Una eminencia en trastornos de memoria revela los dos simples gestos que retrasan la demencia durante cinco años
Se trata de un reciente estudio que ha contado con 1.900 participantes.

Las interacciones sociales son fundamentales para frenar el avance de la pérdida de memoria y el desarrollo de la demencia y el Alzheimer. Así lo demuestra un estudio publicado en Alzheimer's & Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association.
En la investigación participaron 1.900 personas, con una media de edad de 80 años, que estaban libres de trastornos de memoria hace siete años, cuando comenzó la investigación. Durante el seguimiento, 550 participantes desarrollaron demencia y a 700 se les diagnosticó un deterioro leve de la memoria y otras funciones cognitivas.
El estudio mostró que aquellos que eran menos activos socialmente desarrollaron demencia a una edad promedio de 88 años, unos cinco años antes de los que no la tenían.
Además, se detectó un deterioro cognitivo más leve que la demencia en personas socialmente activas en los años posteriores. A pesar de estos resultados, los especialistas no aseguran que estén directamente ligado y no dependa de otros factores.
En el medio finlandés Ilta Sanomat, las investigadoras especialistas en trastornos de la memoria Miia Kivipelto y Mai-Lis Helléniu recalcan que las relaciones sociales son fundamentales para el bienestar colectivo.
"Si no tienes un amigo cercano e importante, puedes sentir que a la vida le falta una parte esencial que la hace significativa. La importancia de las emociones positivas para mantenerse saludable se ha destacado en numerosos estudios en relación con otras cosas distintas a los trastornos de la memoria", ha señalado.
"Sabemos, por tanto, que los factores sociales influyen en el riesgo de demencia, pero se necesita más investigación para dilucidar los mecanismos subyacentes al fenómeno", han detallado.
