Este es el bar más antiguo de toda España: en pleno centro de Sevilla y su nombre esconde mucha historia

Este es el bar más antiguo de toda España: en pleno centro de Sevilla y su nombre esconde mucha historia 

Abrió sus puertas en 1670 con el reinado de Carlos III.

Este es el bar más antiguo de toda España: en pleno centro de Sevilla y su nombre esconde mucha historia 

Abrió sus puertas en 1670 con el reinado de Carlos III.

Este es el bar más antiguo de toda España: en pleno centro de Sevilla y su nombre esconde mucha historia 

Abrió sus puertas en 1670 con el reinado de Carlos III.

Este es el bar más antiguo de toda España: en pleno centro de Sevilla y su nombre esconde mucha historia 

Abrió sus puertas en 1670 con el reinado de Carlos III.

Este es el bar más antiguo de toda España: en pleno centro de Sevilla y su nombre esconde mucha historia 

Abrió sus puertas en 1670 con el reinado de Carlos III.

El Rinconcillo tapas bar, Seville, SpainAlex Segre

En pleno casco antiguo de Sevilla, en la calle Gerona número 40, se encuentra uno de los tesoros mejor conservados de la capital andaluza, El Rinconcillo. Se trata del bar más antiguo de España, que ha estado sirviendo a clientes desde su apertura en 1670. A lo largo de sus más de tres siglos de historia, este establecimiento se ha convertido en un punto clave para quienes buscan saborear la tradición sevillana.

El Rinconcillo no solo destaca por su longevidad, sino por su autenticidad. Entrar en este bar es un viaje al pasado, ya que conserva gran parte de la atmósfera de los bares del siglo XVII. A pesar de los años, la decoración, la barra y el ambiente siguen evocando una época pasada y manteniendo su esencia.

Aunque la carta del bar ofrece una variedad de platos tradicionales, su especialidad son las espinacas con garbanzos, una receta que ha pasado de generación en generación y sigue conquistando paladares por su sabor inconfundible. Este plato, típico de la cocina sevillana, es un imprescindible para quienes visitan el bar.

Además de este platillo, el menú incluye otros clásicos de la gastronomía española, como la tortilla de patatas, chacinas variadas y postres caseros que evocan las ventas tradicionales donde todo se hace de manera artesanal.

Un rincón con historia

El nombre El Rinconcillo no es casualidad. El bar se encuentra en una esquina del casco histórico de Sevilla, lo que dio origen a su nombre. Aunque algunos aseguran que antiguamente en esa ubicación se situaba una muralla que delimitaba el lugar. 

Al ser un atractivo turístico de la ciudad, son muchos los que no pierden la oportunidad de grabar sus típicas tapas y cómo es la estética de este local histórico. Aunque los clientes locales son ahora menos frecuentes, el bar sigue siendo un lugar donde cualquiera puede sentirse en casa, disfrutando de un trozo de historia acompañado de buena comida y un ambiente único.

Este bar centenario es, sin duda, un rincón sevillano que combina a la perfección tradición, historia y gastronomía, y sigue siendo un reflejo vivo del alma de la ciudad.

En pleno casco antiguo de Sevilla, en la calle Gerona número 40, se encuentra uno de los tesoros mejor conservados de la capital andaluza, El Rinconcillo. Se trata del bar más antiguo de España, que ha estado sirviendo a clientes desde su apertura en 1670. A lo largo de sus más de tres siglos de historia, este establecimiento se ha convertido en un punto clave para quienes buscan saborear la tradición sevillana.

El Rinconcillo no solo destaca por su longevidad, sino por su autenticidad. Entrar en este bar es un viaje al pasado, ya que conserva gran parte de la atmósfera de los bares del siglo XVII. A pesar de los años, la decoración, la barra y el ambiente siguen evocando una época pasada y manteniendo su esencia.

