En el corazón de la ciudad suiza de Berna, una estatua inquietante sigue desconcertando y aterrorizando a quienes la observan. Se trata de 'Kindlifresserbrunnen', también conocida como 'La fuente del ogro devorador de niños'. 

Es una imponente escultura que representa aparentemente a un ser con un niño a medio devorar, mientras otros cuatro esperan su trágico destino. Esta misteriosa obra, construida en 1546 por el escultor suizo Hans Gieng, se encuentra en la plaza Kornhausplatz de la Ciudad Vieja de Berna.

A lo largo de casi 500 años, esta peculiar estatua ha despertado una mezcla de horror y curiosidad, convirtiéndose en una de las atracciones más famosas de Suiza. Pese a su longeva existencia, su significado sigue siendo un misterio. 

Teorías sobre su significado

Entre las diversas teorías que intentan explicar su interpretación, la primera sugiere que podría representar al hermano mayor del fundador de Berna, el Duque Berchtold V de la casa Zähringen. Según la leyenda, los celos por su hermano lo llevaron a la locura, haciendo que se convirtiera en un devorador de niños.

Otra teoría apunta a la mitología clásica, sugiriendo que la estatua simboliza al titán Cronos, conocido por devorar a sus propios hijos para evitar ser derrocado. Una tercera posibilidad sugiere que la fuente podría estar inspirada en la famosa pintura de Goya, 'Saturno devorando a su hijo', que retrata una escena similar.

Sin embargo, una de las explicaciones más controvertidas es que la escultura es una representación antisemita. Durante la Edad Media, en Europa circularon rumores sobre supuestos sacrificios humanos y canibalismo infantil atribuidos a los judíos. Según esta teoría, el ogro es un hombre judío que comía niños cristianos, debido al detalle del sombrero que porta, el Judenhut, un símbolo que los judíos medievales debían llevar para ser identificados

Aunque todo son teorías y nadie sabe con certeza a quién o qué representa esta impactante estatua, su existencia sigue generando fascinación y horror en partes iguales. Asimismo, es un atractivo turístico para quienes visitan la plaza Kornhausplatz de la Ciudad Vieja de Berna.

En el corazón de la ciudad suiza de Berna, una estatua inquietante sigue desconcertando y aterrorizando a quienes la observan. Se trata de 'Kindlifresserbrunnen', también conocida como 'La fuente del ogro devorador de niños'. 

Es una imponente escultura que representa aparentemente a un ser con un niño a medio devorar, mientras otros cuatro esperan su trágico destino. Esta misteriosa obra, construida en 1546 por el escultor suizo Hans Gieng, se encuentra en la plaza Kornhausplatz de la Ciudad Vieja de Berna.

A lo largo de casi 500 años, esta peculiar estatua ha despertado una mezcla de horror y curiosidad, convirtiéndose en una de las atracciones más famosas de Suiza. Pese a su longeva existencia, su significado sigue siendo un misterio. 

Teorías sobre su significado

Entre las diversas teorías que intentan explicar su interpretación, la primera sugiere que podría representar al hermano mayor del fundador de Berna, el Duque Berchtold V de la casa Zähringen. Según la leyenda, los celos por su hermano lo llevaron a la locura, haciendo que se convirtiera en un devorador de niños.

Otra teoría apunta a la mitología clásica, sugiriendo que la estatua simboliza al titán Cronos, conocido por devorar a sus propios hijos para evitar ser derrocado. Una tercera posibilidad sugiere que la fuente podría estar inspirada en la famosa pintura de Goya, 'Saturno devorando a su hijo', que retrata una escena similar.

Sin embargo, una de las explicaciones más controvertidas es que la escultura es una representación antisemita. Durante la Edad Media, en Europa circularon rumores sobre supuestos sacrificios humanos y canibalismo infantil atribuidos a los judíos. Según esta teoría, el ogro es un hombre judío que comía niños cristianos, debido al detalle del sombrero que porta, el Judenhut, un símbolo que los judíos medievales debían llevar para ser identificados

Aunque todo son teorías y nadie sabe con certeza a quién o qué representa esta impactante estatua, su existencia sigue generando fascinación y horror en partes iguales. Asimismo, es un atractivo turístico para quienes visitan la plaza Kornhausplatz de la Ciudad Vieja de Berna.

En el corazón de la ciudad suiza de Berna, una estatua inquietante sigue desconcertando y aterrorizando a quienes la observan. Se trata de 'Kindlifresserbrunnen', también conocida como 'La fuente del ogro devorador de niños'. 

Es una imponente escultura que representa aparentemente a un ser con un niño a medio devorar, mientras otros cuatro esperan su trágico destino. Esta misteriosa obra, construida en 1546 por el escultor suizo Hans Gieng, se encuentra en la plaza Kornhausplatz de la Ciudad Vieja de Berna.

A lo largo de casi 500 años, esta peculiar estatua ha despertado una mezcla de horror y curiosidad, convirtiéndose en una de las atracciones más famosas de Suiza. Pese a su longeva existencia, su significado sigue siendo un misterio. 

Teorías sobre su significado

Entre las diversas teorías que intentan explicar su interpretación, la primera sugiere que podría representar al hermano mayor del fundador de Berna, el Duque Berchtold V de la casa Zähringen. Según la leyenda, los celos por su hermano lo llevaron a la locura, haciendo que se convirtiera en un devorador de niños.

