Preguntan si da mejores resultados correr 30 minutos o caminar 60 minutos y la respuesta generará estupefacción
Correr quema más calorías.

La actividad física es fundamental para mantener una buena salud, y entre las opciones más accesibles y populares se encuentran caminar y correr. Ambas prácticas ofrecen beneficios significativos para el cuerpo y la mente, y son elegidas por millones de personas en todo el mundo como parte de su rutina diaria.
Sin embargo, surge una pregunta: ¿cuál de las dos es más recomendable? Para responderla, es necesario analizar diversos factores como el impacto en el cuerpo, el gasto energético, los objetivos personales y las condiciones físicas de cada individuo.
Ambas actividades son beneficiosas, pero los efectos que tienen sobre el cuerpo y la mente son diferentes. La clave está en entender qué busca cada persona: mejorar el rendimiento físico, cuidar las articulaciones o simplemente reducir el estrés.
Correr quema más calorías
Una sesión de 30 minutos de carrera puede quemar unas 300 kilocalorías, mientras que 60 minutos de caminata rondan las 200 kilocalorías, según los expertos. Esto se debe a que correr exige un esfuerzo muscular mucho mayor y activa lo que los científicos llaman el “efecto afterburn”, cuando el cuerpo continúa consumiendo energía entre 12 y 48 horas después del ejercicio, incluso en reposo. En cambio, caminar casi no produce este efecto.
El gasto energético también varía según el peso corporal. Por ejemplo, una persona de 84 kilos quema alrededor de 50 kilocalorías más por hora que alguien de 70 kilos al realizar la misma actividad, según Mundo Deportivo.
Beneficios para el corazón, articulaciones y mente
Correr mejora más rápidamente la función cardiovascular y pulmonar, y ayuda a reducir la frecuencia cardíaca en reposo. Sin embargo, no es recomendable para todos, ya que las personas con presión arterial alta o problemas vasculares deberían optar por caminar.
Andar mejora la elasticidad de los vasos sanguíneos sin generar tanta presión. Además, quienes tienen problemas articulares o sobrepeso deberían comenzar caminando, ya que el impacto sobre las rodillas al correr puede ser hasta tres veces mayor.
Según la psicología, ambas actividades activan la producción de endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad. Pero sus efectos emocionales difieren: correr estimula y energiza, mientras que caminar relaja y ayuda a ordenar los pensamientos, convirtiéndose en una herramienta ideal contra el estrés cotidiano.
El ejercicio equilibrado
Los expertos recomiendan para los principiantes empezar con 30 minutos diarios de caminata rápida durante dos semanas y luego incorporar intervalos: 1 minuto de carrera suave seguido de 2 minutos de caminata rápida. Quienes tienen poco tiempo pueden optar por 20 minutos de carrera intensa, que ofrecen beneficios similares a una hora de caminata lenta.
