Esta fue la primera mujer no mitológica que apareció en una moneda romana
Marcó un momento significativo en la historia.

En la historia de Roma, donde los hombres suelen ocupar el protagonismo, hay figuras femeninas que lograron destacar y dejar su huella. Una de ellas es Fulvia Flacca Bambalia, una mujer cuya ambición, influencia política y audacia la llevaron a ser reconocida como la primera mujer no mitológica en aparecer en una moneda romana.
Este hito no solo marcó un momento significativo en la historia romana, sino que también simbolizó el poder e impacto de Fulvia en una sociedad profundamente dominada por hombres donde no se conformó con los roles impuestos a las mujeres de la época.
Nacida en el año 83 a.C. en una familia aristocrática romana, Fulvia estaba destinada a una vida de privilegios, pero también a las expectativas tradicionales de su tiempo. Desde joven mostró un espíritu político nato y una habilidad para moverse en los círculos de poder, asegurándose matrimonios estratégicos con hombres influyentes que respaldaran sus ambiciones.
Un camino de poder
El primer marido de Fulvia fue Publio Claudio Pulcro, un político populista conocido por su carácter controvertido y su enfrentamiento con el Senado romano. Tras su asesinato cerca de la Vía Apia, Fulvia no tardó en contraer matrimonio con Cayo Escribonio Curión, un talentoso tribuno, orador político, que también murió prematuramente en campaña. Finalmente, Fulvia se casó con Marco Antonio, el célebre general y político que formó parte del Segundo Triunvirato junto a Octaviano y Lépido.
Fue en este último matrimonio donde Fulvia alcanzó el punto más culminante de su influencia. Mientras Marco Antonio luchaba por el poder en Roma, Fulvia se convirtió en una figura clave, tomando decisiones políticas y liderando incluso una revuelta en su nombre. Este nivel de participación política era inaudito para una mujer romana de su tiempo.
Un símbolo de poder
Según cuenta El Español, la relación de Fulvia con Marco Antonio era tan apasionada que él mismo mandó acuñar monedas con el rostro de Fulvia para pagar a sus tropas y esto hizo que a Fulvia se la consolidara como una figura histórica única. Hasta ese momento, solo hombres o figuras mitológicas habían aparecido en las monedas romanas. Fulvia rompió con esta tradición, simbolizando tanto su buena relación con Marco Antonio como su posición destacada en la política romana.
La ambición y la audacia
Fulvia murió poco después en circunstancias poco claras tras la derrota de Marco Antonio y Cleopatra en la batalla de Accio en el año 31 a.C. Sin embargo, dejó constancia de que las mujeres podían, en ciertos casos, desafiar las restricciones de género y jugar papeles significativos en la política de la época.