Aunque la carta del bar ofrece una variedad de platos tradicionales, su especialidad son las espinacas con garbanzos, una receta que ha pasado de generación en generación y sigue conquistando paladares por su sabor inconfundible. Este plato, típico de la cocina sevillana, es un imprescindible para quienes visitan el bar.

Además de este platillo, el menú incluye otros clásicos de la gastronomía española, como la tortilla de patatas, chacinas variadas y postres caseros que evocan las ventas tradicionales donde todo se hace de manera artesanal.

Un rincón con historia

El nombre El Rinconcillo no es casualidad. El bar se encuentra en una esquina del casco histórico de Sevilla, lo que dio origen a su nombre. Aunque algunos aseguran que antiguamente en esa ubicación se situaba una muralla que delimitaba el lugar. 

Al ser un atractivo turístico de la ciudad, son muchos los que no pierden la oportunidad de grabar sus típicas tapas y cómo es la estética de este local histórico. Aunque los clientes locales son ahora menos frecuentes, el bar sigue siendo un lugar donde cualquiera puede sentirse en casa, disfrutando de un trozo de historia acompañado de buena comida y un ambiente único.

Este bar centenario es, sin duda, un rincón sevillano que combina a la perfección tradición, historia y gastronomía, y sigue siendo un reflejo vivo del alma de la ciudad.

En pleno casco antiguo de Sevilla, en la calle Gerona número 40, se encuentra uno de los tesoros mejor conservados de la capital andaluza, El Rinconcillo. Se trata del bar más antiguo de España, que ha estado sirviendo a clientes desde su apertura en 1670. A lo largo de sus más de tres siglos de historia, este establecimiento se ha convertido en un punto clave para quienes buscan saborear la tradición sevillana.

El Rinconcillo no solo destaca por su longevidad, sino por su autenticidad. Entrar en este bar es un viaje al pasado, ya que conserva gran parte de la atmósfera de los bares del siglo XVII. A pesar de los años, la decoración, la barra y el ambiente siguen evocando una época pasada y manteniendo su esencia.

Aunque la carta del bar ofrece una variedad de platos tradicionales, su especialidad son las espinacas con garbanzos, una receta que ha pasado de generación en generación y sigue conquistando paladares por su sabor inconfundible. Este plato, típico de la cocina sevillana, es un imprescindible para quienes visitan el bar.

Además de este platillo, el menú incluye otros clásicos de la gastronomía española, como la tortilla de patatas, chacinas variadas y postres caseros que evocan las ventas tradicionales donde todo se hace de manera artesanal.

Un rincón con historia

El nombre El Rinconcillo no es casualidad. El bar se encuentra en una esquina del casco histórico de Sevilla, lo que dio origen a su nombre. Aunque algunos aseguran que antiguamente en esa ubicación se situaba una muralla que delimitaba el lugar. 

Al ser un atractivo turístico de la ciudad, son muchos los que no pierden la oportunidad de grabar sus típicas tapas y cómo es la estética de este local histórico. Aunque los clientes locales son ahora menos frecuentes, el bar sigue siendo un lugar donde cualquiera puede sentirse en casa, disfrutando de un trozo de historia acompañado de buena comida y un ambiente único.

Este bar centenario es, sin duda, un rincón sevillano que combina a la perfección tradición, historia y gastronomía, y sigue siendo un reflejo vivo del alma de la ciudad.

En pleno casco antiguo de Sevilla, en la calle Gerona número 40, se encuentra uno de los tesoros mejor conservados de la capital andaluza, El Rinconcillo. Se trata del bar más antiguo de España, que ha estado sirviendo a clientes desde su apertura en 1670. A lo largo de sus más de tres siglos de historia, este establecimiento se ha convertido en un punto clave para quienes buscan saborear la tradición sevillana.

El Rinconcillo no solo destaca por su longevidad, sino por su autenticidad. Entrar en este bar es un viaje al pasado, ya que conserva gran parte de la atmósfera de los bares del siglo XVII. A pesar de los años, la decoración, la barra y el ambiente siguen evocando una época pasada y manteniendo su esencia.

