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"Es una joya medieval desconocida": un pueblo español de sólo 20 habitantes es el más bonito para visitar en abril

"Es una joya medieval desconocida": un pueblo español de sólo 20 habitantes es el más bonito para visitar en abril

Según la 'National Geographic', es "ideal para aquellos que buscan una escapada donde el silencio sea el mejor compañero de viajes".

Una imagen de archivo de un pueblo en GironaGetty Images

La revista National Geographic define este lugar como "una joya medieval poco conocida". El enclave en cuestión, según la publicación, apenas cuentan con 20 vecinos en sus fronteras. Se refieren a Beget, ubicado en la provincia catalana de Girona, enmarcado en la comarca del Ripollés. 

Es la misma publicación la que lo cataloga como "el pueblo medieval más bonito", a la par que "desconocido". En este sentido, debido a las dos decenas de vecinos que residen allí de forma permanente, muchos de los inmuebles que hay allí erigidos han pasado a ser segundas residencias, indica la revista. 

Otro de los aspectos que anota la National Geographic es que es un lugar "ideal para aquellos que buscan una escapada donde el silencio sea el mejor compañero de viajes". En parte, ello se debe a que se encuentra aislado entre los picos del Prepirineo catalán. 

Se trata de un lugar que ofrece multitud de alternativas de ocio para personas con distintos gustos. Por ejemplo, a pocos pasos de la entrada del lugar se encuentra la iglesia románica dedicada a San Cristóbal, que disfrutarán enormemente los amantes del arte. 

De esta, la revista especializada en viajes ha destacado su decoración. Por un lado, hablan de la talla policromada  del Cristo en majestad que este sitio alberga. Se trata de una figura de gran valor, dado que, cómo lo encondieron en la escuela del pueblo, para que no terminara quemado en la Guerra Civil. 

La National Geographic ha destacado también la ornamentación. Han hablado de sus capiteles y arcos, además de sus techos. El interior fue pintado por Olot Joaquim Vayreda, un artista que pintó a finales del siglo XIX el interior de la iglesia siguiendo la estética románica.