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El afanado ejército secreto de judíos que recorrió miles de kilómetros para acabar con Franco

El afanado ejército secreto de judíos que recorrió miles de kilómetros para acabar con Franco

Entre 8.000 y 10.000 judíos llegaron a la península para enfrentarse al fascismo.

El afanado ejército secreto de judíos que recorrió miles de kilómetros para acabar con Franco

Entre 8.000 y 10.000 judíos llegaron a la península para enfrentarse al fascismo.

El afanado ejército secreto de judíos que recorrió miles de kilómetros para acabar con Franco

Entre 8.000 y 10.000 judíos llegaron a la península para enfrentarse al fascismo.

El afanado ejército secreto de judíos que recorrió miles de kilómetros para acabar con Franco

Entre 8.000 y 10.000 judíos llegaron a la península para enfrentarse al fascismo.

El afanado ejército secreto de judíos que recorrió miles de kilómetros para acabar con Franco

Entre 8.000 y 10.000 judíos llegaron a la península para enfrentarse al fascismo.

19 de agosto de 1936: Francisco Franco, comandante en el sur, visita el cuartel general del Frente Norte en Burgos.Anonym

Una nueva exposición en el Centro Sefarad-Israel de Madrid rinde homenaje a los miles de judíos que dejaron sus países para unirse a las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil Española. Bajo el título 'Por vuestra libertad y la nuestra. Los judíos en las Brigadas Internacionales', esta muestra busca arrojar luz sobre un capítulo poco conocido de la historia, donde entre 8.000 y 10.000 judíos llegaron a la península para enfrentarse al fascismo.

La exposición, que se puede visitar con entrada gratuita hasta el 31 de mayo, cuenta con testimonios como el del médico polaco Shloyme Yankev. Fue víctima de la persecución en su país y según recoge el ABC, encontró en España una causa por la que luchar: "En España fui alguien. Formé parte de un ejército, estuvimos luchando". Su relato es solo uno de los muchos que se pueden explorar en las cinco salas del evento, organizado en colaboración con el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática y el Ministerio de Asuntos Exteriores. 

La llamada de España

Desde la ciudad alemana de Núremberg en 1933 muchos judíos decidieron huir de Europa tras la ascensión de Hitler al poder. Según la comisaria Almudena Cruz Yábar, más de 3.000 judíos se trasladaron a Barcelona buscando refugio, algunos incluso participando en las Olimpiadas Populares de 1936. Tras el estallido del golpe de Estado, estos refugiados no dudaron en unirse a las filas republicanas para combatir al ejército sublevado.

Los primeros combates en los que participaron incluyeron la defensa de Irún, ciudad de Guipúzcoa, donde judíos polacos y alemanes lucharon encarnizadamente. A pesar de su valentía, la ciudad cayó en septiembre de 1936. Posteriormente, más brigadistas judíos se unieron a la causa, destacando figuras como Joseph Epstein, un líder militar de origen polaco, y Remigio Maurovich, el primer brigadista istriano en morir en batalla.

En este acontecimiento el papel de las mujeres tuvo un gran valor. Destacan figuras como Esther Zilberberg, quien tomó el control de una ametralladora durante la batalla de Villarreal después de la muerte de un compañero, resultando herida en combate.

Unidades exclusivas

Una de las pocas unidades exclusivamente judías fue la Compañía Naftali-Botwin, formada en 1937 dentro de la 13 Brigada Internacional. Esta unidad destacó por sus actuaciones en Belchite y el Ebro, ganándose la Medalla al Valor otorgada por el gobierno republicano. Además, su periódico, El combatiente por la libertad, se convirtió en un símbolo de su lucha y compromiso.

La exposición no solo recoge historias de combatientes, sino también de periodistas y fotógrafas como Margaret Michaelis y Kati Horna, cuyas obras documentaron la revolución social y la guerra desde una perspectiva única, llegando a publicaciones internacionales de gran renombre.

El abandono y final

Ya en 1938 tanto los combatientes de las Brigadas Internacionales como muchos periodistas extranjeros se vieron obligados a abandonar España. La emotiva despedida de estos valientes voluntarios, simbolizada por el conmovedor discurso de Juan Negrín, marcó el final de una etapa crucial en la Guerra Civil Española. Además, gracias a su participación, se crearon leyes que buscan integrar y reconocer la aportación de los judíos en el país. 

