Descubren en Mallorca la comida de lujo que los romanos disfrutaban en sus restaurantes fast-food particulares
Eran freídas en aceite.

Una nueva investigación arqueológica ha revelado que los antiguos romanos no solo disfrutaban del lujo en sus villas, sino también en sus versiones de comida rápida urbana. En el yacimiento romano de Pollentia, en Mallorca, arqueólogos han descubierto restos que indican que el consumo de aves pequeñas tradicionalmente asociadas al lujo.
Se trata de los tordos, una especie que era común en las tabernae, que eran los locales de comida rápida de la época. El hallazgo, liderado por el investigador Alejandro Valenzuela del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, se basa en el análisis de un pozo negro del siglo I.
Durante la exploración se encontraron huesos de tordos junto a restos de cerdos, ovejas, cabras, peces y mariscos, mostrando una dieta romana mucho más diversa y accesible de lo que se pensaba. “Los tordos, una vez considerados un manjar reservado para la élite, formaban parte de la alimentación cotidiana en ciudades como Pollentia”, explica Valenzuela.
El fast food romano
Según el estudio, estas aves eran freídas en aceite —una técnica culinaria popular en las ciudades romanas— y posiblemente servidas en brochetas o simples platos de cerámica. Las tabernae y popinae, equivalentes a los modernos bares y restaurantes económicos, atendían a la clase trabajadora urbana, ofreciendo comidas rápidas, calientes y asequibles.
Curiosamente, los esqueletos encontrados carecían de los huesos más carnosos, como los fémures o húmeros, y presentaban esternones fragmentados, lo que sugiere que las aves eran aplanadas para facilitar una cocción rápida.
Estas aves se condimentaban con vinagre, hierbas, especias y la famosa salsa romana de pescado fermentado llamada garum. Además, Valenzuela aclara que su sabor era más intenso y silvestre que el del pollo, con un sabor similar al de la codorniz o la becada.
