Guillermo Fernández Vara
Guillermo Fernández Vara
Susana, como el cielo, puede esperar
Menos de dos años lleva Pedro Sánchez al mando del PSOE y aunque Susana Díaz no es reina de Judea, sí quiere deshacerse del recién nacido secretario general para hacerse con el control de un socialismo a la deriva. Sánchez evita un congreso inmediato, pero los barones le imponen los límites a la negociación con Podemos. La resolución del Comité Federal intensifica la autocrítica por los resultados del 20-D.
El PSOE también baila el Sirtaki
Si al PP no le ha costado mucho esfuerzo situarse en el discurso inmovilista y neoliberal de Alemania y a Podemos e IU alinearse con Syriza, los socialistas españoles se han quedado en la necesidad de un acuerdo entre las partes que no quiebre la UE, que es tanto como quedarse en tierra de nadie, "en la indefinición y en un espacio cada vez más achicado en el que no se acaba de definir el rumbo", según palabras de una de las voces con más trienios en Europa de las que tiene el PSOE.
El PSOE baja los humos a Sánchez
Como en la fábula, en el PSOE hay tres visiones muy distintas del resultado de las elecciones del domingo: la de quienes creen que con el resultado del 24-M los socialistas recuperan el terreno perdido; la de los que creen que salvo en Andalucía, Extremadura y Asturias, el partido sigue sumido en una depresión profunda, y la de quienes sólo ven una catástrofe sin paliativos.
De Sánchez y el llanero solitario
El 24-M es un Rubicón que el liderazgo de Pedro Sánchez pasará o no en función de cómo se lean los resultados. Su equipo confía en mantener la segunda posición del tablero, pero también son conscientes de que eso no les bastará para calmar la ansiedad de algunos cuadros dirigentes. De ahí que aspiren a ser primera fuerza en Extremadura, Asturias y quizá Canarias, y a mantener la segunda posición con posibilidades de gobiernos de coalición en Castilla-La Mancha, Aragón, Baleares y Valencia. Más allá de la dirección federal, los pronósticos no son tan halagüeños.
Susana Díaz avanza posiciones
De momento, nadie ha sido capaz de poner fin a la guerra que libran la dirección federal y la federación andaluza. Lo intentó hace meses Felipe González, y lejos de conseguir su objetivo no ha hecho más que aumentar las hostilidades entre bandos como consecuencia del apoyo del otrora presidente del Gobierno a Sánchez, la defenestración pública de Chaves y Griñán para allanar el camino de la investidura de Díaz y un diseño de la campaña del secretario general en clave orgánica, y no electoral.
Contrato ciudadano
La acciones que hay que realizar para superar la crisis política tienen que hacerse a través de un gran pacto de regeneración democrática que haga posible que se lleve a cabo con garantías y sin que se alargue su puesta en marcha en el tiempo, como ocurre ahora con acciones simbólicas y a cuenta gotas que surgen para ir calmando a la ciudadanía, pero que no suponen el verdadero cambio que necesita nuestro sistem.
El PSOE no encuentra su lugar en el mundo
En el PSOE no se ponen de acuerdo en cómo afrontar las diabólicas consecuencias de un fenómeno político que nació en respuesta a la crisis económica y que parece que nos acompañará durante un largo tiempo. Fue hablar Pedro Sánchez de una "gran coalición entre los extremos" (en alusión al PP y al partido de Pablo Iglesias), denunciar el auge de los populismos, manifestar la incompatibilidad del PSOE con Podemos... y destapar la caja de los truenos.
Todos contra Madina
El susanismo se vuelca con Pedro Sánchez, que suma ya el apoyo del zapaterismo, el chaconismo y el blanquismo. Con Sánchez en la secretaría general, Susana Díaz dejaría una puerta abierta para presentarse a las primarias del PSOE que elegirán candidato a la Presidencia del Gobierno en 2015. Los apoyos orgánicos y mediáticos parecen claros. La balanza, en favor del madrileño; las balas de los fusiles, en dirección al vasco, pero la fuerza del voto la tienen, en esta ocasión, sólo los militantes.
Los 'Hombres de Blanco' urden la 'Operación Susana'
"No me dejáis morir tranquilo", le dijo Rubalcaba a uno de sus barones cuando Eduardo Madina clamó por un cónclave que diera voz a la militancia. El diputado vasco ha hecho saltar por los aires los planes previstos por el aparato, y los Hombres de Blanco, de José Blanco, son ahora los muñidores de la operación para aclamar a Susana Díaz como líder.
Salmorejo y cupcakes frente a Monago
Arranca el debate de la moción de censura contra Monago. Es sin duda un tema importante para todos los ciudadanos. Pero la dirección no comunica ni a los trabajadores ni a los ciudadanos - que son los usuarios, los dueños, los que pagan la tele pública autonómica- por qué ha decidido no emitir el debate. En su lugar, salmorejo y cupcakes... extremeños, eso sí.