Una nueva exposición en el Centro Sefarad-Israel de Madrid rinde homenaje a los miles de judíos que dejaron sus países para unirse a las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil Española. Bajo el título 'Por vuestra libertad y la nuestra. Los judíos en las Brigadas Internacionales', esta muestra busca arrojar luz sobre un capítulo poco conocido de la historia, donde entre 8.000 y 10.000 judíos llegaron a la península para enfrentarse al fascismo.

La exposición, que se puede visitar con entrada gratuita hasta el 31 de mayo, cuenta con testimonios como el del médico polaco Shloyme Yankev. Fue víctima de la persecución en su país y según recoge el ABC, encontró en España una causa por la que luchar: "En España fui alguien. Formé parte de un ejército, estuvimos luchando". Su relato es solo uno de los muchos que se pueden explorar en las cinco salas del evento, organizado en colaboración con el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática y el Ministerio de Asuntos Exteriores. 

La llamada de España

Desde la ciudad alemana de Núremberg en 1933 muchos judíos decidieron huir de Europa tras la ascensión de Hitler al poder. Según la comisaria Almudena Cruz Yábar, más de 3.000 judíos se trasladaron a Barcelona buscando refugio, algunos incluso participando en las Olimpiadas Populares de 1936. Tras el estallido del golpe de Estado, estos refugiados no dudaron en unirse a las filas republicanas para combatir al ejército sublevado.

Los primeros combates en los que participaron incluyeron la defensa de Irún, ciudad de Guipúzcoa, donde judíos polacos y alemanes lucharon encarnizadamente. A pesar de su valentía, la ciudad cayó en septiembre de 1936. Posteriormente, más brigadistas judíos se unieron a la causa, destacando figuras como Joseph Epstein, un líder militar de origen polaco, y Remigio Maurovich, el primer brigadista istriano en morir en batalla.

En este acontecimiento el papel de las mujeres tuvo un gran valor. Destacan figuras como Esther Zilberberg, quien tomó el control de una ametralladora durante la batalla de Villarreal después de la muerte de un compañero, resultando herida en combate.

Unidades exclusivas

Una de las pocas unidades exclusivamente judías fue la Compañía Naftali-Botwin, formada en 1937 dentro de la 13 Brigada Internacional. Esta unidad destacó por sus actuaciones en Belchite y el Ebro, ganándose la Medalla al Valor otorgada por el gobierno republicano. Además, su periódico, El combatiente por la libertad, se convirtió en un símbolo de su lucha y compromiso.

La exposición no solo recoge historias de combatientes, sino también de periodistas y fotógrafas como Margaret Michaelis y Kati Horna, cuyas obras documentaron la revolución social y la guerra desde una perspectiva única, llegando a publicaciones internacionales de gran renombre.

El abandono y final

Ya en 1938 tanto los combatientes de las Brigadas Internacionales como muchos periodistas extranjeros se vieron obligados a abandonar España. La emotiva despedida de estos valientes voluntarios, simbolizada por el conmovedor discurso de Juan Negrín, marcó el final de una etapa crucial en la Guerra Civil Española. Además, gracias a su participación, se crearon leyes que buscan integrar y reconocer la aportación de los judíos en el país. 

Una nueva exposición en el Centro Sefarad-Israel de Madrid rinde homenaje a los miles de judíos que dejaron sus países para unirse a las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil Española. Bajo el título 'Por vuestra libertad y la nuestra. Los judíos en las Brigadas Internacionales', esta muestra busca arrojar luz sobre un capítulo poco conocido de la historia, donde entre 8.000 y 10.000 judíos llegaron a la península para enfrentarse al fascismo.

La exposición, que se puede visitar con entrada gratuita hasta el 31 de mayo, cuenta con testimonios como el del médico polaco Shloyme Yankev. Fue víctima de la persecución en su país y según recoge el ABC, encontró en España una causa por la que luchar: "En España fui alguien. Formé parte de un ejército, estuvimos luchando". Su relato es solo uno de los muchos que se pueden explorar en las cinco salas del evento, organizado en colaboración con el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática y el Ministerio de Asuntos Exteriores. 

