La psicología tiene respuesta a por qué algunos duermen siempre tapados incluso en verano
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La psicología tiene respuesta a por qué algunos duermen siempre tapados incluso en verano

No es un capricho. 

Una persona durmiendo tapadaGetty Images

Dormir cubierto, incluso durante las noches más calurosas del verano, es una costumbre muy común y, lejos de ser una simple manía, tiene varias explicaciones desde el punto de vista psicológico y neurológico. Aunque a muchas personas les resulta imposible soportar una sábana cuando las temperaturas superan los 25 °C, otras no pueden conciliar el sueño sin taparse al menos un poco. 

Según especialistas en sueño y conducta, taparse al dormir actúa como una forma de autorregulación emocional. Las mantas o sábanas crean una sensación de "refugio" que ayuda a muchas personas a sentirse protegidas, como si formaran una barrera simbólica contra el entorno.

Además, el contacto físico de una manta —incluso si es fina— puede generar un efecto similar al de las mantas con peso utilizadas en terapia: ayuda a reducir el estrés y calmar la mente. Al cubrirse, el cuerpo puede activar la producción de serotonina, un neurotransmisor clave en la regulación del sueño y el estado de ánimo, que suele estar bajo en personas con ansiedad o depresión.

Por otra parte, taparse puede formar parte de un ritual nocturno arraigado, una especie de "aviso" al cuerpo de que es hora de dormir. Romper este patrón, incluso por calor, puede dificultar el descanso. Además, si desde la infancia se asocia el dormir con estar cubierto, la costumbre puede mantenerse toda la vida.

Aunque parezca contradictorio, el cuerpo necesita cierto calor para descansar bien, sobre todo durante la fase REM del sueño. Al dormir, la temperatura interna desciende ligeramente, por lo que, en medio de la noche, incluso tras acostarse con calor, puede surgir la necesidad de cubrirse.

¿Es algo de lo que preocuparse?

En general, no. Mientras no afecte la calidad del sueño ni provoque problemas de salud —como sudoración excesiva o insomnio persistente—, dormir tapado en verano no es algo negativo. 

En definitiva, dormir tapado con calor no es un capricho. Es una respuesta emocional, física y neurológica compleja que puede ayudarnos a descansar mejor, incluso cuando el termómetro no da tregua.

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