Su hijo es el único en ir a una clase sobre salud y lanza un gran debate: "Es por la presión social"
El padre atribuye el problema "a las noticias falsas que circulan en línea sobre que este tipo de educación tiene una base ideológica".

Marcin Urbaś es autor de un blog en polaco Chleję wody ze strzyga, en el que lleva años relatando su vida en la naturaleza y sus experiencias criando a sus hijos en el pequeño pueblo de Jaszczurowa, en la región de Małopolska, en Polonia, también conocida como la histórica Pequeña Polonia. Recientemente, este padre publicó una conmovedora historia sobre su hijo. Resulta que fue el único de su clase que decidió asistir a clases de educación para la salud.
Este hecho desató un gran debate, tanto en su comunidad como en las redes sociales sobre la falta de interés de los alumnos por los temas relacionados con la salud. Una polémica que ha contado el propio protagonista en una entrevista en Onet Wiadomosci.
Este padre ha contado que, por un lado, le causó tristeza y preocupación al descubrir que su hijo era el único que escogió cursar esa asignatura, "me quedé en shock", relata en "Pero estoy orgulloso de él por no seguir la tendencia y no ceder a la presión", dice Urbaś.
Jaszczurowa, donde vive, es, como él mismo describe, un "pueblo cerrado", muy pequeño y conservador. "La escuela no es el problema; tenemos excelentes profesores y un director. El problema es la presión social y las noticias falsas que circulan en línea. Se le dice a la gente que la educación para la salud tiene una base ideológica y que sin duda traerá consecuencias negativas", explica.
Añade que las autoridades locales, incluidos los sacerdotes, también tienen una gran influencia en las decisiones de los padres. "Escuché que en una parroquia, un sacerdote insta a los niños a no asistir a estas clases. En pueblos pequeños, la palabra de un sacerdote tiene un peso enorme, y eso se refleja en las decisiones de los padres", señala. La presión social es muy fuerte. «Si tu hijo no puede caminar, el mío tampoco. La gente teme que su hijo o hija sea considerado inferior», concluye Urbaś.
El hijo de Marcin, un estudiante de 14 años y en octavo grado, decidió por sí mismo asistir a educación para la salud. "Me dijo que quería estar al tanto de muchas cosas. Me sentí orgulloso cuando me dijo con alegría: '¡Papá, qué materia tan genial! ¡Genial! Aprenderé mucho sobre la salud y el funcionamiento de la sociedad'", dice.
Para él, lo más importante es que la escuela dote a los jóvenes de los conocimientos que a menudo no tienen de quién aprender en casa. "Puede ser difícil para los padres hablar con sus hijos, especialmente para un padre y su hijo. Tengo plena confianza en los profesores y sé que mi hijo recibirá allí los conocimientos que necesita", enfatiza.
Urbaś señala que muchas personas reducen erróneamente la educación para la salud únicamente a cuestiones de sexualidad. "Hay muchísimo contenido sobre salud mental y sobre los problemas que enfrentan los niños. También enseña a respetar el propio cuerpo y a los demás. Eso es lo que tanto nos falta en la sociedad actual", afirma Marcin Urbaś.
Su publicación sobre su hijo causó un gran revuelo en línea: más de 5 millones de visitas y 4.000 comentarios. "Me encuentro con odio a diario porque llevo una vida atípica, durante 18 años en medio de la nada. Pero esta publicación estaba llena de tanta ignorancia. La gente escribe sin tener ni idea de lo que habla y no quiere profundizar", admite.
Y, por eso, ha querido lanzar un mensaje a los padres: "La vida es demasiado corta para emociones negativas. Dediquemos más tiempo a los niños, infundámosles amor. Leamos sobre educación para la salud en fuentes confiables, no en comentarios en línea. No creo que las escuelas polacas quieran perjudicar a nuestros niños. Que aprovechen estas actividades, por su propio bien y concienciación", recomienda este padre.