La llamada de España

Desde la ciudad alemana de Núremberg en 1933 muchos judíos decidieron huir de Europa tras la ascensión de Hitler al poder. Según la comisaria Almudena Cruz Yábar, más de 3.000 judíos se trasladaron a Barcelona buscando refugio, algunos incluso participando en las Olimpiadas Populares de 1936. Tras el estallido del golpe de Estado, estos refugiados no dudaron en unirse a las filas republicanas para combatir al ejército sublevado.

Los primeros combates en los que participaron incluyeron la defensa de Irún, ciudad de Guipúzcoa, donde judíos polacos y alemanes lucharon encarnizadamente. A pesar de su valentía, la ciudad cayó en septiembre de 1936. Posteriormente, más brigadistas judíos se unieron a la causa, destacando figuras como Joseph Epstein, un líder militar de origen polaco, y Remigio Maurovich, el primer brigadista istriano en morir en batalla.

En este acontecimiento el papel de las mujeres tuvo un gran valor. Destacan figuras como Esther Zilberberg, quien tomó el control de una ametralladora durante la batalla de Villarreal después de la muerte de un compañero, resultando herida en combate.

Unidades exclusivas

Una de las pocas unidades exclusivamente judías fue la Compañía Naftali-Botwin, formada en 1937 dentro de la 13 Brigada Internacional. Esta unidad destacó por sus actuaciones en Belchite y el Ebro, ganándose la Medalla al Valor otorgada por el gobierno republicano. Además, su periódico, El combatiente por la libertad, se convirtió en un símbolo de su lucha y compromiso.

La exposición no solo recoge historias de combatientes, sino también de periodistas y fotógrafas como Margaret Michaelis y Kati Horna, cuyas obras documentaron la revolución social y la guerra desde una perspectiva única, llegando a publicaciones internacionales de gran renombre.

El abandono y final

Ya en 1938 tanto los combatientes de las Brigadas Internacionales como muchos periodistas extranjeros se vieron obligados a abandonar España. La emotiva despedida de estos valientes voluntarios, simbolizada por el conmovedor discurso de Juan Negrín, marcó el final de una etapa crucial en la Guerra Civil Española. Además, gracias a su participación, se crearon leyes que buscan integrar y reconocer la aportación de los judíos en el país. 

Una nueva exposición en el Centro Sefarad-Israel de Madrid rinde homenaje a los miles de judíos que dejaron sus países para unirse a las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil Española. Bajo el título 'Por vuestra libertad y la nuestra. Los judíos en las Brigadas Internacionales', esta muestra busca arrojar luz sobre un capítulo poco conocido de la historia, donde entre 8.000 y 10.000 judíos llegaron a la península para enfrentarse al fascismo.

La exposición, que se puede visitar con entrada gratuita hasta el 31 de mayo, cuenta con testimonios como el del médico polaco Shloyme Yankev. Fue víctima de la persecución en su país y según recoge el ABC, encontró en España una causa por la que luchar: "En España fui alguien. Formé parte de un ejército, estuvimos luchando". Su relato es solo uno de los muchos que se pueden explorar en las cinco salas del evento, organizado en colaboración con el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática y el Ministerio de Asuntos Exteriores. 

La llamada de España

Desde la ciudad alemana de Núremberg en 1933 muchos judíos decidieron huir de Europa tras la ascensión de Hitler al poder. Según la comisaria Almudena Cruz Yábar, más de 3.000 judíos se trasladaron a Barcelona buscando refugio, algunos incluso participando en las Olimpiadas Populares de 1936. Tras el estallido del golpe de Estado, estos refugiados no dudaron en unirse a las filas republicanas para combatir al ejército sublevado.

Los primeros combates en los que participaron incluyeron la defensa de Irún, ciudad de Guipúzcoa, donde judíos polacos y alemanes lucharon encarnizadamente. A pesar de su valentía, la ciudad cayó en septiembre de 1936. Posteriormente, más brigadistas judíos se unieron a la causa, destacando figuras como Joseph Epstein, un líder militar de origen polaco, y Remigio Maurovich, el primer brigadista istriano en morir en batalla.

En este acontecimiento el papel de las mujeres tuvo un gran valor. Destacan figuras como Esther Zilberberg, quien tomó el control de una ametralladora durante la batalla de Villarreal después de la muerte de un compañero, resultando herida en combate.

