Un doctor responde de forma contundente a los que piensan que se les está ‘asando’ el cerebro por la ola de calor
El hipotálamo es el responsable de esta sensación.

Que el calor afecta seriamente nuestra salud no es una novedad y lo estamos sufriendo en estos días: dormimos menos o peor, apenas tenemos hambre y pocas ganas de hacer nada —menos si implica un esfuerzo físico—. Pero hay otro síntoma que nos incomoda y es que estamos espesos, no podemos concentrarnos y estamos todo el día abotargados.
Y sí, eso también está íntimamente relacionado con el calor, como explicó el doctor Carlos Tejero, miembro de la Sociedad Española de Neurología, en un programa de La Sexta. Las altas temperaturas pueden alterar la memoria, el estado de ánimo y la capacidad de atención cuando el termómetro supera los 36-37 grados.
Como consecuencia del calor "aparece un exceso de sueño, la actividad de nuestro cerebro se ralentiza, nos cuesta pensar y los movimientos no son tan rápidos ni tan precisos", confirma el experto.
La explicación científica es sencilla: nuestro hipotálamo es el que se encarga de mantener nuestra temperatura corporal en torno a los 37º, por eso cuando hace tanto calor tiene que hacer un esfuerzo extra para mantenerla. Ese trabajo deja en un segundo plano otras funciones vitales como el hambre, la sed, el sueño, el equilibrio hormonal y también la atención y el estado de ánimo. De ahí que en estos días nos sintamos más confusos y apáticos. Sí, los 40º también asan nuestro cerebro.
