Un estudio alerta de que esta bebida favorita entre los jóvenes españoles podría provocar un paro cardíaco
La investigación se llevó a cabo con un sistema doble ciego y controlado con placebo.
El Instituto de Ciencias de Nutrición y Salud (ICNS) recoge en su página web información sobre cómo las bebidas energéticas, cuyo consumo está muy popularizado entre la gente joven, afectan al corazón. Tal y como apunta el organismo especializado en materia sanitaria son productos que "presentan numerosos efectos perjudiciales".
Estas consecuencias se da a nivel cardiovascular y neurológico. En lo que al corazón se refiere, "el consumo de bebidas energéticas ha sido vinculado con eventos cardiovasculares severos, como paro cardíaco, infarto de miocardio, disección coronaria espontánea y vasoespasmo", apunta el ICNS.
Esta información la sostienen citando a un estudio llevado a cabo con el sistema doble ciego y controlado con placebo. Dividieron a un grupo de jóvenes en tres subgrupos. El primero consumió 945 ml de bebida energética A; el segundo, una bebida energética B y el tercero, placebo.
Todos lo hicieron en un período de 60 minutos y durante tres días. Asimismo, los tres grupos tuvieron seis días de limpiado con el objetivo poder erradicar la influencia de cada uno de los tratamientos previos. Las dos bebidas energéticas se diferencian en la presencia de guaraná, panax ginseng y carnitina. El placebo, con sabor a cereza, llevaba zumo de limón y agua carbonatada.
No sólo por alteraciones en el sueño.
En el caso de las bebidas energéticas, "elevaron la presión arterial y braquial después de la exposición aguda", según el ICNS. Los hallazgos del estudio, de acuerdo a la institución sanitaria, reflejan "los riesgos asociados con el consumo de bebidas energéticas, especialmente en términos de su impacto en la salud cardiovascular".
"Es crucial que tanto los consumidores como los profesionales de la salud sean conscientes de estos riesgos para tomar decisiones informadas sobre el consumo de estas bebidas", añaden desde el ICNS. Un consumo que, según un informe del Consejo General de la Psicología de España, ha ido en aumento, sobre todo entre los jóvenes.
