Tras ganar por un sólo escaño, ha logrado los 61 asientos mínimos para la votación en el Parlamento, gracias a la ayuda de conservadores y ultraortodoxos.
El exjefe de Estado mayor, al mando en las dos últimas grandes ofensivas sobre Gaza, entra en política con un partido de centro derecha que empata en las encuestas con el Likud de Netanyahu.