Claudine y Jean Louis, jubilados con una pensión de 2.400 euros al mes, viajan por toda Europa y ahorran 5.000 euros al año
"Sin esta opción no podríamos viajar”.
Viajar suele asociarse a un gasto elevado y, para muchos jubilados, a un lujo inalcanzable. Transporte, alojamiento y manutención parecen incompatibles con una pensión ajustada. Sin embargo, Claudine y Jean Louis Munar, una pareja francesa de 74 y 75 años, han demostrado que es posible recorrer Europa sin arruinarse e incluso ahorrar.
Ambos llevan más de 12 años recorriendo distintos países y ciudades, viajando de manera casi ininterrumpida gracias a un sistema poco convencional que les permite mantener este estilo de vida. Su secreto está en el cuidado de viviendas ajenas.
Con una pensión conjunta de 2.400 euros al mes, reconocen que el turismo tradicional estaría fuera de su alcance. La solución llegó por recomendación de un amigo, cuando se registraron en la plataforma DomSitting, especializada en poner en contacto a propietarios que se ausentan de su casa con personas dispuestas a cuidarla durante ese tiempo.
Un trabajo sencillo
A cambio de mantener la vivienda, regar las plantas, alimentar a las mascotas y garantizar la seguridad del hogar, los cuidadores se alojan de forma gratuita. Para Claudine y Jean Louis, esto significa eliminar de un plumazo el mayor gasto de cualquier viaje: el alojamiento. “Sin esta opción no podríamos viajar”, han reconocido en varias ocasiones según recoge El Adelantado.
La plataforma exige ciertos requisitos. El proceso de selección es riguroso e incluye la evaluación de motivación, respeto por los animales y comprobación de antecedentes, garantizando así la protección del hogar y el cuidado adecuado de los animales.
Además, el servicio define el perfil ideal del cuidador, facilita el contacto y establece los acuerdos necesarios para la custodia de la vivienda, jardín y mascotas durante la ausencia del propietario. Una vez aceptados, los cuidadores pueden elegir entre una amplia oferta de viviendas: desde casas rurales en Francia hasta residencias en países como Suiza o los Países Bajos.
El contrato
la tranquilidad está garantizada gracias a un contrato claro que establece derechos y obligaciones, asegurando que el hogar y las mascotas estén en manos responsables. Tras seleccionar una casa, ambas partes firman un contrato que fija claramente las normas, como la prohibición de recibir visitas.
Claudine y Jean Louis suelen llegar un día antes para conocer a los dueños y recibir indicaciones. Las tareas diarias son básicas y les dejan tiempo libre suficiente para explorar el entorno y conocer nuevas ciudades.
El gran ahorro
No pagan alquiler, ni luz, ni agua, ni calefacción. Sus únicos gastos habituales son la comida y el combustible para desplazarse. Según sus cálculos, este estilo de vida les permite ahorrar alrededor de 5.000 euros al año frente a lo que gastarían viajando de forma convencional.
Además de conocer nuevos destinos, la pareja aprovecha sus desplazamientos para visitar a familiares y amigos repartidos por Europa. Ellos quieren seguir viajando y viviendo de esta manera mientras la salud se lo permita, demostrando que la jubilación no tiene por qué ser sinónimo de quedarse en casa ni de gastar más de la cuenta.