Los consejos de una dermatóloga si vas a exponer un tatuaje reciente al sol

Es habitual que en vacaciones, en medio de un paradisiaco entorno o tras una experiencia veraniega que nos ha dejado muy buen recuerdo, se nos ocurra la idea de hacernos un tatuaje. También son momentos de reflexión que quizás nos traigan algún recuerdo que nos apetece inmortalizar en nuestra piel. Así, el verán suele ser un momento muy habitual de hacerse un tatuaje. Cosa que los españoles hacemos cada vez más, ya que España es el sexto país del mundo con mayor número de personas tatuadas.

Por eso, conviene asesorarse primero antes de hacerlo para evitar posibles problemas posteriores en la piel. La dermatóloga y autora del libre Piel sana, piel bonita, Ana Molina, contó recientemente en RTVE las medidas que conviene tomar en estos casos. Lo primero que explica que en qué consiste un tatuaje: “Son la modificación del color de la piel, inyectando tinta bajo la capa más superficial”, señala.

“Los tatuajes no dejan de ser una agresión por todas esas micropunciones que han que han hecho para insertar el pigmento”, explica Molina. “Es decir, es una herida a la piel, igual que cualquier abrasión. Por eso, durante los primeros días posteriores a realizarlo se puede producir una pigmentación postinflamatoria", señala la experta.

Por lo tanto, se deben tratar los tatuajes recientemente realizados como si de una lesión más se tratara. Y yendo al grano de cara a este verano, aconseja: “Hay que evitar exponerlos de manera directa al sol, complementándolo con el uso de crema solar de factor de protección elevado (SPF 30 o 50)". Tampoco está de más taparlos para protegerlos del sol y nos vamos a exponer a él o hacérteles el último día de tus vacaciones para evitar que vuelvan a darle los rayos solares.

Una vez que los tatuajes han cicatrizado correctamente, debemos tratar esa zona del cuerpo con los mismos cuidados que le damos al resto de la piel. De esta forma garantizaremos su salud. Para asegurar su cicatrización conviene cuidar bien la zona durante las semanas siguientes a la realización del tatuaje, para lo que existen pomadas específicas de venta en las farmacias o en los propios centros especializados en realizarlos.

Una advertencia que hace esta dermatólogo es que debemos tener en cuenta que, en algunos casos, con el paso del tiempo, incluso años después de habérnoslos hecho “los tatuajes pueden presentar reacciones alérgicas por los productos que provocan la degradación de la tinta en la piel”. Algunos de estos rechazos pueden aparecer coincidiendo con su exposición al sol, produciendo una inflamación espontánea de esta zona. Ante este caso, siempre debemos acudir al dermatólogo para seguir sus instrucciones y evitar mayores complicaciones. Aunque, si nos hemos hecho el tatuaje por profesionales, que suelen usar buenos productos y en las condiciones de higiene debidas, no tenemos porqué tener ningún problema.

Además, los que los llevamos sabemos, por propia experiencia, que una de las claves principales está precisamente en esto último que señalábamos así como en cuidarnos muy bien la zona durante el mes siguiente a someterla al tatuaje.