El desconocido militar español que desapareció en la letal guerra en el desierto del Sáhara
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El desconocido militar español que desapareció en la letal guerra en el desierto del Sáhara

66 años después fue honrado con a Cruz al Mérito Militar.

El desconocido militar español que desapareció en la letal guerra en el desierto del Sáhara

66 años después fue honrado con a Cruz al Mérito Militar.

El desconocido militar español que desapareció en la letal guerra en el desierto del Sáhara

66 años después fue honrado con a Cruz al Mérito Militar.

El desconocido militar español que desapareció en la letal guerra en el desierto del Sáhara

66 años después fue honrado con a Cruz al Mérito Militar.

El desconocido militar español que desapareció en la letal guerra en el desierto del Sáhara

66 años después fue honrado con a Cruz al Mérito Militar.

Amanecer en las dunas de arena de Erg Chebbi, Marruecos, Norte de África - Fotografía de stockPAUL BIRIS

En la historia del ejército español, abundan los héroes anónimos cuyos nombres no figuran en los libros de historia ni son conocidos por el gran público, pero cuyas acciones fueron fundamentales para la defensa y el servicio a la nación. Estos hombres y mujeres, a menudo olvidados con el paso del tiempo, enfrentaron adversidades extremas en campos de batalla, misiones internacionales, y operaciones humanitarias.

Su contribución, aunque silenciosa, ha sido vital para la seguridad y el bienestar de España, y sus historias merecen ser rescatadas del olvido para reconocer su inestimable entrega. El cabo primero Pedro Fernández-Mayoralas, un nombre casi olvidado en los anales de la historia militar española, es un claro ejemplo de ello. 

Fernández-Mayoralas desapareció durante la feroz batalla de Edchera, el 13 de enero de 1958, en pleno desierto del Sáhara. Este combate, uno de los más letales de la guerra de Sidi-Ifni (1957-1959), marcó un capítulo oscuro en la historia militar española.

Un asalto imprevisto

La jornada fatídica comenzó con una emboscada inesperada. Minutos después de las 10 de la mañana, 350 legionarios de la XIII Bandera, en una misión de reconocimiento, fueron sorprendidos por un torrente de balas de guerrilleros marroquíes del Ejército de Liberación Nacional. El cabo primero Fernández-Mayoralas, a cargo del coche de transmisiones del Regimiento de Transmisiones 21, se encontraba en la vanguardia. 

A medida que el combate se intensificaba, las comunicaciones se volvieron desesperadas hasta que cesaron por completo a las cuatro de la tarde. El vehículo de transmisiones apareció más tarde destrozado, pero del cabo nunca se supo nada. Sin saber nada más de él fue como si el desierto se lo hubiera tragado.

Según ha detallado El Español, la batalla dejó un saldo devastador con 48 muertos y 64 heridos entre los legionarios. Los enfrentamientos, que llegaron al combate cuerpo a cuerpo, se recordaron como uno de los conflictos más sangrientos del Ejército español. El capitán Agustín Jáuregui y muchos de sus hombres cayeron en combate intentando revertir la situación.

Su propio homenaje 

66 años después, la figura de Fernández-Mayoralas, cuya desaparición fue comunicada a su familia mediante un frío telegrama, fue dignificada en un acto póstumo el pasado mes de enero de 2024 en Almería. La Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo fue entregada a su hermana Marciana, de 84 años, reconociendo el sacrificio de un soldado cuya memoria había quedado relegada al olvido por décadas.

Este homenaje tuvo lugar gracias al esfuerzo del teniente coronel Juan José Crespo, quien rescató la historia de Fernández-Mayoralas en su libro El alma del 21, conmemorando el 150 aniversario del Regimiento de Transmisiones 21. A través de su investigación, Crespo logró contactar a los familiares del cabo primero, devolviendo a la luz una historia que había permanecido en las sombras.

