La flor reina de la primavera, la margarita, vive toda una explosión en estos meses de temperaturas más suaves. 

Además de llenarlo todo de color, en ocasiones colonizan todo el césped, algo de lo que advierten en Linternaute: "Su presencia abundante es en realidad una señal de un pequeño problema".

"Las margaritas, también llamadas Bellis perennis, son lo que se conoce como 'plantas bioindicadoras'. Estas plantas silvestres crecen preferentemente en determinadas condiciones de suelo y por tanto pueden informarnos de posibles desequilibrios o deficiencias", aseguran.

En el caso de las margaritas, lo que explican es que son indicador de un suelo compactado, "pobre en materia orgánica y nutrientes, especialmente calcio", con un pH que tiende a ser ácido. 

"La margarita, una planta resistente y con bajos requerimientos de nutrientes, aprovecha estas condiciones difíciles y termina colonizando el espacio", agregan.

Ante esto, señalan que no es necesario arrancarlas, puesto que también aportan aspectos positivos, como que atraen a polinizadores. 

Por lo que apuestan es por intentar reequilibrar el suelo, "lo que regulará naturalmente la población de margaritas sin eliminarlas por completo".