Melody gana el Benidorm Fest y representará a España en Eurovisión 2025
La sevillana se impone gracias al apoyo del público tras ser tercera en el jurado. Daniela Blasco queda segunda y J Kbello, tercero.

Melody ha ganado este sábado la final del Benidorm Fest 2025 y, por tanto, representará a España el próximo mes de mayo en el festival de Eurovisión. La sevillana ha conseguido el triunfo gracias al apoyo masivo del televoto, un 39% del total, mientras que para el jurado fue sólo la tercera opción.
En una competida final con ocho participantes en liza, Melody ha logrado el sueño que se le escapó por los pelos en 2009, cuando quedó segunda en una preselección que acabó ganando Soraya. Viajará a Basilea (Suiza) con Esa diva, un pop clásico que supone un canto a la igualdad y la inclusión. La letra, trabajada durante más de un año y cuidadosamente "palabra a palabra", redefine el concepto de “diva” para que todas las mujeres (y, en general, todas las personas) puedan sentirse como tal.
La emoción por saber quién sería el ganador en esta cuarta edición del Benidorm Fest fue máxima porque, por primera vez, RTVE decidió no desvelar el resultado completo de las semifinales con el fin de que todos los artistas tuvieran, teóricamente, las mismas oportunidades de ganar en la gran final.

Melody partía como una de las grandes favoritas de la noche al ser el rostro más famoso de un cartel repleto de jóvenes promesas. La sevillana, eterna estrella infantil con éxitos como De Pata Negra o El baile del gorila, pudo redimirse de los problemas de sonido que arruinaron su actuación en la semifinal del pasado jueves. Esta vez, en la final, no hubo ningún contratiempo: Esa Diva, una canción pop muy genérica pero que ella eleva de una manera totalmente singular y con marca propia, sonó a la perfección y sirvió para que la artista demostrara, una vez más, su enorme poderío y sus tablas sobre el escenario.
La actuación tuvo de todo: un columpio, una enorme cola de más de ocho metros, un sombrero cordobés, un trono con forma de peineta y, sobre todo, mucho baile. Melody fue capaz de mantenerse vocalmente correctísima, haciendo hasta un giro de 360 grados en uno de los momentos álgidos de la puesta en escena. Incluso, al final, hizo su característico agarre de pelo denominado popularmente como "el helicóptero". Todo al servicio de un show con el que la estrella sevillana supo ganarse el favor del televoto con holgura (veinte puntos más que la segunda más votada) y erigirse como la próxima representante de España en Eurovisión.
"Estoy muy ilusionada. Gracias de corazón a mi familia, que han estado conmigo en estos meses tan duros. Y que sepáis que voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que cuando la gente piense en nuestra tierra, en España, sepa que aquí hay grandes artistas y grandes voces", dijo tras recoger el micrófono de bronce de manos de sus predecesores, Nebulossa.
J Kbello ganó el jurado, pero quedó tercero
El apoyo masivo del televoto a Melody hizo que el favorito del jurado, el gaditano J Kbello, sólo pudiera ser tercero en la clasificación general. El exparticipante de Cover Night trajo a esta edición del Benidorm Fest la puesta en escena más trabajada y compactada donde la iluminación (y, en ocasiones, la falta de ella) jugaba una parte fundamental.
J Kbello derrochó descaro y sensualidad moviéndose por una plataforma que, sumado a un techo, le situaba en una especie de pasillo de discoteca donde el cantante mostraba a la perfección sus dotes para el baile. Una actuación, en definitiva, trufada de guiños visuales donde tampoco faltaron pinturas fluorescentes en su rostro y en el de sus cinco bailarines o luces en las manos para provocar un impacto en la audiencia. Lo tuvo, porque quedó tercero en el televoto, pero fue una renta insuficiente ante el 'torbellino Melody'.
La mallorquina Daniela Blasco fue, por su parte, la segunda clasificada al quedar en ese mismo puesto tanto en jurado como en televoto. Y es que muchos veían en ella una digna sucesora de Chanel. Las similitudes son numerosas: Daniela derrocha fuego y sensualidad con Uh Na Na, una propuesta disruptiva que mezcla ritmos de hip hop, R&B, reguetón y electrónica.
El baile, como ocurría con SloMo, es la pieza clave de la actuación: la mallorquina demostró sus habilidades con tres minutos de palpitante ejercicio acrobático, aunque vocalmente fue mucho más limitada que Chanel. De hecho, su abuso en el uso de las voces pregrabadas ha sido una de las polémicas de este festival. "Ideé mi actuación para que fuese un espectáculo completo. Hay algunas partes en las que no puedo cantar porque no soy un robot y tengo que gestionar mi aire y mi energía", se defendió el pasado viernes en una rueda de prensa. Al público, a la vista de los resultados, no le importó.
Los nombres de Daniela Blasco y J KBello estuvieron en las quinielas de los expertos para la victoria hasta última hora. Al igual que el de Mel Ömana, una de las grandes revelaciones de esta edición. Tirando de garra y fuerza, la canaria concitó el aplauso general por su enérgica interpretación de I'm a queen, una mezcolanza de sonidos muy dispares como el bolero, el tango, el rap, el funky y la electrónica, pero que sonaban perfectamente armónicas en la voz de la cantante. Mel Ömana, junto a sus cuatro bailarinas, emergió con un mensaje de empoderamiento y de superación para ofrecer una de las mejores actuaciones de la noche. Se tuvo que conformar, finalmente, con la cuarta plaza.
Lachispa, castigada por el jurado
Fuera de la competencia por la victoria se quedó prematuramente Lachispa, que llegó a Benidorm con la vitola de favorita. La excorista de Rosalía presentaba este año la mejor canción del concurso: Hartita de llorar, un flamenco pop con la que pretendía abordar la lucha contra la depresión y la ansiedad, dos experiencias que la artista ha vivido en carne propia. La representación de esos miedos quedó patente en su puesta en escena, donde la joven se veía intimidada por su propio reflejo en los espejos que la acompañaban sobre el escenario. Su cuerpo de baile, por el contrario, representaban la fuerza y las ganas de superación frente a esos miedos e inseguridades. Un ejercicio conceptual atractivo pero con poco impacto visual. Lachispa, eso sí, se mostró este sábado más contenida vocalmente que en la primera semifinal, donde estuvo algo desbocada. Sin embargo, fue la tercera peor valorada por el jurado y se quedó sin opciones reales de victoria.
Los últimos puestos de la clasificación fueron para Kuve, cuya Loca XTI podría acabar convirtiéndose en un hit este verano; Lucas Bun, artífice de la única balada que se escuchó en la final; y Mawot, la gran sorpresa de esta edición al colar en la final su Raggio di Sole, una canción con sonido nítido de la música italiana de los ochenta y noventa.
Pero será Melody quien tendrá ahora la responsabilidad de representar a España en Basilea (Suiza) el próximo 17 de mayo. Por delante, el gran reto de devolver a nuestro país el triunfo en el ansiado festival europeo. Una hazaña que nadie consigue desde hace ya 56 años.