1 de RTVE y en El HuffPost te contaremos, como siempre, todo lo que ocurra al minuto.

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