atentados 11-s
atentados 11-s
Si las bombas fuesen la solución, el mundo sería un mar de paz
Es razonable que, después de ataques como el 11-S en EEUU, o en el más reciente de Paris, los gobiernos lancen algún tipo de represalia. Más allá de la mala puntería que caracteriza a la alta tecnología, estas reacciones son justificables. Sin embargo, apenas consideramos un contexto más amplio, aparecen las razones.
Nuestro 11-S en Ucrania (pero no nos hemos enterado)
Un ataque ha terminado con cientos de vidas, la mayoría europeas, en un vuelo que había salido de una capital europea y fue derribado a cientos de kilómetros de las fronteras de la UE. Actuamos como si Ucrania estuviera al sur de Australia y Ámsterdam fuera la capital de Malasia.