antonio miguel carmona

antonio miguel carmona
Oportunidades y renuncias

Oportunidades y renuncias

Nunca se sabrá si Carmona hubiera acertado más si en lugar de seguir su propio camino, hubiera unido al beso, al abrazo y a las lágrimas su dimisión como candidato a la alcaldía de Madrid por solidaridad con su amigo y compañero Tomás Gómez, al que se le desposeyó de su cargo orgánico en una decisión que nadie esperaba y casi inédita en el seno del PSOE.
¿Justiciero o cruel?

¿Justiciero o cruel?

El equipo de Pedro Sánchez tiene la sensación de que el viento sopla a su favor después de salvar los muebles el 24-M y frenar con la exhibición de la bandera de España la ofensiva del PP de llamar al miedo contra un PSOE "radicalizado" y echado en brazos de Podemos. Ahora se dispone a cerrar la crisis madrileña para afianzar su poder ante la posibilidad de no ser en noviembre primera fuerza política, un escenario que le dejaría debilitado para el congreso federal de 2016.
¡Ay, Carmona! ¡La España de cerrado y sacristía!

¡Ay, Carmona! ¡La España de cerrado y sacristía!

No me gustan nada las trazas del risueño Antonio Miguel Carmona. Temo que su supuesto apoyo a Manuela Carmena en el Ayuntamiento de Madrid pueda resentirse ante la presión de los inquisidores del Partido Popular y medios afines, que acumulan otra vez la rabia del mal perder, como tras las elecciones de 2004.