Guía práctica para sobrevivir a la ola de calor que se extenderá hasta el jueves
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Guía práctica para sobrevivir a la ola de calor que se extenderá hasta el jueves

Las altas temperaturas que estamos sufriendo pueden perjudicar seriamente la salud e incluso poner en peligro la vida de los más vulnerables.

Un termómetro marca 41 grados en la ciudad de Granada.Anadolu via Getty Images

España se achicharra. El episodio de ola de calor que afecta a la península desde el pasado domingo ha activado las alertas: en doce comunidades autónomas se han registrado temperaturas extremas de alrededor de los 40 grados de forma generalizada y en algunos puntos han superado los 42 grados este lunes.

Y esto no tiene pinta de terminar. El último comunicado urgente de la Aemet ha ampliado el período de temperaturas extremas hasta el próximo jueves. Este aviso señala que el peligro es más que patente, pues hablamos de "máximas de hasta 41-43 °C y mínimas de 23-25 °C en las áreas más cálidas". Tampoco hay visos de que el alcance de la ola de calor vaya a remitir, pues se espera que continúa asolando "a buena parte de la Península y a Canarias".

Durante estos días, las autoridades sanitarias y los servicios de Protección Civil han subrayado la importancia de cuidar la salud, de prestar atención a las personas vulnerables (mayores, niños, enfermos o embarazadas) y a las que trabajan al aire libre, y de seguir las recomendaciones básicas ante el calor, entre ellas la de mantenerse hidratado o evitar la exposición directa al sol durante las horas centrales del día, además de extremar las precauciones para evitar los incendios forestales.

Cuídate y cuida a los tuyos

Desde las instituciones lo repiten cada año, pero no está de más recordar las medidas que debemos adoptar para no poner en peligro nuestra salud y la de los nuestros. 

Para ello, el ministerio de Sanidad ha elaborado un decálogo con recomendaciones de prevención y protección básicos en estos días:

  1. Bebe agua y líquidos con frecuencia
  2. Evita las bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas, ya que pueden favorecer la deshidratación. 
  3. Presta especial atención a bebés y menores, lactantes y mujeres gestantes, así como personas mayores o con enfermedades que puedan agravarse con el calor  —como las enfermedades cardiacas, renales, diabetes, hipertensión, obesidad, cáncer, patologías que dificultan la movilidad, demencia y otras enfermedades mentales, así como el abuso de drogas o alcohol—. 
  4.  Permanece el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refréscate cada vez que lo necesite. 
  5. Procura reducir la actividad física y evitar realizar deportes al aire libre en las horas centrales del día. 
  6. Usa ropa ligera, holgada y que deje transpirar. 
  7. Nunca dejes ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado.
  8. Consulta a tu profesional sanitario ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas. 
  9. Mantén tus medicinas en un lugar fresco; el calor puede alterar su composición y sus efectos. 
  10. Haz comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor.

El agua como aliada, pero no de cualquier manera

Dentro de las recomendaciones del ministerio de Sanidad, la principal es la de beber mucha agua y mantenerse hidratado, pero evitar las bebidas con cafeína, alcohol o azucaradas ya que favorecen la deshidratación. Sin embargo, a la hora de beber agua son muchos los expertos que piden que esta no esté demasiado fría ni mucho menos congelada.

"Yo no recomendaría beber agua fría en verano", señaló a La Vanguardia Guadalupe Blay, responsable del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia. Según ella, "al tomar agua fría, nuestro organismo debe compensar la diferencia de temperatura, para regularse, y trabajar más de la cuenta", por lo que hace difícil la digestión, lo que puede conllevar algunos mareos o sensación de pesadez. Asimismo, recuerda que puede agravar las migrañas.

Sin embargo, los especialistas recuerdan que no tiene por qué ser mala para el corazón, como se decía tras la historia de Felipe El Hermoso. José Ramón Alvero, profesor de Medicina Deportiva en la Universidad de Málaga, señaló a El HuffPost que el único factor que puede alterar el sistema cardiovascular es la hiponatremia, como se conoce a la falta de sodio en sangre.

"Este fenómeno se produce en ambientes extremos cuando hay mucha sudoración. Eso te llevaría a un fallo cardiaco, esa sería la relación, pero no está claro que esas circunstancias ambientales provoquen un infarto", detalló Alvero. Eso sí, cabe recordar que el agua fría puede ser perjudicial para la garganta. Según un estudio del European Journal of Pharmaceutical and Medical Research, "tomar agua helada favorece que se forme una mucosidad extra en el organismo, lo que puede hacer que nuestro cuerpo sea más proclive a pillar un resfriado".

Otra recomendación general es refrescarse dándose duchas o baños de agua fresca para reducir la temperatura corporal. Ante esto, los especialistas también hacen una advertencia: no debe de estar fría.

A pesar de lo apetecible que puede ser el agua fría cuando el mercurio supera los 30 grados centígrados, no es lo mejor para el cuerpo ya que, tal y como explicó a la edición francesa del HuffPost, la doctora Brigitte Tregouet, "el ser humano es un animal homeotérmico". Por lo que, "cuando hace frío, produce calor de forma interna y externa. Cuando hace calor, suda para evacuar el calor". Traducción: si nos damos un baño de agua fría el organismo generaría calor para compensar el frío. La especilista también recomienda no secarse directamente tras refrescarse, ya que "cuando te das una ducha cálida, el agua de tu piel se evapora y esto hace que la temperatura de tu cuerpo baje".

