Algunos hermanos dejan de hablarse de adultos y los psicólogos apuntan a la gran guerra silenciosa durante la infancia como causa
La mayoría de las veces los progenitores lo hacen sin darse apenas cuenta.

A pesar de haber compartido toda una vida juntos, no es extraño que haya hermanos que, una vez llegados a la edad adulta, dejan de dirigirse la palabra. Tal y como ha recogido el portal web Logika Management, hay una explicación desde el punto de vista psicológica.
Para compartirla, el sitio se remonta a la infancia. Aseguran que es en esa etapa y pronta etapa vital en la que se encuentran las raíces de este tipo concreto de conflictos.
Concretamente, se refieren a una serie de dinámicas que se fueron sedimentando con el tiempo hasta la etapa adulta. Una de estas tiene que ver con una especie de rivalidad por la atención y el cariño de sus progenitores.
Gestos como darle a uno, por norma general, el helado más grande, dejar a uno trasnochar o ayudar a uno y a otro no cuando ambos lo necesitan son gestos que, a pesar de parecer inofensivos, se van quedando instaladas como unas pequeñas astillas emocionales en el pequeño.
Y, reduciéndolo a un término mucho más simple, la idea que impregna en él es que sus padres quieren más a su hermano. La mayoría de las veces los progenitores lo hacen sin darse apenas cuenta, pero los niños lo perciben.
Este es uno de los tipos de conflicto que pueden hacer poso y más adelante reactivar las heridas familiares. Y, cuando ello sucede, el portal web lo define como "si la presión psicológica hubiera destapado una olla que llevaba décadas hirviendo".
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