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Salta la sorpresa por las saludables propiedades de un alimento grasoso y mejor que muchas verduras

Salta la sorpresa por las saludables propiedades de un alimento grasoso y mejor que muchas verduras

Influye la forma en la que se cocina, aunque muchos nutricionistas cuestionan que tenga beneficios.

Torreznos de Soria.
Torreznos de Soria.ANA GONZÁLEZ VIA Getty Images

Cuando se habla de superalimentos siempre nos suelen venir a la cabeza ejemplos de vegetales o  de productos hechos con grasas saludables, Sin embargo, de vez en cuando alguna investigación nos sorprende con las buenas propiedades de algún alimento que no nos cuadra entre los típicos relacionados con ello. El último ha sido nada menos que el de los torreznos. 

Una investigación publicada en la conocida revista científica Plos One clasificó, según algunos medios, los alimentos en función de cómo nos ayudan a alcanzar objetivos nutricionales relacionados con la prevención o el retraso de enfermedades e incluyó el torrezno, eso sí, elaborado solo con la corteza o el chicharrón (resultante de freír la piel de cerdo en su propia grasa) en una posición más saludable que la coliflor, las espinacas y las zanahorias.

Aunque, posteriormente, muchos nutricionistas han puesto en cuestión estas conclusiones. La razón es que los aceites vegetales aportan también ese factor cardiosaludable, además de otros muchos beneficios, pero, además, sin los perjuicios de la fritura del cerdo. Y es que la calidad nutricional del torrezno dependerá mucho del modo en que estén preparados y, además, se trata de un alimento extremadamente deficitario en vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita.

Además, el torrezno de bolsa, industrial o procesado suele contener una alta cantidad de sal, que puede cubrir casi la mitad de la cantidad de socio recomendada al día. Llevar una dieta rica en sodio puede aumentar la presión arterial, lo que puede contribuir a enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y enfermedades renales.

También contiene azúcar y muchas grasas saturadas o malas, que contribuyen a la aparición de enfermedades cardíacas y eleva los niveles de colesterol. Por no hablar de los saborizantes, aromas, glutamato y conservantes artificiales, relacionados con efectos perjudiciales para la salud.

Por otro lado, es cierto que los chicharrones o la corteza de cerdo es muy alta en proteínas y grasas, y tiene pocos hidratos de carbono. Sin embargo estas son propiedades que podemos encontrar en otros alimentos más completos. En cambio, las verduras como la coliflor, la espinaca y  a zanahoria, son una gran fuente de vitaminas, minerales (magnesio, potasio, fósforo) y una larga lista de nutrientes. Todas ellas contienen una alta cantidad de antioxidantes, que son esenciales para la salud general del cuerpo y ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, cáncer y otras.

En conclusión, parece discutible que esté aún científicamente comprobado que el chicharrón tenga efectos tan saludables en el organismo. Es más, este tipo de sugerencias aún son materia de investigación, ya que este producto puede ayudar a incrementar las grasas saturadas y elevar los triglicéridos. Para más inri, también se ha puesto en duda la veracidad de esta publicación. Pero no cabe duda de que próximos estudios.

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Soy redactora en HuffPost España, donde escribo de temas sociales y estilo de vida.

 

Sobre qué temas escribo

Hablo cada semana sobre varios temas en los que nos aporta una nutricionista sus consejos para llevar una vida saludable, sigo los temas de okupaciones en todo el mundo e intento reflejar cómo los problemas y las buenas noticias nos afectan ya de forma global con ejemplos de casos de particulares y poniendo el foco en especial en estudios científicos que demuestren todos los avances que estamos viviendo.

 

Mi trayectoria

Estudié Periodismo en la Universidad Complutense e hice el Máster de Periodismo de la UAM/ELPAÍS, así como el de desarrollo de directivos de PRISA y el IESE. He sido jefa de diversas secciones en EL PAÍS, después, directora de comunicación en diversos organismos, pero, sobre todo, lo que me gusta es escribir. Por eso estoy aquí, para contar historias y buscar temas exclusivos para los lectores. Antes de todo esto, mi especialidad fue durante años la educación. Soy madrileña, de padre catalán y abuelos vascos y de las dos castillas, por lo que me siento de toda España y no entiendo tanta confrontación. Y, sobre todo, me considero muy europea. He recibido el Premio de Periodismo de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, así como el Premio de Periodismo Educativo Esteban Barcia. He escrito un par de libros sobre El papel de los padres en el éxito escolar de los hijos.

 


 

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