Qué es un matrimonio lavanda y por qué Marta Luisa de Noruega y la serie 'La Casa Guinness' lo han devuelto a la actualidad
La polémica pareja formada por Marta Luisa de Noruega y Durek Verrett y la serie de Netflix nos han recordado a qué se refiere este tipo de unión.
La sociedad occidental ha avanzado profundamente y se han conquistado con enorme esfuerzo una serie de derechos que debemos cuidar y proteger. No hay que olvidar lo mucho que costó conseguirlos y lo fácil que se puede volver atrás. Entre esos derechos que se han logrado destacan los de las personas LGTBI.
Este colectivo, históricamente silenciado, humillado y apartado, ha pasado de la clandestinidad a la visibilidad, al menos en países como España. Es cierto que queda mucho por hacer, muchísimo, pero si echamos la vista atrás es evidente que se han dado muchos pasos y que la vida de las personas LGTBI ha mejorado con respecto a las generaciones anteriores.
Sin ir más lejos, en España se aprobó el matrimonio igualitario en 2005. Desde entonces, dos hombres o dos mujeres que son pareja pueden unirse legalmente y tener los mismos derechos que las personas heterosexuales que celebran su boda. Antes de eso, las parejas homosexuales no podía casarse pese a desearlo. Y más en el pasado, cuando o estaba mal visto, o peor, era un delito que se castigaba, las personas LGTBI no podían vivir su amor libremente.
Porque gais, lesbianas y bisexuales ha habido siempre, solo que debían amar en silencio. Además, muchos de ellos debían casarse para guardar las apariencias y no levantar sospechas. En algunos casos, la otra persona no conocía la verdad, pero en otros sí, forjándose así uniones de conveniencia en la que ambos miembros eran conscientes de la realidad.
Esto es lo que se llamaba matrimonio lavanda, término utilizado en países anglosajones para describir los casamientos entre hombres y mujeres en los que uno o los dos eran homosexuales. Con ello había honestidad entre los cónyuges y evitaban la estigmatización que desgraciadamente suponía la homosexualidad.
Pese a que es un concepto de los siglos XIX y XX, ha regresado a la actualidad de la mano de una serie, aunque tampoco es que hayan inventado la rueda, y de una pareja de la realeza muy polémica.
La serie La casa Guinness, estrenada en Netflix el 25 de septiembre de 2025, cuenta la historia de la familia propietaria de la icónica cerveza irlandesa Guinness desde el fallecimiento del patriarca, Benjamin Guinness, en 1868. Su hijo mayor, y uno de sus herederos principales, es homosexual. Aunque Arthur Guinness -papel interpretado por Anthony Boyle- se siente orgulloso de su orientación sexual, es consciente de que no puede vivir libremente junto a un hombre como pareja.
Como uno de los dueños de la cervecera que además debe continuar la carrera política de su padre, es impensable que no se case en la Irlanda del siglo XIX. Por ello, se le busca a una esposa adecuada que acepte todas las facetas de Boyle. Todas. Al aceptar Lady Olivia Hedges (Danielle Galligan) se celebra un matrimonio lavanda que ayude a ocultar la verdadera orientación del señor Guinness.
Esta ficción pudo ocurrir en la vida real. Aunque no hay pruebas concretas de que Arthur Guinness fuera gay, Joe Joyce, autor de The Guinnesses: The Untold Story of Ireland's Most Successful Family, sostiene que su matrimonio con Lady Olivia Hedges fue concertado y no hubo intimidad entre ellos. Lo cierto es que no tuvieron hijos, aunque aquello pudo ser por otras causas.
Marta Luisa y el chamán no se callan
Y luego está la historia de Marta Luisa de Noruega y Durek Verrett. Ambos siempre son polémicos, pero lo han sido más todavía con su docuserie en Netflix llamada Royals Rebels, donde el chamán no dejó en buen lugar a la familia real noruega y ambos violaron nuevamente su acuerdo con la corona sobre el hecho de no aprovecharse de su conexión real para ganar dinero.
Pero aparte de eso, el documental hizo crecer las especulaciones sobre la verdadera naturaleza de su unión. En el formato de Netflix, el chamán no oculta que ha tenido relaciones con hombres, y finalmente se define como almasexual. Por otro lado, antes de que les contaran la verdad, las hijas de Marta Luisa dieron por hecho que Durek era un amigo gay de su madre, uno de los muchos que tiene. Por si fuera poco, la sobrina del chamán confesó que antes de enterarse de que su tío estaba con la hija del rey de Noruega, había dado por hecho que era homosexual.
Todo esto llevó a algunos internautas a comentar en redes que estaba claro que se trataba de un matrimonio lavanda. Porque claro, todo el mundo tiene que tener una opinión. Lejos de dejarlo pasar, Marta Luisa y el chamán publicaron un vídeo en Instagram en el que respondieron a este asunto.
La pareja mostró algunos de los comentarios vestidos de lavanda y comentaron: "Nos gusta la lavanda, pero no nos convence del todo". Después aparecen con otra ropa y señalan que lo suyo no es algo común y que simplemente es amor. "¿Pensabas que era lavanda? ¡Giro inesperado! Es solo amor". Pues eso, que nada de matrimonio lavanda. Además, ¿qué sentido tendría en el siglo XXI en Noruega? Efectivamente, ninguno. Pueden gustar más o gustar menos, pero parece claro que están enamorados.