Desde que Carlos III accedió al trono en septiembre del año 2022, el monarca ha dictado una serie de normas en el palacio de Buckingham con el objetivo de que la vida en el mismo sea lo más sostenible posible.

Así lo ha contado una antigua empleada de la limpieza del palacio de Buckingham llamada Anne Simmons en una entrevista recogida por el medio de comunicación australiano News.com.au.

Según la mujer, en la residencia real existe una lista de "cosas que no se deben hacer" entre las que se incluyen la prohibición de poder usar las toallitas húmedas (incluso las biodegradables) y las velas aromáticas.

Más allá de por sus consecuencias medioambientales, Carlos III no permite utilizar toallitas por los frecuentes atascos que causaban en las tuberías del palacio de Buckingham, lo que obligaba a hacer frente a costosas reparaciones.

En cuanto a las velas aromáticas, el rey del Reino Unido no deja usarlas para conservar la calidad del aire en el palacio, ya que se trata de un producto que desprende algunas partículas que pueden llegar a ser perjudiciales.

Y no son las únicas exigencias de Carlos III en el palacio de Buckingham. El monarca tiene una estricta rutina en la que están medidas desde la cantidad concreta de pasta de dientes que usa hasta el cuidado diario de su ropa de cama.

¡Mantente al día con El Huffpost! Sigue todas las noticias desde tu móvil en nuestra APP. Puedes descargarla tanto para Android como iOS.