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Alex, estudiante de 18 años, se levanta cada día a las 3 de la mañana para dirigir su empresa de IA antes de ir al instituto: "Merece la pena cada noche sin dormir"

Alex, estudiante de 18 años, se levanta cada día a las 3 de la mañana para dirigir su empresa de IA antes de ir al instituto: "Merece la pena cada noche sin dormir"

Todos sus esfuerzos tienen un objetivo honorable: buscar curas para el Alzheimer.

Una mujer que teletrabaja escribe en su portátil de empresa.
Imagen de archivo de una persona trabajando desde su portatil.Sebastian Kahnert

Alex no tiene la vida de cualquier estudiante universitario. A sus 18 años, ha fundado una startup de inteligencia artificial muy especial. Todo con la ayuda de estudiantes de todo el mundo. Por la mañana, tal y como él mismo cuenta en declaraciones al medio de comunicación estadounidense Business Insider, su día a día empieza a las 03.00 de la madrugada para atender a las consultas online de sus clientes. A las 07.30, se va a la facultad.

Alex asegura que su ambición es mejorar el diagnóstico del Alzheimer, pero al no tener una red de contactos, "cree una online". Crecí sabiendo que algún día, alguien a quien quiero podría desaparecer mientras seguía delante de mí. En el instituto, ese miedo se cristalizó en algo más allá de la aceptación pasiva. Fue entonces cuando se topó con un concurso en el que financiaba estas ideas innovadoras, y lo ganó.

Aun así, confiesa que para él, fue complicado encontrar la red de contactos. Ahora tiene un equipo de seis personas, y se hacen llamar Retina. "Nos convertimos en algo que ninguno de nosotros esperaba: un equipo de estudiantes de instituto de todo el mundo que realmente creían que podíamos curar el Alzheimer", explica, claramente emocionado, el protagonista.

El objetivo lo tienen claro: hacer el diagnóstico de la enfermedad más accesible y asequible para comunidades vulnerables. "Nos hemos autofinanciado y hemos empezado a investigar para mejorar la resolución de imagen de la resonancia magnética de bajo campo", cuenta.

No obstante, Alex confiesa que no todo ha sido un camino de rosas. "Durante esos momentos asfixiantes, cuando la duda era un dolor físico en el pecho, cuestionaba todo: mis habilidades, nuestra dirección y si era digno de la confianza que mi equipo depositaba en mí". 

Pero poco a poco fue superando sus retos, hasta que, por primera vez, se publicó una de sus investigaciones en la Conferencia IEEE BigData 2024, una prestigiosa conferencia anual dedicada a la investigación en inteligencia artificial. "Me sentí eufórico", celebra.

"Recientemente, hemos lanzado nuestro primer producto de consumo, Remembrance, un servicio terapéutico basado en IA para intentar ayudar a los pacientes con Alzheimer a reconectar con su pasado", explica sobre su nuevo proyecto. "Funciona haciendo preguntas suaves diseñadas para activar viejos recuerdos mediante la terapia de reminiscencia", continúa. Pero, el mercado sanitario no se lo ha puesto fácil y de momento, les cuesta llevarlo a la práctica.