En la historia del ejército español, abundan los héroes anónimos cuyos nombres no figuran en los libros de historia ni son conocidos por el gran público, pero cuyas acciones fueron fundamentales para la defensa y el servicio a la nación. Estos hombres y mujeres, a menudo olvidados con el paso del tiempo, enfrentaron adversidades extremas en campos de batalla, misiones internacionales, y operaciones humanitarias.

Su contribución, aunque silenciosa, ha sido vital para la seguridad y el bienestar de España, y sus historias merecen ser rescatadas del olvido para reconocer su inestimable entrega. El cabo primero Pedro Fernández-Mayoralas, un nombre casi olvidado en los anales de la historia militar española, es un claro ejemplo de ello. 

Fernández-Mayoralas desapareció durante la feroz batalla de Edchera, el 13 de enero de 1958, en pleno desierto del Sáhara. Este combate, uno de los más letales de la guerra de Sidi-Ifni (1957-1959), marcó un capítulo oscuro en la historia militar española.

Un asalto imprevisto

La jornada fatídica comenzó con una emboscada inesperada. Minutos después de las 10 de la mañana, 350 legionarios de la XIII Bandera, en una misión de reconocimiento, fueron sorprendidos por un torrente de balas de guerrilleros marroquíes del Ejército de Liberación Nacional. El cabo primero Fernández-Mayoralas, a cargo del coche de transmisiones del Regimiento de Transmisiones 21, se encontraba en la vanguardia. 

A medida que el combate se intensificaba, las comunicaciones se volvieron desesperadas hasta que cesaron por completo a las cuatro de la tarde. El vehículo de transmisiones apareció más tarde destrozado, pero del cabo nunca se supo nada. Sin saber nada más de él fue como si el desierto se lo hubiera tragado.

Según ha detallado El Español, la batalla dejó un saldo devastador con 48 muertos y 64 heridos entre los legionarios. Los enfrentamientos, que llegaron al combate cuerpo a cuerpo, se recordaron como uno de los conflictos más sangrientos del Ejército español. El capitán Agustín Jáuregui y muchos de sus hombres cayeron en combate intentando revertir la situación.

Su propio homenaje 

66 años después, la figura de Fernández-Mayoralas, cuya desaparición fue comunicada a su familia mediante un frío telegrama, fue dignificada en un acto póstumo el pasado mes de enero de 2024 en Almería. La Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo fue entregada a su hermana Marciana, de 84 años, reconociendo el sacrificio de un soldado cuya memoria había quedado relegada al olvido por décadas.

Este homenaje tuvo lugar gracias al esfuerzo del teniente coronel Juan José Crespo, quien rescató la historia de Fernández-Mayoralas en su libro El alma del 21, conmemorando el 150 aniversario del Regimiento de Transmisiones 21. A través de su investigación, Crespo logró contactar a los familiares del cabo primero, devolviendo a la luz una historia que había permanecido en las sombras.

En la historia del ejército español, abundan los héroes anónimos cuyos nombres no figuran en los libros de historia ni son conocidos por el gran público, pero cuyas acciones fueron fundamentales para la defensa y el servicio a la nación. Estos hombres y mujeres, a menudo olvidados con el paso del tiempo, enfrentaron adversidades extremas en campos de batalla, misiones internacionales, y operaciones humanitarias.

Su contribución, aunque silenciosa, ha sido vital para la seguridad y el bienestar de España, y sus historias merecen ser rescatadas del olvido para reconocer su inestimable entrega. El cabo primero Pedro Fernández-Mayoralas, un nombre casi olvidado en los anales de la historia militar española, es un claro ejemplo de ello. 

Fernández-Mayoralas desapareció durante la feroz batalla de Edchera, el 13 de enero de 1958, en pleno desierto del Sáhara. Este combate, uno de los más letales de la guerra de Sidi-Ifni (1957-1959), marcó un capítulo oscuro en la historia militar española.

Un asalto imprevisto

La jornada fatídica comenzó con una emboscada inesperada. Minutos después de las 10 de la mañana, 350 legionarios de la XIII Bandera, en una misión de reconocimiento, fueron sorprendidos por un torrente de balas de guerrilleros marroquíes del Ejército de Liberación Nacional. El cabo primero Fernández-Mayoralas, a cargo del coche de transmisiones del Regimiento de Transmisiones 21, se encontraba en la vanguardia. 

