La vida te da sorpresas
La escuela, no. La escuela nos da monotonías, previsibilidades, controles y cerrazones como si fueran un valor. Pero no lo son. La escuela se precia de lo que no vale. La escuela se refugia y controla sus variables para que allí, en su ámbito y su alcance, no suceda lo que no sabe cómo gestionar.