La noche, el momento crítico para la salud y el descanso

Con temperaturas por encima de los 23 y 24 grados centígrados en el centro y sur peninsular, las conocidas como noches tropicales se convierten en uno de los momentos más difíciles de enfrentar, lo que puede tener consecuencias incluso para la salud. 

El pasado mes de junio, en un encuentro internacional de enfermedades respiratorias, la catedrática Giovanna Elisiana Carpagnano, aseguró que "las temperaturas mínimas nocturnas están aumentando incluso más rápidamente que las máximas diurnas y que las noches tropicales, con mínimas de hasta 25 °C, tienen un grave impacto en la salud respiratoria, igual al de las olas de calor diurnas".

Según una recopilación de más de 40 años de datos en Japón, este estudio mostró que las olas de calor nocturnas aumentan la mortalidad por enfermedades respiratorias en un 10%, "independientemente de la temperatura diurna", especialmente en las personas mayores y menores asmáticos.

Para ello, la recomendación generalizada es utilizar deshumificadores en climas húmedos y ventiladores para refrescar la habitación. Pero hay otros trucos como mantener la habitación aislada con ventanas cerradas y persianas bajadas o, ya durante la noche, usar el ventilador con un bol con agua fría o con hielo frente a las aspas.

  Una embarazada duerme frente al ventilador.Getty Images

También se puede optar por distintos artilugios como antifaces con hielo y agua fría o incluso congelar la funda de la almohada. Para algunos expertos, estar toda la noche con el ventilador o el aire acondicionado no es recomendable. Los aires acondicionados pueden ser dañinos por el cambio de temperatura.

En el caso de los ventiladores, lejos de ser inocuos, algunos especialistas advierten que puede distribuir "el polvo de la habitación, que es una mezcla de contaminantes irritantes, vapores de la pintura, alérgenos...". “Estos contaminantes entran en las mucosas nasales y bucales o se posan en la piel, y las irritan provocando bronquitis, rinitis, conjuntivitis... También favorecen la penetración de alérgenos, que pueden, por ejemplo, volver a despertar eczemas”, explicó el alergólogo Farid Marmouz a Madame Figaro en un artículo publicado en agosto de 2021.

Además, puede provocar sequedad nasal y dolor de cabeza ya que el aire seco, tanto de ventiladores como de aire acondicionado, "tiende a deshidratar las vías respiratorias superiores, la piel y los ojos".

Con respecto al atuendo a la hora de dormir, lejos de lo que se pudiera pensar, dormir desnudo no es la mejor opción. Según el doctor Neil Stanley, un experto en sueño citado por el Daily Mail, es mejor dormir en pijama, "pero no cualquier pijama: uno de fibras naturales". "La tela del pijama te quita el sudor del cuerpo y te hace estar más fresco y más a gusto".

Mantener fresca la casa

Aunque cada vez son más los hogares en los que el aire acondicionado se convierte en mejor aliado para ‘pasar’ estas olas de calor extremas, hay algunos trucos y medidas que se pueden poner en práctica para mantener tu hogar a una temperatura compatible con las rutinas y actividades domésticas.

Lo primero, cierra todas las ventanas y mantén las persianas bajadas durante las horas centrales del día. En cuanto el sol empiece a esconderse, súbelas para que el aire circule por todas las habitaciones.

Si la noche sigue siendo calurosa puedes crear tu propio túnel de viento distribuyendo estratégicamente los ventiladores de forma que se maximice la brisa que entra.

Por cierto, otra importante recomendación: evita encender los aparatos eléctricos y las luces porque emiten calor. Hasta los aparatos en modo stand by (con el piloto rojo encendido) pueden contribuir a subir la temperatura.

Blindarse del sol

Por supuesto, durante estos días hay que evitar salir de casa en las horas de más calor —entre las 10 y las 17— y huir de la exposición directa. Si no queda más remedio, lo más recomendable es vestirse con ropas holgadas y de tejidos naturales, y proteger nuestra cabeza con gorros y sombreros, y nuestros ojos con gafas de sol.

En lo que al color de la ropa respecta, aunque la creencia general es que son mejores las prendas de color claro, el profesor del Centro de Investigación en Óptica y Nanofísica Rafael García Molina considera que "vestir ropa blanca o vestir ropa negra, a efectos prácticos, es lo mismo. La recomendación: ponerse ropa holgada y nunca ropa ceñida oscura".

Por supuesto, no olvidar el protector solar con un FPS de al menos 30, especialmente en zonas expuestas; rostro, manos, cuello e incluso las orejas. Afortunadamente, como señala la directora de Stanpa (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética), Val Díez, cada vez estamos más concienciados sobre la importancia de usar crema solar y negar las consecuencias de la exposición al sol sería absurdo: “No significa que nos hayamos convertido en paranoicos, sino que queremos disfrutar del sol de manera saludable“.

Especial atención a los síntomas de golpes de calor

Además de todas las recomendaciones, hay que tener en cuenta los síntomas iniciales de los golpes de calor e insolaciones, como mareos, dolores de cabeza o náuseas. El técnico de emergencias, Miguel Assal, recomienda trasladar a la persona afectada a una "zona de sombra, más fresca y tratar de preservarla".

"Lo mejor es intentar meter el cuerpo completo en agua tibia y de forma paulatina intentar que esa agua sea cada vez más fresca", añade. Cuando se produzcan estos síntomas, que pueden derivar hasta en desmayos o fiebre alta, se recomienda buscar asistencia sanitaria inmediata.

Con estas altas temperaturas, insistimos, hay que mantenerse hidratado, fresco y evitar hacer deporte, especialmente en las horas centrales del día, teniendo especial cuidado con niños, enfermos y personas mayores.

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