Más allá de las gafas: las otras veces en las que Pedro Sánchez ha llamado la atención por su atuendo
Los comentarios sobre la indumentaria del presidente no son nuevos.
Este jueves se ha celebrado el interrogatorio de Pedro Sánchez en la Comisión de Investigación del caso Koldo en el Senado y, además de los golpes y gritos de algunos senadores que el presidente del Gobierno ha calificado como "circo", en las imágenes de la jornada ha vuelto a llamar la atención el atuendo de Sánchez por un simple accesorio: sus gafas.
El presidente del gobierno ha utilizado por primera vez en público unas gafas para la presbicia que ya han hecho correr ríos de tinta por su precio o por una lectura política del accesorio. Se trata de una montura de estilo retro en color carey que, según han publicado varios medios, podría ser un modelo vintage de Dior que rondaría los 300 euros.
Las nuevas gafas de Sánchez tienen personalidad, alejadas de las monturas de cristal al aire que se camuflan prácticamente con el rostro y que muchas personas utilizan para que intentan pasar desapercibidas. Este no es el caso del presidente del gobierno, que no es la primera vez que da que hablar por algún aspecto de su indumentaria.
La camisa vaquera de la campaña de 2023
En plena campaña de las elecciones generales de julio de 2023, Sánchez acudió a El Hormiguero con una camisa vaquera que se convirtió en la protagonista de la noche en redes sociales junto a la pulsera con los colores de la bandera LGTBI. No era la primera que vestía esta prenda y, de hecho, fue la elegida para una entrevista con Jordi Évole en Salvados.
La camisa vaquera es más informal que un traje de chaqueta o una americana y proyecta cercanía, pero no es lo único "Creo que el tejido vaquero es el tejido más democrático que hay. Todo el mundo tiene un pantalón vaquero, todo el mundo lo lleva, y el salto ese del pantalón vaquero más la camisa vaquera pues le hace más popular. Porque ni siquiera es una camisa blanca o azul", explicó Ana Velasco, periodista, historiadora y experta en estudios de moda, cambio social, historia contemporánea y comunicación, en un reportaje con El HuffPost durante la campaña de 2023.
El abrigo de Joma que se agotó al instante
Era enero de 2024 cuando Pedro Sánchez llegó a Davos (Suiza) con un abrigo largo de Joma, marca conocida por su equipamiento técnico, de 80 euros que no tardó en despertar opiniones de todo tipo. Para algunos, el presidente estaba simplemente reivindicando la marca España, mientras que otros aseguraron que el socialista estaba haciendo una cortina de humo para que se hablara de su cercanía en lugar de asuntos de gobierno.
Debates aparte, el anorak se agotó en cuestión de horas en la web de la marca española, que ese mismo año vistió a los deportistas españoles en los Juegos Olímpicos.
Este tipo de abrigo no es extraño dentro del vestidor de Sánchez, que ha llevado modelos similares en sus viajes a Bruselas e incluso en el 12 de octubre de 2024, cuando el desfile militar estuvo completamente pasado por agua. Entonces, la decisión del presidente de llevar un abrigo deportivo con capucha exasperó a algunos, que lo consideraban poco informal.
Su inseparable pulsera roja
Además de las gafas, Pedro Sánchez ha llegado este jueves al Senado con su inseparable pulsera roja. En concreto, se trata de un modelo de hilo trenzado que el presidente del gobierno lleva desde principios de este año y que llamó especialmente la atención en julio, en su última rueda de prensa antes del verano.
Se desconoce si esta pulsera, que en algunas épocas ha lucido junto a otros modelos también trenzados, es un regalo en forma de amuleto de la suerte o es simplemente un accesorio para simbolizar el color rojo asociado al socialismo.
Adiós corbatas
Más por su ausencia que por su presencia, Sánchez también levantó ampollas entre algunos sectores cuando propuso en agosto de 2022 que relajáramos las normas de etiqueta durante el verano para que no hiciera falta poner el aire acondicionado a temperaturas gélidas y ahorrar energía.
“Me gustaría que vieran, en fin, que no llevo corbata. Eso significa que todos podemos también ahorrar desde el punto de vista energético. Y he pedido a los ministros y ministras, y a todos responsables públicos, y me gustaría también al sector privado, que cuando no sea necesario no utilicen la corbata”, anunció entonces.
La propuesta de Sánchez molestó a algunos que aseguraron que se estaba perdiendo la tradición al vestir, mientras que otros recordaron que el protocolo no obliga a nada y depende de cada persona adaptarlo.