Las sucesivas olas de violencia en la República Centroafricana han obligado a la población a abandonar sus casas y a dejarlo todo. Hoy continúan resistiendo las graves consecuencias de años de conflicto.
El país tiene 11 millones de pensionistas y el 60% vive con menos de 81 euros al mes. La inflación amenaza con escalar un 20% y emprender mejoras es una quimera.