Aunque la carta del bar ofrece una variedad de platos tradicionales, su especialidad son las espinacas con garbanzos, una receta que ha pasado de generación en generación y sigue conquistando paladares por su sabor inconfundible. Este plato, típico de la cocina sevillana, es un imprescindible para quienes visitan el bar.

Además de este platillo, el menú incluye otros clásicos de la gastronomía española, como la tortilla de patatas, chacinas variadas y postres caseros que evocan las ventas tradicionales donde todo se hace de manera artesanal.

Un rincón con historia

El nombre El Rinconcillo no es casualidad. El bar se encuentra en una esquina del casco histórico de Sevilla, lo que dio origen a su nombre. Aunque algunos aseguran que antiguamente en esa ubicación se situaba una muralla que delimitaba el lugar. 

Al ser un atractivo turístico de la ciudad, son muchos los que no pierden la oportunidad de grabar sus típicas tapas y cómo es la estética de este local histórico. Aunque los clientes locales son ahora menos frecuentes, el bar sigue siendo un lugar donde cualquiera puede sentirse en casa, disfrutando de un trozo de historia acompañado de buena comida y un ambiente único.

Este bar centenario es, sin duda, un rincón sevillano que combina a la perfección tradición, historia y gastronomía, y sigue siendo un reflejo vivo del alma de la ciudad.

En pleno casco antiguo de Sevilla, en la calle Gerona número 40, se encuentra uno de los tesoros mejor conservados de la capital andaluza, El Rinconcillo. Se trata del bar más antiguo de España, que ha estado sirviendo a clientes desde su apertura en 1670. A lo largo de sus más de tres siglos de historia, este establecimiento se ha convertido en un punto clave para quienes buscan saborear la tradición sevillana.

El Rinconcillo no solo destaca por su longevidad, sino por su autenticidad. Entrar en este bar es un viaje al pasado, ya que conserva gran parte de la atmósfera de los bares del siglo XVII. A pesar de los años, la decoración, la barra y el ambiente siguen evocando una época pasada y manteniendo su esencia.

Aunque la carta del bar ofrece una variedad de platos tradicionales, su especialidad son las espinacas con garbanzos, una receta que ha pasado de generación en generación y sigue conquistando paladares por su sabor inconfundible. Este plato, típico de la cocina sevillana, es un imprescindible para quienes visitan el bar.

Además de este platillo, el menú incluye otros clásicos de la gastronomía española, como la tortilla de patatas, chacinas variadas y postres caseros que evocan las ventas tradicionales donde todo se hace de manera artesanal.

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El nombre El Rinconcillo no es casualidad. El bar se encuentra en una esquina del casco histórico de Sevilla, lo que dio origen a su nombre. Aunque algunos aseguran que antiguamente en esa ubicación se situaba una muralla que delimitaba el lugar. 

Al ser un atractivo turístico de la ciudad, son muchos los que no pierden la oportunidad de grabar sus típicas tapas y cómo es la estética de este local histórico. Aunque los clientes locales son ahora menos frecuentes, el bar sigue siendo un lugar donde cualquiera puede sentirse en casa, disfrutando de un trozo de historia acompañado de buena comida y un ambiente único.

Este bar centenario es, sin duda, un rincón sevillano que combina a la perfección tradición, historia y gastronomía, y sigue siendo un reflejo vivo del alma de la ciudad.

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

Sobre qué temas escribo

Tengo el privilegio de escribir sobre una amplia variedad de temas, con un enfoque que abarca tanto actualidad como estilo de vida. Escribo con la intención de contarte historias que te interesen y ofrecerte información que hagan tu vida un poco más fácil.


Te ayudo a no caer en estafas, te doy consejos de salud y cuidado personal, además de recomendaciones de destinos para tu próximo viaje.


Mis artículos son un surtido de historias curiosas, viajes, cultura, estilo de vida, naturaleza, ¡y mucho más! Mi objetivo es despertar tu curiosidad y acompañarte con lecturas útiles y entretenidas.

  

Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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