Otra teoría apunta a la mitología clásica, sugiriendo que la estatua simboliza al titán Cronos, conocido por devorar a sus propios hijos para evitar ser derrocado. Una tercera posibilidad sugiere que la fuente podría estar inspirada en la famosa pintura de Goya, 'Saturno devorando a su hijo', que retrata una escena similar.

Sin embargo, una de las explicaciones más controvertidas es que la escultura es una representación antisemita. Durante la Edad Media, en Europa circularon rumores sobre supuestos sacrificios humanos y canibalismo infantil atribuidos a los judíos. Según esta teoría, el ogro es un hombre judío que comía niños cristianos, debido al detalle del sombrero que porta, el Judenhut, un símbolo que los judíos medievales debían llevar para ser identificados

Aunque todo son teorías y nadie sabe con certeza a quién o qué representa esta impactante estatua, su existencia sigue generando fascinación y horror en partes iguales. Asimismo, es un atractivo turístico para quienes visitan la plaza Kornhausplatz de la Ciudad Vieja de Berna.

En el corazón de la ciudad suiza de Berna, una estatua inquietante sigue desconcertando y aterrorizando a quienes la observan. Se trata de 'Kindlifresserbrunnen', también conocida como 'La fuente del ogro devorador de niños'. 

Es una imponente escultura que representa aparentemente a un ser con un niño a medio devorar, mientras otros cuatro esperan su trágico destino. Esta misteriosa obra, construida en 1546 por el escultor suizo Hans Gieng, se encuentra en la plaza Kornhausplatz de la Ciudad Vieja de Berna.

A lo largo de casi 500 años, esta peculiar estatua ha despertado una mezcla de horror y curiosidad, convirtiéndose en una de las atracciones más famosas de Suiza. Pese a su longeva existencia, su significado sigue siendo un misterio. 

Teorías sobre su significado

Entre las diversas teorías que intentan explicar su interpretación, la primera sugiere que podría representar al hermano mayor del fundador de Berna, el Duque Berchtold V de la casa Zähringen. Según la leyenda, los celos por su hermano lo llevaron a la locura, haciendo que se convirtiera en un devorador de niños.

Otra teoría apunta a la mitología clásica, sugiriendo que la estatua simboliza al titán Cronos, conocido por devorar a sus propios hijos para evitar ser derrocado. Una tercera posibilidad sugiere que la fuente podría estar inspirada en la famosa pintura de Goya, 'Saturno devorando a su hijo', que retrata una escena similar.

Sin embargo, una de las explicaciones más controvertidas es que la escultura es una representación antisemita. Durante la Edad Media, en Europa circularon rumores sobre supuestos sacrificios humanos y canibalismo infantil atribuidos a los judíos. Según esta teoría, el ogro es un hombre judío que comía niños cristianos, debido al detalle del sombrero que porta, el Judenhut, un símbolo que los judíos medievales debían llevar para ser identificados

Aunque todo son teorías y nadie sabe con certeza a quién o qué representa esta impactante estatua, su existencia sigue generando fascinación y horror en partes iguales. Asimismo, es un atractivo turístico para quienes visitan la plaza Kornhausplatz de la Ciudad Vieja de Berna.

En el corazón de la ciudad suiza de Berna, una estatua inquietante sigue desconcertando y aterrorizando a quienes la observan. Se trata de 'Kindlifresserbrunnen', también conocida como 'La fuente del ogro devorador de niños'. 

Es una imponente escultura que representa aparentemente a un ser con un niño a medio devorar, mientras otros cuatro esperan su trágico destino. Esta misteriosa obra, construida en 1546 por el escultor suizo Hans Gieng, se encuentra en la plaza Kornhausplatz de la Ciudad Vieja de Berna.

A lo largo de casi 500 años, esta peculiar estatua ha despertado una mezcla de horror y curiosidad, convirtiéndose en una de las atracciones más famosas de Suiza. Pese a su longeva existencia, su significado sigue siendo un misterio. 

Teorías sobre su significado

Entre las diversas teorías que intentan explicar su interpretación, la primera sugiere que podría representar al hermano mayor del fundador de Berna, el Duque Berchtold V de la casa Zähringen. Según la leyenda, los celos por su hermano lo llevaron a la locura, haciendo que se convirtiera en un devorador de niños.

Otra teoría apunta a la mitología clásica, sugiriendo que la estatua simboliza al titán Cronos, conocido por devorar a sus propios hijos para evitar ser derrocado. Una tercera posibilidad sugiere que la fuente podría estar inspirada en la famosa pintura de Goya, 'Saturno devorando a su hijo', que retrata una escena similar.

Sin embargo, una de las explicaciones más controvertidas es que la escultura es una representación antisemita. Durante la Edad Media, en Europa circularon rumores sobre supuestos sacrificios humanos y canibalismo infantil atribuidos a los judíos. Según esta teoría, el ogro es un hombre judío que comía niños cristianos, debido al detalle del sombrero que porta, el Judenhut, un símbolo que los judíos medievales debían llevar para ser identificados

Aunque todo son teorías y nadie sabe con certeza a quién o qué representa esta impactante estatua, su existencia sigue generando fascinación y horror en partes iguales. Asimismo, es un atractivo turístico para quienes visitan la plaza Kornhausplatz de la Ciudad Vieja de Berna.