Unidades exclusivas

Una de las pocas unidades exclusivamente judías fue la Compañía Naftali-Botwin, formada en 1937 dentro de la 13 Brigada Internacional. Esta unidad destacó por sus actuaciones en Belchite y el Ebro, ganándose la Medalla al Valor otorgada por el gobierno republicano. Además, su periódico, El combatiente por la libertad, se convirtió en un símbolo de su lucha y compromiso.

La exposición no solo recoge historias de combatientes, sino también de periodistas y fotógrafas como Margaret Michaelis y Kati Horna, cuyas obras documentaron la revolución social y la guerra desde una perspectiva única, llegando a publicaciones internacionales de gran renombre.

El abandono y final

Ya en 1938 tanto los combatientes de las Brigadas Internacionales como muchos periodistas extranjeros se vieron obligados a abandonar España. La emotiva despedida de estos valientes voluntarios, simbolizada por el conmovedor discurso de Juan Negrín, marcó el final de una etapa crucial en la Guerra Civil Española. Además, gracias a su participación, se crearon leyes que buscan integrar y reconocer la aportación de los judíos en el país. 

Una nueva exposición en el Centro Sefarad-Israel de Madrid rinde homenaje a los miles de judíos que dejaron sus países para unirse a las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil Española. Bajo el título 'Por vuestra libertad y la nuestra. Los judíos en las Brigadas Internacionales', esta muestra busca arrojar luz sobre un capítulo poco conocido de la historia, donde entre 8.000 y 10.000 judíos llegaron a la península para enfrentarse al fascismo.

La exposición, que se puede visitar con entrada gratuita hasta el 31 de mayo, cuenta con testimonios como el del médico polaco Shloyme Yankev. Fue víctima de la persecución en su país y según recoge el ABC, encontró en España una causa por la que luchar: "En España fui alguien. Formé parte de un ejército, estuvimos luchando". Su relato es solo uno de los muchos que se pueden explorar en las cinco salas del evento, organizado en colaboración con el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática y el Ministerio de Asuntos Exteriores. 

La llamada de España

Desde la ciudad alemana de Núremberg en 1933 muchos judíos decidieron huir de Europa tras la ascensión de Hitler al poder. Según la comisaria Almudena Cruz Yábar, más de 3.000 judíos se trasladaron a Barcelona buscando refugio, algunos incluso participando en las Olimpiadas Populares de 1936. Tras el estallido del golpe de Estado, estos refugiados no dudaron en unirse a las filas republicanas para combatir al ejército sublevado.

Los primeros combates en los que participaron incluyeron la defensa de Irún, ciudad de Guipúzcoa, donde judíos polacos y alemanes lucharon encarnizadamente. A pesar de su valentía, la ciudad cayó en septiembre de 1936. Posteriormente, más brigadistas judíos se unieron a la causa, destacando figuras como Joseph Epstein, un líder militar de origen polaco, y Remigio Maurovich, el primer brigadista istriano en morir en batalla.

En este acontecimiento el papel de las mujeres tuvo un gran valor. Destacan figuras como Esther Zilberberg, quien tomó el control de una ametralladora durante la batalla de Villarreal después de la muerte de un compañero, resultando herida en combate.

Unidades exclusivas

Una de las pocas unidades exclusivamente judías fue la Compañía Naftali-Botwin, formada en 1937 dentro de la 13 Brigada Internacional. Esta unidad destacó por sus actuaciones en Belchite y el Ebro, ganándose la Medalla al Valor otorgada por el gobierno republicano. Además, su periódico, El combatiente por la libertad, se convirtió en un símbolo de su lucha y compromiso.

La exposición no solo recoge historias de combatientes, sino también de periodistas y fotógrafas como Margaret Michaelis y Kati Horna, cuyas obras documentaron la revolución social y la guerra desde una perspectiva única, llegando a publicaciones internacionales de gran renombre.

El abandono y final

Ya en 1938 tanto los combatientes de las Brigadas Internacionales como muchos periodistas extranjeros se vieron obligados a abandonar España. La emotiva despedida de estos valientes voluntarios, simbolizada por el conmovedor discurso de Juan Negrín, marcó el final de una etapa crucial en la Guerra Civil Española. Además, gracias a su participación, se crearon leyes que buscan integrar y reconocer la aportación de los judíos en el país. 

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

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Mis artículos son un surtido de historias curiosas, viajes, cultura, estilo de vida, naturaleza, ¡y mucho más! Mi objetivo es despertar tu curiosidad y acompañarte con lecturas útiles y entretenidas.

  

Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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