A medida que el combate se intensificaba, las comunicaciones se volvieron desesperadas hasta que cesaron por completo a las cuatro de la tarde. El vehículo de transmisiones apareció más tarde destrozado, pero del cabo nunca se supo nada. Sin saber nada más de él fue como si el desierto se lo hubiera tragado.

Según ha detallado El Español, la batalla dejó un saldo devastador con 48 muertos y 64 heridos entre los legionarios. Los enfrentamientos, que llegaron al combate cuerpo a cuerpo, se recordaron como uno de los conflictos más sangrientos del Ejército español. El capitán Agustín Jáuregui y muchos de sus hombres cayeron en combate intentando revertir la situación.

Su propio homenaje 

66 años después, la figura de Fernández-Mayoralas, cuya desaparición fue comunicada a su familia mediante un frío telegrama, fue dignificada en un acto póstumo el pasado mes de enero de 2024 en Almería. La Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo fue entregada a su hermana Marciana, de 84 años, reconociendo el sacrificio de un soldado cuya memoria había quedado relegada al olvido por décadas.

Este homenaje tuvo lugar gracias al esfuerzo del teniente coronel Juan José Crespo, quien rescató la historia de Fernández-Mayoralas en su libro El alma del 21, conmemorando el 150 aniversario del Regimiento de Transmisiones 21. A través de su investigación, Crespo logró contactar a los familiares del cabo primero, devolviendo a la luz una historia que había permanecido en las sombras.

En la historia del ejército español, abundan los héroes anónimos cuyos nombres no figuran en los libros de historia ni son conocidos por el gran público, pero cuyas acciones fueron fundamentales para la defensa y el servicio a la nación. Estos hombres y mujeres, a menudo olvidados con el paso del tiempo, enfrentaron adversidades extremas en campos de batalla, misiones internacionales, y operaciones humanitarias.

Su contribución, aunque silenciosa, ha sido vital para la seguridad y el bienestar de España, y sus historias merecen ser rescatadas del olvido para reconocer su inestimable entrega. El cabo primero Pedro Fernández-Mayoralas, un nombre casi olvidado en los anales de la historia militar española, es un claro ejemplo de ello. 

Fernández-Mayoralas desapareció durante la feroz batalla de Edchera, el 13 de enero de 1958, en pleno desierto del Sáhara. Este combate, uno de los más letales de la guerra de Sidi-Ifni (1957-1959), marcó un capítulo oscuro en la historia militar española.

Un asalto imprevisto

La jornada fatídica comenzó con una emboscada inesperada. Minutos después de las 10 de la mañana, 350 legionarios de la XIII Bandera, en una misión de reconocimiento, fueron sorprendidos por un torrente de balas de guerrilleros marroquíes del Ejército de Liberación Nacional. El cabo primero Fernández-Mayoralas, a cargo del coche de transmisiones del Regimiento de Transmisiones 21, se encontraba en la vanguardia. 

A medida que el combate se intensificaba, las comunicaciones se volvieron desesperadas hasta que cesaron por completo a las cuatro de la tarde. El vehículo de transmisiones apareció más tarde destrozado, pero del cabo nunca se supo nada. Sin saber nada más de él fue como si el desierto se lo hubiera tragado.

Según ha detallado El Español, la batalla dejó un saldo devastador con 48 muertos y 64 heridos entre los legionarios. Los enfrentamientos, que llegaron al combate cuerpo a cuerpo, se recordaron como uno de los conflictos más sangrientos del Ejército español. El capitán Agustín Jáuregui y muchos de sus hombres cayeron en combate intentando revertir la situación.

Su propio homenaje 

66 años después, la figura de Fernández-Mayoralas, cuya desaparición fue comunicada a su familia mediante un frío telegrama, fue dignificada en un acto póstumo el pasado mes de enero de 2024 en Almería. La Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo fue entregada a su hermana Marciana, de 84 años, reconociendo el sacrificio de un soldado cuya memoria había quedado relegada al olvido por décadas.

Este homenaje tuvo lugar gracias al esfuerzo del teniente coronel Juan José Crespo, quien rescató la historia de Fernández-Mayoralas en su libro El alma del 21, conmemorando el 150 aniversario del Regimiento de Transmisiones 21. A través de su investigación, Crespo logró contactar a los familiares del cabo primero, devolviendo a la luz una historia que había permanecido en las sombras.

En la historia del ejército español, abundan los héroes anónimos cuyos nombres no figuran en los libros de historia ni son conocidos por el gran público, pero cuyas acciones fueron fundamentales para la defensa y el servicio a la nación. Estos hombres y mujeres, a menudo olvidados con el paso del tiempo, enfrentaron adversidades extremas en campos de batalla, misiones internacionales, y operaciones humanitarias.

Su contribución, aunque silenciosa, ha sido vital para la seguridad y el bienestar de España, y sus historias merecen ser rescatadas del olvido para reconocer su inestimable entrega. El cabo primero Pedro Fernández-Mayoralas, un nombre casi olvidado en los anales de la historia militar española, es un claro ejemplo de ello. 

Fernández-Mayoralas desapareció durante la feroz batalla de Edchera, el 13 de enero de 1958, en pleno desierto del Sáhara. Este combate, uno de los más letales de la guerra de Sidi-Ifni (1957-1959), marcó un capítulo oscuro en la historia militar española.

Un asalto imprevisto

La jornada fatídica comenzó con una emboscada inesperada. Minutos después de las 10 de la mañana, 350 legionarios de la XIII Bandera, en una misión de reconocimiento, fueron sorprendidos por un torrente de balas de guerrilleros marroquíes del Ejército de Liberación Nacional. El cabo primero Fernández-Mayoralas, a cargo del coche de transmisiones del Regimiento de Transmisiones 21, se encontraba en la vanguardia. 

A medida que el combate se intensificaba, las comunicaciones se volvieron desesperadas hasta que cesaron por completo a las cuatro de la tarde. El vehículo de transmisiones apareció más tarde destrozado, pero del cabo nunca se supo nada. Sin saber nada más de él fue como si el desierto se lo hubiera tragado.

Según ha detallado El Español, la batalla dejó un saldo devastador con 48 muertos y 64 heridos entre los legionarios. Los enfrentamientos, que llegaron al combate cuerpo a cuerpo, se recordaron como uno de los conflictos más sangrientos del Ejército español. El capitán Agustín Jáuregui y muchos de sus hombres cayeron en combate intentando revertir la situación.

Su propio homenaje 

66 años después, la figura de Fernández-Mayoralas, cuya desaparición fue comunicada a su familia mediante un frío telegrama, fue dignificada en un acto póstumo el pasado mes de enero de 2024 en Almería. La Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo fue entregada a su hermana Marciana, de 84 años, reconociendo el sacrificio de un soldado cuya memoria había quedado relegada al olvido por décadas.

Este homenaje tuvo lugar gracias al esfuerzo del teniente coronel Juan José Crespo, quien rescató la historia de Fernández-Mayoralas en su libro El alma del 21, conmemorando el 150 aniversario del Regimiento de Transmisiones 21. A través de su investigación, Crespo logró contactar a los familiares del cabo primero, devolviendo a la luz una historia que había permanecido en las sombras.

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

Sobre qué temas escribo

Tengo el privilegio de escribir sobre una amplia variedad de temas, con un enfoque que abarca tanto actualidad como estilo de vida. Escribo con la intención de contarte historias que te interesen y ofrecerte información que hagan tu vida un poco más fácil.


Te ayudo a no caer en estafas, te doy consejos de salud y cuidado personal, además de recomendaciones de destinos para tu próximo viaje.


Mis artículos son un surtido de historias curiosas, viajes, cultura, estilo de vida, naturaleza, ¡y mucho más! Mi objetivo es despertar tu curiosidad y acompañarte con lecturas útiles y entretenidas.

  

Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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